El consultorio psicológico del siglo XXI
Por
"Trabajo en algo que no me gusta y alejado de lo que estudié. Me siento perdido"
Un lector nos cuenta sus inquietudes acerca del futuro laboral y personal, pues cree que tiene más potencial del que logra aprovechar, pero no sabe por dónde tirar
"Buenas tardes. En primer lugar, agradecerle el trabajo que están realizando con este consultorio. He leído varios posts de este blog, ya que estoy pasando por un momento en el que siento que no consigo enderezar mi vida. Estoy algo perdido, creo que camino sin rumbo, tanto a nivel profesional como a nivel personal.
Normalmente, cuando me posee el desánimo entro en una espiral de pensamientos pesimista, donde veo todo bastante negro y no quiero tener relación con nadie. No acepto consejos, veo a todos como unos traidores. He sido una persona bastante responsable, he seguido el guion. Todo mi entorno me decía: 'Estudia una licenciatura y conseguirás un buen trabajo'. Tengo 32 años, y actualmente tengo un trabajo que a nivel salarial sería de un diplomado, pero no me gusta y se le aleja bastante de lo que estudié. Pensaba que el logro profesional no era algo importante, de tal forma que realicé varias actividades fuera del trabajo: deporte, baile, conciertos, idiomas, natación... es decir, tenía una vida social para suplir mi deficiencia en el trabajo. Pero luego abandoné todas las actividades y no pude continuar con ninguna de ellas.
Desde que salí de la carrera, no he sabido a qué dedicarme. Estudié economía, pero odiaba un poco el mundo de las empresas, consultorías y bancos. Después de pasar por varias becas formativas, terminé trabajando en el área de encuestas para programar análisis sobre datos. Creo que tengo buenas capacidades analíticas, aunque no me gusta programar, aparte de que avanzo lentamente, amén de que no me veo en este trabajo en los próximos años. Siempre he tenido inquietudes, y creo que las tengo: me gusta estar informado, pero todo aquello que empiezo lo acabo abandonando (me pasa hasta con los libros que leo, muchos de ellos no los termino). Tengo la sensación de saber muchas cosas, pero ninguna de ellas en concreto. Soy bastante difuso, siempre lo he sido.
Me siento abandonado por mis compañeros que no veo desde el final de la carrera, la cual terminé con la mejor nota de toda la facultad. Me voy alejando de las personas que conocí. He intentado empezar de nuevo numerosas veces, pero no sé cómo hacerlo. He pensado volver a estudiar, pero creo que no tiene sentido. He deseado en numerosas ocasiones no haber tenido la libertad de elegir aquello que estudiaba, porque al final creo que he arruinado mi vida. Tengo buenas capacidades y no las estoy utilizando. No sé si mis opiniones políticas han tenido algo que ver en todo esto (mis opciones están escoradas a la izquierda). Me interesan muchas cosas, pero a la sociedad no; solamente quieren que sea bueno en una cosa y que hagas mucho 'networking' de conveniencia y enfocado a las pretensiones de los demás. Me gustaría que me ayudasen. Gracias de antemano".
Hola. Gracias a ti por seguir la sección. Voy a contarte algunas ideas de autores que trabajan en estos temas esperando que te puedan dar algunas pistas.
La primera es recordarte que cuentas con un don que puede resultarte muy útil: tu capacidad de autoanálisis. Hablas de ti mismo con lucidez y valentía, sin ahorrarte críticas. Y no te amilanas ante la conclusión de que no te gusta tu vida actual. El psicólogo Howard Gardner, autor del libro 'La inteligencia reformulada: Las inteligencias múltiples en el siglo XXI', denominaba a la capacidad que tú muestras "inteligencia intrapersonal". Hay personas que pueden comprenderse a sí mismos con lucidez, accediendo a toda su propia gama de sentimientos y pensamientos. Tú eres de esos individuos, y esa inteligencia intrapersonal te va a permitir abordar tus estados de ánimo a calzón quitado, sin esconderte. Y ese es el primer paso para la apertura al cambio.
Hay personas que pueden comprenderse a sí mismos con lucidez, accediendo a toda su propia gama de sentimientos y pensamientos
También creo que hay mucha perspicacia en tus análisis sociales. Por ejemplo, pones sobre la mesa la alienación laboral que supone la presión para especializarnos. Muchos investigadores estudian actualmente las consecuencias de esta tendencia. Hay una evidente, de la que tú te quejas: la falta de estimulación intelectual que supone hacer siempre lo mismo. Un grupo de científicos del University College de Londres publicaron un estudio que "demostraba que el aburrimiento mata" (ese fue al menos el titular amarillista con el que se publicó). Sus autores partieron de una encuesta realizada entre funcionarios en la que se medía los niveles de tedio que estos padecían en el trabajo. Después, averiguaron cuántos estaban vivos una década después. Y llegaron a una sorprendente conclusión: los que se mostraban más aburridos en la encuesta tenían un 37% más de posibilidades de haber fallecido. Los científicos lanzaban la hipótesis de que su monótono trabajo era uno de los factores que les había hecho perder motivación vital.
