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Papá Noel y los Reyes Magos también pueden hacer de tu hijo un científico
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Javier Arroyo

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Papá Noel y los Reyes Magos también pueden hacer de tu hijo un científico

Los presentes de Navidad son una herramienta para moldear la curiosidad de nuestros hijos y empujarles para que huyan de los estereotipos

Foto: Los regalos de Navidad pueden despertar el interés por la ciencia. (Reuters)
Los regalos de Navidad pueden despertar el interés por la ciencia. (Reuters)

Ya deben de estar las cartas a los Reyes Magos bien redactadas. O las de Papá Noel. Metidas en un sobre, rumbo al Lejano Oriente y a Laponia, que pueden ser regiones tan amplias como los bolsos de muchas mujeres, con capacidad infinita para guardar todo tipo de materiales.

Muchos niños habrán volcado en esas cartas los deseos de unos juguetes que muchas veces han visto en televisión: los juegos de la consola con la que jugar con sus amigos, los libros que les faltan para la colección, los balones, las zapatillas. Ha llegado el turno de los intermediarios entre esos deseos y la fantasía infantil de unos buzones sin fondo, de unos Reyes que, como dice un chiste que circula por las redes, no dejarían pasar ahora en algunas fronteras o de un Papá Noel al que nunca le hacen pagar por exceso de equipaje en el trineo.

Provoca estupefacción la hegemonía de ciertos estereotipos rosas en los pasillos dedicados a los juguetes de niñas

Los intermediarios pueden tener cierto margen de libertad para elegir esos juguetes. La vida nos va enseñando a los padres que puede ser que a los niños y a las niñas no les gusten las mismas cosas, y eso no es un drama. Aunque en los últimos años he visto a niñas disparar con pistolas nerf cargadas de balas y a niños, gracias a la televisión, interesados en la cocina.

Constatadas las diferencias inevitables, sí que me provoca estupefacción la hegemonía de ciertos estereotipos rosas en los pasillos de los juguetes de niñas. Esos pasillos que provocaron el nacimiento de todo un movimiento en Reino Unido, Pink Stinks, y el lema de su vídeo: “Hay más maneras de ser una niña”. Y claro que las hay.

Ser princesa mola. Y científica también

En estos días en los que se habla tanto de la violencia de género y de la educación, no estaría de más aprovechar las Navidades para recordar a nuestras hijas que puede molar tanto ser científica como princesa. Que las matemáticas son el lenguaje que les abrirá muchas puertas en el futuro. Que los ordenadores no tienen por qué ser sólo esas pantallas donde sus hermanos juegan a estrategia de guerra y ellas ven vídeos de Just Dance —muy divertido para jugar en familia, por otra parte—.

Por eso podemos mandar el mensaje a Laponia y a Oriente Medio de que hay posibilidades que van más allá de muñecas vestidas de mayores o de esta otra Barbie que ha sido nombrada peor juguete del año porque, además de hablar con las niñas, pueden ser carne de cañón de hackers.

Existen los juegos de mesa para todos. De toda la vida. El ajedrez, el triominó o el rummy, que nos han dado tan buenos momentos en casa el año pasado. Y también los intentos de hacer juguetes para niñas —¿Hay que sucumbir al rosa? Parece ser que sí, a juzgar por el éxito de Lego Friends— que fomenten su curiosidad científica y las habilidades en construcción.

La historia que más me gusta es la de Roominate, una compañía fundada por una ingeniera del MIT y otra de Caltech que se conocieron en Stanford. Ellas tampoco son talibanas. En esta entrevista explican que “si a las niñas les gustan las Barbies, pueden jugar con ellas. Pero también podemos hacer normal que les guste desmontar cosas y volverlas a construir”.

Podemos hacer normal que a las niñas les guste desmontar cosas y volverlas a construir

Habrá gente que se pregunte por qué es necesario hacer tanto énfasis en que las niñas se aficionen a las carreras de tecnología. Es tan fácil como saber que allí se va a cocinar el futuro, que seguramente las mejores ofertas laborales estén en ese sector y que no parece lógico empujarlas hacia actitudes y universos que las alejen de esas oportunidades. Hay modelos y modelos. Como padres, tenemos la responsabilidad de resaltar unos u otros. En Smartick nos damos cuenta de que las niñas lo hacen igual de bien que los niños. Por alguna razón, cuando crecen, se van apartando del mundo de los números en su mayoría. Los juguetes trasladan mensajes. Tenedlo en cuenta como intermediarios de los Reyes y de Papá Noel estas Navidades.

Ya deben de estar las cartas a los Reyes Magos bien redactadas. O las de Papá Noel. Metidas en un sobre, rumbo al Lejano Oriente y a Laponia, que pueden ser regiones tan amplias como los bolsos de muchas mujeres, con capacidad infinita para guardar todo tipo de materiales.

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