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Por qué Facebook ha invertido 100 millones de dólares en un colegio
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Javier Arroyo

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Por qué Facebook ha invertido 100 millones de dólares en un colegio

Una nueva iniciativa busca a toda costa la educación personalizada para que el alumno aprenda a su ritmo a través de un 'Windows para colegios'. Y a Mark Zuckerberg le ha gustado

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Los emprendedores de chancla y sudadera con capucha de Silicon Valley también acaban por emparejarse y tener hijos. Y entonces se preocupan por la educación. Como les gustan los retos, se meten en el charco de mejorar un sector que está muy regulado y donde es más lento avanzar que en la nube. Pero se han empeñado y hace unos días nos enterábamos de que la iniciativa de AltSchoolrecibía el espaldarazo de Mark Zuckerberg,que participaba en una ronda de inversión donde han levantado 100 millones de dólares.

¿Y en qué consiste este colegio que le ha gustado tanto al fundador de Facebook? Se trata de mezclar en las aulas las ventajas que proporciona la tecnología con las de la presencia física para ir más allá del enfoque convencional de educación de talla única. Buscan a toda costa la educación personalizada en la que cada alumno aprende a su ritmo y en función de sus fortalezas, estilos de aprendizaje, objetivos e intereses, o sea, hacer realidad el sueño de Sir Ken Robinson de que los coles dejen de ser fábricas de las que tengan que salir niños estandarizados, homologados, como explica en su muy visitado vídeo sobre el cambio de los paradigmas en la educación.

De hecho, esta iniciativa surge para dar respuesta también a la pregunta inicial de Sir Ken Robinson: ¿Estamos educando adecuadamente para los trabajos del futuro?.Y ellos, los inversores en AltSchool, saben de lo que hablan porque, en definitiva, son ellos los que han contratado recientemente a altos ejecutivos de Google, Uber, Rocket Fuel y Zynga. El mejor talento del país para reinventar la educación desde su base, donde cada uno de sus empleados tiene impregnada la cultura de la innovación tecnológica y el desarrollo.

La ambición de AltSchool es crear una especie de Windows para colegios que potencie la comunicación y la personalización

El fundador de la empresa es Max Ventilla, antiguo ejecutivo de Google (una de las seis personas que comenzó Google+), un padre buscando colegio para sus hijos pequeños hace unos años. No le gustó mucho lo que se encontró, el tipo de educación que ofrecían. Así que se puso manos a la obra para repensar el colegio. Según explica, AltSchool, un esquemaque se puede exportar a todos los colegios que lo adopten, están tratando de hacer un sistema operativo perfecto para los colegios, de tal manera que controlen perfectamente la evolución de cada alumno.

Siete niños por profesor,mezclados y sin deberes

Los alumnos, al igual que los adultos en el mundo laboral, están mezclados por edades y agrupados por habilidades. Como los padres a diario, a veces se tendrán que esforzar por alcanzar mayores niveles de comprensión y otras servirán como expertos a otros menos avanzados. Cada estudiante tiene un plan de educación personalizado y con ratio de 1:7 profesor/alumno en el aula pueden servir eficazmente a los niños de múltiples cursos en el mismo aula.

La ambición de AltSchool es crear un sistema operativo, una especie de Windows para colegios, donde los profesores puedan comunicarse con los padres yla administración, personalizar de forma más efectiva el currículo para cada alumno y compartir sus mejores prácticas con una red de profesores. Para ello, los profesores usan la plataforma a diario, el colegio les libera de tiempo para innovar y reciben un incentivo financiero por cada mejora que proponen.

La tecnología complementa pero nunca reemplaza la relación con el profesor. En AltSchool se valen de la tecnología para mejorar la calidad del tiempo que pasan con cada alumno.

Educación personalizada

Algo que no sería posible sin las nuevas tecnologías. En estas clases, se vaintercalando el trabajar por proyectos en grupoen el ordenador con contenidos que se adaptan a cómo lo vaya haciendo cada niño desde su iPad o Chromebook. En este contexto, metodologías personalizadas, como Smartick para aprender matemáticas, cobran cada vez más sentido dentro del aula. "Maximiza satisfacción de los estudiantes y minimiza la frustración en toda la persecución de un objetivo de aprendizaje en particular", apuntala Max Ventilla.

Con estas herramientas también es posible que los niños profundicen en lo que más les guste. Por eso, cuentan que es una mezcla del enfoque pedagógico Reggio-Emilia cruzado con la tecnología. En cierta manera, también hace caso a las teorías de las inteligencias múltiples de Howard Gardner.

El fundador de la empresa es un antiguo ejecutivo de Google que decidió repensar el colegio al no encontrar nada que le gustara para sus hijos

AltSchool tiene la ventaja de que puede tener a todo un equipo de los mejores ingenieros, pedagogos y desarrolladores a pie de clase, en San Francisco. Y no han fichado sólo a tecnólogos brillantes con ganas de cambiar el mundo, también han nombrado directora de Educación en el colegio a Carolyn Wilson, una profesora con 30 años de experiencia y que ha estudiado en la Facultad de Educación de Stanford la necesidad de una reforma educativa.

Y, caprichosa que es la vida, no puedo sino acordarme de la famosa Enciclopedia Álvarezque utilizaba mi abuelo Fausto, maestro de escuela rural en una aldea de Huelva. Una misma clase para niños de todas las edades y a cada uno le ensañaba lo que su capacidad consintiera. Después de 50 años parece que volvemos a aquella personalización forzada por falta de recursos. Ahora voluntariamente.

En esa línea va también la Waldorf School de Peninsula, en California, una de las escuelas privadas que eligen los hiperconectados empleados de Google, Apple y otras empresas punteras de Silicon Valley para que sus hijos se eduquen alejados de todo tipo de pantalla, sobre una nueva tendencia tech: la desconexión. Pero eso, amigos, da para otro post.

Los emprendedores de chancla y sudadera con capucha de Silicon Valley también acaban por emparejarse y tener hijos. Y entonces se preocupan por la educación. Como les gustan los retos, se meten en el charco de mejorar un sector que está muy regulado y donde es más lento avanzar que en la nube. Pero se han empeñado y hace unos días nos enterábamos de que la iniciativa de AltSchoolrecibía el espaldarazo de Mark Zuckerberg,que participaba en una ronda de inversión donde han levantado 100 millones de dólares.

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