Es noticia
¿Cómo viven los niños la crisis?
  1. Alma, Corazón, Vida
  2. Relación Padres e Hijos
Rebeca Recio

Relación Padres e Hijos

Por

¿Cómo viven los niños la crisis?

En el momento actual en el que hay un clima generalizado de incertidumbre y miedo, los adultos estamos pasando por tiempos complicados. Pero ¿y los niños?

En el momento actual en el que hay un clima generalizado de incertidumbre y miedo, los adultos estamos pasando por tiempos complicados. Pero ¿y los niños? Hace tiempo pensábamos que este era un tema de adultos con el que los niños no tenían nada que ver: no lo entienden, no se dan cuenta y no les afecta. Pero ya hay muchas investigaciones que confirman que los niños captan las emociones de sus padres desde antes del nacimiento.

¿Los niños perciben el estado emocional de sus padres?

Los niños captan la preocupación, el miedo y el estrés de sus padres, aunque no sepan contextualizarlo. Los niños notan que sus padres están más cansados, pesimistas, angustiados, etc. Y eso les afecta en su vida cotidiana de diferentes modos. Puede que los padres les digan que no a cosas como jugar, salir a algún sitio, comprar cosas que antes les compraban, o lo hagan con desgana mientras su pensamiento sigue dando vueltas a sus preocupaciones de adulto.

Además de ser percibidas por los pequeños, las emociones puede contagiarse. Si estamos haciendo una excursión por el bosque y notamos cómo el guía comienza a preocuparse (mira hacia los lados, parece desorientado, observa el reloj y el mapa de forma intermitente, etc.) seguramente la calma y bienestar que habíamos conseguido se esfumen rápidamente, y comencemos a sentirnos tensos y angustiados.

Padres, familiares y profesores cumplen función de guía para los más pequeños y si notan en ellos que algo no va bien, irremediablemente se van a preocupar.

Efectos de la preocupación y el miedo

El miedo es una emoción básica que se activa por la percepción de daño o peligro físico o psíquico. La causa del miedo puede ser cualquier estímulo que el individuo considere amenazante o la ausencia de algo que proporciona seguridad. El miedo es una emoción desagradable pero adaptativa, ya que puede evitar comportamientos peligrosos, ayuda a pasar a la acción y contribuye a la supervivencia.

Sin embargo, se convierte en una conducta desadaptativa cuando traspasa los limites de lo útil y perturba la vida del sujeto. Algunas de las consecuencias de la emoción de miedo son:

  • Interrumpe los procesos cognitivos que se hallan en curso.
  • Centra la atención y la expresión en el estimulo temido. Nos cuesta pensar en otras cosas.
  • Disminuye la capacidad reflexiva.
  • Implica inseguridad respecto a las propias capacidades.
  • Genera sensación de pérdida de control.

Por lo que, si bien el miedo puede servirnos como alarma para analizar la situación en la que nos encontramos y buscar soluciones, es importante que tomemos algunas precauciones para minimizar los efectos negativos que puede provocar en los niños (empobrecimiento de las notas escolares, tristeza, irritabilidad, etc.).

Elementos que ayudan a los niños a gestionar el miedo y la preocupación

  • Poner palabras a las emociones. No hace falta que les expliquemos detalles que pertenecen a la esfera de los adultos, pero sí que les demos información realista y ajustada al momento evolutivo en el que se encuentran.
  • Brindarles un espacio en el que poder hablar de sus preocupaciones. Entendiendo que la situación que vive la familia también puede alterarlos o desregularlos.
  • No hablar de temas de adultos delante de los niños. Aunque pensemos que están entretenidos, pueden oír contenidos que posteriormente ordenan e interpretan como pueden.
  • Intentar tener espacios de juego e interacción con los niños en los que las preocupaciones queden fuera. Dejarnos contagiar por su alegría.
  • Hacer actividades creativas y diferentes, que nos permitan conectar con aspectos positivos y recuperar la ilusión por las pequeñas cosas.
  • Contar con familiares, amigos, personal educativo, etc. Apoyarse en la red social para cubrir diferentes necesidades que puedan surgir.

Podemos pensar que no es fácil llevar a cabo estas acciones en la vida cotidiana, sobre todo si nos encontramos en situaciones graves como la pérdida del trabajo, situación económica difícil, etc.

Y es cierto: cuanto más grave es la situación en la que nos encontramos, más difícil es mantener la calma y una actitud positiva. Pero por suerte es posible. En muchas ocasiones no elegimos las situaciones que vivimos, pero lo que siempre podemos elegir es la actitud con la que las hacemos frente.

Hay muchos ejemplos de gente corriente, que hace cosas increíbles. Nick Vujicic es un actor y conferenciante australiano, con una importante discapacidad, nació sin extremidades, y desde luego esto le ha supuesto muchas dificultades, pero ninguna tan grande que no haya logrado vencer. El ha elegido desarrollar sus capacidades, con mucho esfuerzo, para vivir su vida como desea. Como él, cada persona es libre para elegir como quiere vivir su vida y afrontar los obstáculos que en ella se presentan de la mejor forma posible.

Nick nos muestra cómo nuestra actitud no está determinada obligatoriamente por las circunstancias o condiciones de nuestra vida. Podemos elegir, con más o menos trabajo, qué actitud nos da más fuerza y nos hace más felices, a nosotros y a las personas que nos importan. Tomando el control de nuestra vida y dirigiéndola hacía nuestros objetivos.

Psycos

En el momento actual en el que hay un clima generalizado de incertidumbre y miedo, los adultos estamos pasando por tiempos complicados. Pero ¿y los niños? Hace tiempo pensábamos que este era un tema de adultos con el que los niños no tenían nada que ver: no lo entienden, no se dan cuenta y no les afecta. Pero ya hay muchas investigaciones que confirman que los niños captan las emociones de sus padres desde antes del nacimiento.