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Las diez reglas de oro de la comunicación entre personas
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Mario Alonso Puig

Empecemos por los principios

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Mario Alonso Puig

Las diez reglas de oro de la comunicación entre personas

En toda interacción entre las personas, lo más importante es lograr una sólida conexión. Conectar no es fácil y sin embargo, si no existe conexión, tampoco

En toda interacción entre las personas, lo más importante es lograr una sólida conexión. Conectar no es fácil y sin embargo, si no existe conexión, tampoco puede haber una verdadera comunicación. Para conectar, solo es necesaria una cosa, encontrar algo que tengamos en común con la otra persona. Cuando llegamos a conectar con lo que a alguien le interesa y con lo que de verdad valora, entonces todo empieza a fluir. Es entonces cuando las diferencias de perspectiva dejan de ser un obstáculo y se pueden poner en juego las distintas habilidades y capacidades que cada cual posee, para un propósito común.

La conexión se produce la mayor parte de las veces y de una manera natural, si enfocamos nuestra mente guiados por una serie de reglas o propuestas. Estas reglas son igual de aplicables para conectar tanto con nuestros familiares, como con nuestros compañeros de trabajo y nuestros clientes.

LAS DIEZ REGLAS

1- Lo primero no es ir a lo que le interesa a usted, sino demostrar a la otra persona que le importa. Antes de explicar lo que usted busca y quiere, dedique tiempo a conectar con la otra persona y con sus intereses y necesidades. Intente encontrar la respuesta a tres preguntas:

¿Qué le interesa?

¿Qué le inquieta?

¿Qué le confunde?

2- Nunca vea a otro ser humano como un don nadie, como alguien inferior a usted. Recuerde que es un rasgo profundo de arrogancia creer que lo que le importa a usted es más importante que lo que le importa a la otra persona.

3- Recuerde que usted es el mensaje. Su actitud hacia la otra persona habla con más fuerza que sus palabras. Los demás oyen nuestras palabras y sienten nuestra actitud. No vea a los demás como un simple medio para conseguir lo que a usted le importa.

4- La conexión requiere iniciativa. No espere a las circunstancias ideales o a la preparación perfecta porque nunca las va a tener. Si es usted la persona que da el primer paso para conectar, lo más probable es que nunca le olviden. Suele decirse que “los listos van los primeros y los tontos los últimos”.

5- Tenga presente que todo el mundo, tanto en una conversación importante como en un trato comercial, se está haciendo tres preguntas:

¿Le importo?

¿Puedo fiarme de él? ¿Puedo fiarme de ella?

¿Puede ayudarme?

Cuanto antes deje claras estas tres inquietudes, más rápidamente sintonizará con la otra persona.

6- Muestre disponibilidad. No se empeñe en aparecer como alguien importante. Si su ego es el que manda, jamás encontrará nada en común con la otra persona, ya que el ego siempre acentúa las diferencias.

7- Comparta con la otra persona algunas de sus dificultades, de sus ideas fallidas y de sus errores. A todos la vida nos ha dado una lección de humildad en más de una ocasión.

8- Huya de guardar secretos y de ocultar información que puede ser valiosa para la otra persona. Hay muchas personas a las que les gusta mantener a los demás en la oscuridad. Es triste ver a personas a las que no se las informa, trabajando para otras personas que se muestran inaccesibles y haciendo además lo imposible por ellas, sin recibir ni tan siquiera un mínimo gesto de agradecimiento.

9- No haga supuestos fácilmente, ya que la mayor parte de los conflictos han surgido por hacer demasiados supuestos. Transforme estos juicios rápidos en meticulosas observaciones.

10- Sea una persona generosa, sea de esos seres humanos que buscan cómo dar y no solo cómo recibir. La persona que solo recibe, está totalmente obsesionada con los aplausos y el reconocimiento.

Si usted tiene presente estas reglas antes de comenzar una conversación importante, se dará cuenta de cómo casi sin darse cuenta y de una manera natural, la conversación alza el vuelo y toma una nueva dimensión.

En toda interacción entre las personas, lo más importante es lograr una sólida conexión. Conectar no es fácil y sin embargo, si no existe conexión, tampoco puede haber una verdadera comunicación. Para conectar, solo es necesaria una cosa, encontrar algo que tengamos en común con la otra persona. Cuando llegamos a conectar con lo que a alguien le interesa y con lo que de verdad valora, entonces todo empieza a fluir. Es entonces cuando las diferencias de perspectiva dejan de ser un obstáculo y se pueden poner en juego las distintas habilidades y capacidades que cada cual posee, para un propósito común.