El Papa alaba la incorrección política y afirma que "la hipocresía es el idioma de la corrupción"

“La hipocresía es el lenguaje propio de la corrupción”. Esta afirmación tan tajante fue pronunciada por el Papa Francisco durante su homilía en Santa Marta, que tuvo lugar este pasado lunes. Bergoglio no se anduvo con medias tintas en lo que respecta a su condena del lenguaje políticamente correcto, que fue el tema principal de su aparición en dicha iglesia, y al que vincula directamente con la corrupción. “Los cristianos no deben emplear un ‘lenguaje educado socialmente’”, expresaba el Sumo Pontífice. Por el contrario, animaba a los cristianos a difundir el evangelio “con la misma transparencia que tienen los niños”.

Para el Papa, la perversión del lenguaje es el primer paso hacia la corrupción, uno de los temas que más le ha preocupado desde que se sentó en la Cátedra de San Pedro, al frente de la Iglesia. Según el religioso, el ser humano emplea en este momento de la historia una lengua que no se expresa con la transparencia necesaria, sino que encubre el auténtico significado de las palabras. “Pensemos bien hoy, ¿cuál es nuestra lengua? ¿Hablamos de la verdad con amor, o hablamos con ese lenguaje social en el que hemos sido educados, para decir cosas bellas, pero que no sentimos?”, se preguntaba el Papa.

“¡Que nuestra habla sea evangélica, hermanos!”, continuó. “Los hipócritas que utilizan la adulación y todo eso, finalmente, lo que hacen es dar falso testimonio a aquellos a los que halagan”. Así pues, el Papa reivindica una candidez del lenguaje frente a otro tipo de expresiones verbales.  

Los fariseos se acercaron a Jesús con palabras muy bellas, pero lo traicionaronFrancisco no es el primero en manifestarse en contra de la llamada corrección política. Se trata de un término que generalmente es utilizado de manera peyorativa, a pesar de que en un primer momento tenía como objetivo el empleo de un lenguaje menos ofensivo con el que referirse a las minorías. Pero hoy en día, ha terminado por convertirse en una expresión eufemística en la que lo menos importante es lo que de verdad queremos decir, sino la forma que envuelve al mensaje y que en muchos casos impide un debate en sus términos correctos.

Los fariseos, los primeros políticamente incorrectos

El Papa identifica ese uso moderno del lenguaje con los fariseos que en la Biblia se enfrentaron a Jesucristo. Ellos fueron los que se acercaron a Jesús “con palabras suaves, con palabras muy bellas, con palabras muy edulcoradas”. Pero, como indica Bergoglio, no eran más que unos hipócritas que con sus palabras sólo querían acercarse al Mesías. Al igual que ocurre hoy en día, el lenguaje de lo políticamente correcto denunciado por el Papa encubre las verdaderas intenciones de los mentirosos, y por ello mismo, hemos de mantenernos alerta ante su utilización: en opinión del sucesor de Juan Pablo II, son preferibles la sinceridad y el candor.

“La hipocresía no es un lenguaje de la verdad, porque la verdad nunca va sola. ¡Nunca, siempre va acompañada de amor!”, indicaba el Papa Francisco. “Y no hay verdad sin amor, ya que el amor es la primera verdad”.

El habla de los cristianos ha de ser como la de un niñoPara concluir, Bergoglio realizó una breve referencia a la mansedumbre, que según él va ligada de manera directa a esa forma de expresión que los buenos cristianos deben realizar en su vida diaria. “La mansedumbre que Jesús quiere de nosotros no tiene nada, absolutamente nada, de este tipo de adulación, de este endulzamiento. ¡Nada! La mansedumbre es sencilla, como ocurriría con un niño. Un niño no es hipócrita, porque no está corrupto. Cuando Jesús dice ‘que vuestro habla sea la del ¡sí, sí! o ¡no, no! con el alma de un niño, lo que dice es precisamente lo contrario de lo que hacen estos”. Así pues, ¿deberíamos revisar el lenguaje que hemos aprendido de nuestros mayores y afrontar nuestra expresión verbal como cuando éramos niños, con total sinceridad y sin dejar que nuestras intenciones permanezcan ocultas detrás de la muralla de nuestras palabras?