Para aquellos que (¿quizás como tú?) tienen Motivación de Exploración, el tedio laboral sirve como "sensación de alarma". Ayuda a detectar una desmotivación que, como me cuentas, puede trasmitirse al resto de la vida. Empezar y dejar numerosas actividades es un síntoma característico de no conseguir enganchar con nuestra propia motivación, por eso te aconsejo que le des una vuelta a este tema. Además, parece que también se ha generalizado a las relaciones personales, que asimismo analizas con valentía. Esa sensación de falta de confianza en los demás por culpa de las decepciones ("Veo a todos como unos traidores", me dices) ya la hemos tratado en otro post de este Consultorio.
Los efectos de la alienación laboral que estamos viviendo tiene consecuencias: una encuesta reveló que aumenta la mortalidad
En fin, parece que estás ante uno de esos replanteamientos vitales de los que hemos hablado en otros artículos. El psicólogo Erik Erikson te puede dar un contexto para enmarcar tu momento de replanteamiento particular. Según este autor, la vida consiste en ir resolviendo una serie de crisis. Su objetivo es el equilibrio entre dos alternativas. Esos momentos suponen tensiones inevitables porque se corresponden con elecciones que no podemos obviar, pero necesitamos encontrar nuestra opción para avanzar.
Hay dos crisis que son habituales en tu etapa vital. La primera es la de la dicotomía Identidad/Confusión de Roles. Cuando empieza la madurez, nos sentimos desconcertados por los repentinos cambios que sufrimos nosotros y los que nos rodean. Y eso nos hace plantearnos el futuro de nuestra personalidad. Por lo que cuentas en tu email, quizás estés ante esta bifurcación vital. Por una parte, trasmites que eres consciente de que fomentar tu propia identidad te lleva a ser fiel a ti mismo, pero te hace correr el riesgo de quedarte solo. Por otra parte, sabes que adoptar la estrategia de tener diferentes papeles según con quién estés para optimizar tu "networking social" puede tener como coste la falta de una identidad clara. Es posible que necesites tomar una decisión en este sentido y aceptar los pros y los contras de tu opción.
Cuando empieza la madurez, nos sentimos desconcertados por los repentinos cambios que sufrimos nosotros y los que nos rodean
Otra de las crisis nos pide decantarnos entre dos alternativas: capacidad de creación por un lado, estancamiento por el otro. Erikson la denomina crisis de la generatividad, de la necesidad de seguir haciendo cosas frente al impulso rutinario de la búsqueda de seguridad. Por un lado, está tu necesidad de salir del hastío y ser más creativo. Por otra parte, sabes que necesitas cierto grado de estancamiento. La madurez es una etapa en que descubrimos el placer de crear una estructura de vida, construir una arquitectura vital que no necesite ser renovada continuamente. El equilibrio entre estas dos facetas es, según Erikson, fundamental. Y creo que te vendría bien, también, encontrar tu opción en este sentido y avanzar a partir de ella.
Espero que esto ayude en tus análisis. Pero en lo que concuerdan muchos psicólogos es en la necesidad de que empieces a actuar. Es el viejo adagio tantas veces repetido: "¿Qué tomas para ser feliz? Decisiones". Has analizado lo que te sucede, ahora empieza a cambiarlo. Para eso, tienes que recuperar el control interno, la sensación de que tú llevas las riendas de tu vida. Y eso se consigue mediante pequeñas acciones, no con palabras.
Los psicólogos James Prochaska y Carlo Diclemente elaboraron un modelo para explicar cómo se llega realmente a un cambio vital. Según estos autores, pasamos por una serie de etapas. La primera es la "Pre-contemplación", en la que negamos nuestros problemas. La segunda es la "Contemplación": somos conscientes de nuestra necesidad de cambio y nos planteamos la posibilidad, pero aún sin un compromiso estricto. Después viene la fase de la "Determinación", en la que ya estamos preparados para la acción y empezamos a verla como inminente… ¿Es posible que tú te encuentres en esa etapa?
Habrá altibajos emocionales, y será necesaria una fase de mantenimiento para que tu nueva vida se convierta en un hábito
La siguiente fase, la de la "Acción", supone realizar pequeños actos que nos llevan a recuperar el control interno. Ahí nos reencontramos con la sensación de que variando ciertas cosas conseguimos que nuestras sensaciones de alarma (tristeza, ira, abulia…) empiecen a remitir. Es, por ejemplo, la etapa en la que las personas empiezan a buscar proactivamente otro trabajo enfrentándose a entrevistas de selección, van a psicoterapia, mejoran su casting emocional abriéndose a nuevas amistades tratando de aprender a querer en profundidad, se replantean su sexualidad y se abren a la posibilidad de un compromiso real de pareja o cambian de casa mudándose a otro barrio u otra ciudad.
Prochaska y Diclemente nos recuerdan que esa no es la última etapa del cambio. Después habrá altibajos emocionales, tendrás momentos de recaída en la falta de motivación y será necesaria una fase de mantenimiento para que tu nueva vida se convierta en un hábito. Pero todo camino empieza por un primer paso: hay que empezar por pequeñas acciones que tendrán un efecto alud en tu estado de ánimo. Tu lucidez es un factor necesario para el cambio, pero no suficiente. Como recordaba Eduardo Galeano, "Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos".
"Buenas tardes. En primer lugar, agradecerle el trabajo que están realizando con este consultorio. He leído varios posts de este blog, ya que estoy pasando por un momento en el que siento que no consigo enderezar mi vida. Estoy algo perdido, creo que camino sin rumbo, tanto a nivel profesional como a nivel personal.