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Compito con mis compañeros haciendo huelga a la japonesa
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Lola García

Trabajo y sentido común

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Compito con mis compañeros haciendo huelga a la japonesa

Anuncian que va a haber una promoción en el departamento. Somos cuatro aspirando al mismo puesto. Es un ascenso muy sugerente porque mejoran las condiciones salariales,

Anuncian que va a haber una promoción en el departamento. Somos cuatro aspirando al mismo puesto. Es un ascenso muy sugerente porque mejoran las condiciones salariales, y tal como están las cosas hoy en día, es una oportunidad. Noto que mi compañero ha llegado a la oficina a las 7:00 en vez de a las 9:00 que es cuando comienza la jornada laboral, a la hora de la comida no se levanta del sitio, y se conforma con comerse un sándwich vegetal. Son las 19 horas, empiezo a recoger y observo que mi compañero todavía no hace amago por irse todavía. Al día siguiente, lo mismo, y así todas las semanas. 

Noto que físicamente está muy desmejorado, las ojeras han aumentado, su mal humor es una constante. Me recuerda físicamente a la película del maquinista del director Brad Anderson. Mi vivencia en la empresa comienza a convertirse en un thriller psicológico. Observo que desde que ha empezado a comportarse así, mi jefa es muy amable con él. No es un trabajador brillante pero tampoco es mediocre. 

Aparte de mi trabajo, tengo muchas más inquietudes, pienso que la vida es algo más que trabajar¿Se darán cuenta estas personas que esta conducta es destructiva para el equipo? ¿Acaso se valora más a un trabajador por las horas de calentar el sitio que por ser eficiente y resolutivo? ¿Es mejor tener a una persona mediocre que echa horas como si fuese un vigilante de seguridad de la empresa que a un trabajador que ofrece buenos resultados en el negocio?. Desde que él decidió hacer huelga japonesa parece que el resto de compañeros no estamos realizando bien nuestro trabajo a ojos de nuestros jefes, o que no nos estamos implicando en la empresa como debiéramos. 

Yo quiero ese puesto, pero siento que no puedo competir a ese nivel. Aparte de mi trabajo, tengo muchas más inquietudes, pienso que la vida es algo más que trabajar, y necesito aprender y realizar otras actividades que no tienen nada que ver con mi trabajo. Si hiciese lo que hace mi compañero tendría que renunciar a mi felicidad. ¿Acaso estos “maquinistas” no se dan cuenta que están cavando su tumba? ¿Cuánto puede aguantar una persona sin dormir, ni comer de manera correcta? Me pregunto si esta persona cuando tenga 80 años y haga un repaso de su vida, se dará cuenta de que ha perdido el tiempo dedicándolo en exceso al trabajo y se ha olvidado de vivir. 

Está claro que en la empresa en la que trabajo lo que valoran es calentar el asientoSiempre he pensado que ha faltado una asignatura en las universidades que es “mundología”, y es aquella que te permite aprender a través de la experiencia de la vida. Hay que trabajar, pero también hay que vivir y saber convivir con los demás. Porque claro, si compites haciendo huelga japonesa no estás fomentando el trabajo en equipo. Quedaba una semana para reunirnos de manera individual con nuestra jefa para la evaluación de desempeño. ¿Sabéis a quién ascendieron? Finalmente, al japonés de mí compañero. Está claro que en la empresa en la que trabajo lo que valoran es calentar el asiento, en vez de valorar las competencias. Lo más gracioso es que tienen diseñada como herramienta de motivación un plan de carrera de desarrollo en la empresa, y tengo que soportar una reunión, totalmente manipulada, en la que, supuestamente, valoran mis competencias. Se ha añadido una nueva competencia que desconocía, y es hacer más de 12 horas aunque ello no conlleve mejora de resultados en el negocio. 

A raíz de esa noticia, mi desmotivación aumentó, y decidí llegar justo a las 9:00 y salir a las 19:00 que son mis horarios de trabajo. Está demostrado que cuanto más feliz es un trabajador más va a producir. No puedo ser feliz si no tengo ni un mínimo de horas para mí. ¿Cuándo se van a crear nuevas fórmulas de trabajo que fomenten la felicidad del trabajador? Por ejemplo, no trabajar los viernes para trabajos de oficina. Reducir los horarios aunque el nivel de exigencia sea mayor, jefes que aumenten las valoraciones positivas en sus empleados. Felicito a mi compañero por haber conseguido su ascenso a costa de su salud y relación de pareja, pero yo voy hacer la huelga a la “no japonesa” cumplir mis objetivos en las horas de trabajo contratadas. Me despido deseando que tengáis una feliz tarde y que salgáis a vuestra hora. Ironías de un trabajador.

Esto le sucedió a una persona que conozco, aunque hable en primera persona.

Anuncian que va a haber una promoción en el departamento. Somos cuatro aspirando al mismo puesto. Es un ascenso muy sugerente porque mejoran las condiciones salariales, y tal como están las cosas hoy en día, es una oportunidad. Noto que mi compañero ha llegado a la oficina a las 7:00 en vez de a las 9:00 que es cuando comienza la jornada laboral, a la hora de la comida no se levanta del sitio, y se conforma con comerse un sándwich vegetal. Son las 19 horas, empiezo a recoger y observo que mi compañero todavía no hace amago por irse todavía. Al día siguiente, lo mismo, y así todas las semanas.