De la Cierva, el Gobierno de Zapatero y los masones... una 'melange' confusa y pintoresca

La llegada al poder de José Luis Rodríguez Zapatero ha despertado no pocas teorías obscuras y capciosas. Historias varias sobre la ascendencia de los ocultos resortes que le catapultaron inesperadamente hasta la presidencia. Curiosamente, una de estas misteriosas claves ha sido su relación con la Masonería.

Esta leyenda negra cobró nuevamente vigencia hace unos días, cuando el historiador Ricardo de la Cierva convirtió en miembros de la Gran Logia de España a ocho titulares del Gobierno. Sin contemplaciones. Si antes sólo se hablaba de Zapatero, ahora casi la mitad del Ejecutivo en bloque está enrolado en el secretísimo club del compás y la escuadra.

La fuente del popular historiador era irrefutable. Ni más ni menos que el mismísimo presidente de la Gran Logia de España, Josep Corominas i Busqueta, a quien atribuía una conferencia en Vigo... que nunca existió. De una ponencia fantasma, De la Cierva pasó a un fichaje masivo de ministros y, si se descuida, entroniza a Zapatero como nuevo líder de los masones nacionales.

“Se trata de mentiras, que por lo menos podían tener algo más de imaginación. El problema es que en este país hay una rancia tradición antimasónica”, apuntó ayer con algo de resignación el señor Corominas, presidente de la Gran Logia de España. “Esta es una institución donde hay discreción, pero no secretismo”, afirmó desde Barcelona. Sobre posibles fichajes para la próxima temporada no quiso decir nada.

Uno que sí fue ministro y del que no se sabe de su condición como masón, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha reconocido no tener constancia de tal pertenencia. No oculta, sin embargo, formar parte de un grupo que hace presidir sus reuniones por el símbolo de un puño y una rosa.