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Ya voy al baño solito
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Berta Ponce Martín

Relación Padres e Hijos

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Ya voy al baño solito

Uno de los retos a los que se enfrenta el niño entre los dos y tres años es dejar el pañal, y empezar a usar el

Uno de los retos a los que se enfrenta el niño entre los dos y tres años es dejar el pañal, y empezar a usar el baño como los mayores. Aunque es algo que la mayoría acaba logrando, es posible que a veces surjan dificultades.

Lo primero que tenemos que tener en cuenta para empezar bien este proceso son las señales que nos indican que nuestro hijo está preparado para dejar el pañal, ya que existen muchos mitos, como por ejemplo que hay que quitar el pañal cuando llega el verano, que pueden hacer que empecemos cuando el niño no está listo todavía.

¿Cómo es el niño a esta edad?

Entre los 2 y 3 años el niño experimenta un avance en su proceso de individuación, comienza a controlar más su cuerpo y quiere tomar sus propias decisiones; se da cuenta que puede empezar a elegir muchas cosas (que hacer, con quien estar, a donde ir…) aunque no siempre sus deseos coincidirán con los de papá y mamá.

El niño es capaz de controlar los esfínteres entre los 2 y 3 añosEs una etapa difícil para los padres, ya que se enfrentaran a un niño que parece querer siempre salirse con la suya y que las cosas se hagan a su manera, tendrá que pasar todavía un poco de tiempo para que vaya interiorizando las normas, pero esta actitud será el primer intento de ir creando su propia identidad.

Normalmente a esta edad empieza a sentirse incómodo con los pañales sucios y empezará a interesarse en aprender a ir al baño como los mayores. Para que esto suceda será necesario que se produzca una maduración a nivel fisiológico. Los músculos que intervienen en este proceso son los esfínteres. Habitualmente el niño es capaz de controlar estos músculos entre los 2 y 3 años.

Para algunos padres, el control de esfínteres puede generarles cierta presión, a veces comparan a su hijo con otros niños de la misma edad que ya no llevan pañal, los familiares pueden empezar a insistir que ya ha llegado el momento; pero cada niño es diferente y solamente cuando el pequeño de señales de estar preparado debemos quitar el pañal.

En este proceso el niño ha de darse cuenta que tiene una necesidad, tiene que querer y ser capaz de controlar sus esfínteres y saber que ha de hacerlo en el baño como los mayores. Es por tanto un logro que debe realizar el propio niño y necesitará que sus papás confíen en él y respeten su ritmo.

Algunas señales que nos indican que el niño está preparado:

  • El niño es capaz de usar el lenguaje para pedirlo aunque todavía no hable perfectamente. Ya conoce las palabras pipí, caca, sucio, mojado…
  • Muestra interés y quiere imitar a los mayores, va al baño con papá y mamá, quiere tirar de la cadena, etc.
  • Nos avisa cuando se está haciendo o ya ha hecho pipi o caca y lo nombra.
  • Tiene noción de su esquema corporal y conoce las partes de su cuerpo.
  • Tiene conciencia de si, empieza a utilizar los términos de “Yo” y “Mío”.

¿Cómo empezamos?

Es esperable que los primeros días haya bastantes escapesLo primero que podemos hacer es comprar un orinal y tenerlo en casa, explicar al niño para que sirve, e invitarlo a usarlo si quiere. Pasados unos días, si vemos que el niño muestra interés y hay señales de que está listo, le preguntamos si quiere que dejar el pañal. Si el niño dice que sí, se lo quitamos de una vez todo el día, excepto en las siestas y por la noche.

Si vemos que el niño no muestra interés o no quiere, merecerá la pena esperar un poquito e intentarlo más adelante.

Una vez que hemos comenzado es esperable que los primeros días haya bastantes escapes, pero estos irán disminuyendo poco a poco. Le trasmitiremos que está aprendiendo y que eso sucederá algunas veces. Le cambiamos de ropa y no le damos más importancia.

¿Qué actitud de los adultos ayuda al niño en este proceso?

Una actitud tranquila y un ambiente relajado serán fundamentales para acompañar al niño. Este es solo un proceso de aprendizaje más de los muchos a los que se enfrentará el niño a lo largo de los años, por lo que hemos de darle la importancia justa y no centrar toda nuestra atención en ello.

Es importante no regañar ni castigar al niño si hay escapes, tampoco forzarle nunca a estar sentado en el orinal.

Será bueno hacer comentarios positivos al niño cuando nos empiece a avisar para ir al baño pero no es necesario expresiones exageradas ya que como hemos dicho es un proceso de aprendizaje más.

Hemos de trasmitirle que es un proceso que adquirirá cuando llegue el momento y este preparado, no tiene que convertirse en algo para agradar a mamá y papá.

¿Y por la noche?

No deberemos quitar el pañal por la noche hasta que el niño se haya levantado con el pañal seco durante unos días, esto será una cuestión de madurez, una vez que este listo el niño sentirá la necesidad de hacer pis y se despertará. Por lo tanto los padres no han de hacer nada, simplemente esperar. Hay niños que controlan esfínteres por la noche al poco tiempo que por el día y otros tardaran más, pudiéndose prolongar hasta los 4 o 5 años.

¿Y si surgen dificultades?

Excesiva Presión

Si el niño siente que empezar a ir al baño solito se convierte en un tema demasiado importante y recibe mucha presión por parte de las personas que lo cuidan (padres, abuelos, el cole...) puede que la etapa de entrenamiento se convierta en algo difícil de manejar. Pueden aparecer entonces retenciones o escapes de orina, o retenciones en las deposiciones causando estreñimiento, algo que dificultara más todo este proceso, pudiendo además provocar problemas de salud.

Si esto ocurre será señal que el niño está recibiendo demasiada presión y los padres tendrán que aflojar y ser menos rígidos antes de poder continuar.

Adelantarnos al momento

Si llevamos un tiempo y vemos que el niño no progresa es posible que nos hayamos adelantado y que nuestro hijo no este aun preparado, merecerá la pena volver a poner el pañal y esperar un poco. Le podemos decir: "creo que nos hemos adelantado y no es el momento todavía, no te preocupes lo intentaremos dentro de poco, cuando estés listo".

Otras dificultades

Si el niño lleva más de seis meses controlando esfínteres y vuelve a hacerse pis o caca, debemos descartar que haya alguna causa física, por ejemplo una infección de orina. Una vez descartado lo fisiológico, si esto se prolonga en el tiempo, sería bueno consultar con un profesional, que puede ayudar a los padres a ver si hay algo emocional que puede estar afectando al niño en ese momento.

Uno de los retos a los que se enfrenta el niño entre los dos y tres años es dejar el pañal, y empezar a usar el baño como los mayores. Aunque es algo que la mayoría acaba logrando, es posible que a veces surjan dificultades.