"Robé un millón de dólares y ahora he de devolverlo. Dadme el dinero, lo merezco"

A pesar de las muchas envidias que pueda suscitar, el mundo de los famosos estadounidenses es una feria que irradia desconfianza. Además, tener varios millones en el banco entraña no pocos peligros, como bien sabe Todd Meister, muy conocido en EEUU por casarse en Las Vegas con Nicky Hilton, la hermana menor de Paris Hilton. El ya ex marido de la celebritie ha tenido que acudir a los juzgados debido a que su ex ayudante le robó grandes cantidades de dinero.

Renata Shamrakova tiene 28 años y era la asistente personal de Meister. La joven ha admitido ante el juez que llegó a robarle cerca de un millón de dólares (unos 756.500 euros). Ahora intenta recaudar una primera parte de los 821,000 dólares (cerca de 620.000 euros) que debe pagar para indemnizar a su antiguo empleador. Si no lo consiguiera, la joven no podría eludir el ingreso en prisión.

La recaudación para pagar sus deudas

Desesperada y carente de recursos, Shamrakova no ha dudado en hacer uso de las nuevas modas y tecnologías para intentar solventar su complicada situación. Así, ha hecho uso de ‘Go Fund Me’, un sitio web que se dedica al llamado crowdfunding, una manera de recaudar dinero colectivamente. El sistema se ha puesto muy de moda para financiar proyectos artísticos de bajo presupuesto: uno publica el proyecto que pretende llevar a cabo y, si la gente se siente atraída por él y quiere colaborar, dona una determinada cantidad de dinero. Pero el uso que le está dando la ex asistente del millonario es bien distinto.

Tengo la esperanza de que alguien vaya más allá del bombardeo mediático y concluya que merezco una segunda oportunidad

Shamrakova ha publicado un llamamiento en el que apela a la emotividad y redacta su súplica. El texto se acompaña de una foto de la joven en blanco y negro, en la que aparece tapándose la boca con las manos.

“Estuve retenida en prisión 13 días sin el cuidado médico adecuado y sin poder expresarme”, comienza diciendo en la página web. Shamrakova es muy consciente de las diversas reacciones que puede generar su petición, y por eso continúa diciendo: “Habrá gente que lea esto y tal vez piense que no es la mejor manera de recaudar fondos para una indemnización, pero tengo la esperanza de que alguien vea más allá del bombardeo al que me han sometido los medios y concluya que merezco una segunda oportunidad para empezar de nuevo”.

La acusada confiesa estar “preparada para las respuestas negativas y las opiniones de aquellos que me tengan en muy baja estima”, pero no pierde la esperanza de encontrar “una persona excepcional que vea mi potencial y pueda proveerme de ayuda financiera”.

Los numerosos gastos

Shamrakova confesó ante el tribunal que le arrebató a Meister dos tarjetas American Express y gastó 900,000 dólares (680.000 euros, más o menos) en viajar a Aruba, Canadá, Francia e Italia.

Gastó el dinero entre marzo de 2011 y enero de 2012, periodo en que trabajó para Meister. En el tribunal Shamrakova intentó excusarse de muchos modos, pero terminó confesando su culpa. Cuando argumentó en su favor diciendo que había mantenido una relación sentimental con Meister, éste lo negó de inmediato, diciendo: “Las mujeres con las que salgo son notablemente más educadas”.

De momento Shamrakova tiene que reunir 425,000 dólares (321.500 euros) antes del 20 de diciembre si quiere evitar la pena de la prisión. En caso de cumplir con esa fecha límite, podría abonar el resto del dinero hasta marzo de 2015.

La joven cuenta que sus padres la han ayudado tomando drásticas medidas para contribuir en lo posible: han puesto en venta sus propiedades al norte de Nueva York. “Aunque tengo un espíritu empresarial y buen ojo para aplicar mis aptitudes, no puedo sacar rendimiento de ellos cumpliendo con las fechas de la fiscalía y por eso estoy intentándolo de este modo”, escribe en la página de recaudación de fondos, en una entrada que ha titulado “Indemnización para Renata”. La joven no pierde la esperanza de que alguien pague sus deudas y poder empezar de cero. Pero no parece que una vida nueva sea algo que se pueda comprar.