Tatxo Benet (Mediapro) compra la obra censurada en ARCO por 96.000 euros

A las puertas de los pabellones de ARCO en IFEMA, hay una exhibición de los bomberos. El presidente de IFEMA —Clemente González Soler, responsable de la censura— quizá debería visitarla, dada su incapacidad para detener el incendio generado por la obra de Santiago Sierra sobre presos políticos en España (que incluía fotos —pixeladas— de Junqueras y los Jordis, entre otros muchos). La censura de la obra, de hecho, ha arrojado más gasolina al fuego. ARCO en llamas... y la obra de Sierra vendiéndose como rosquillas a diez euros en formato revista. Y a 96.000 euros (80.000 más IVA) en el formato original, según ha informado La Vanguardia, que adjudica la compra al socio de Jaume Roures en Mediapro, Tatxo Benet.

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EC

Así que aquí estamos, con todas las cámaras de televisión llegadas a ARCO filmando una pared en blanco, metáfora irresistible sobre lo absurdo de la censura en tiempos de internet.

No, la pared en blanco no es una de esas piezas conceptuales entre la genialidad y la tomadura de pelo, sino el lugar donde estaba colocada la obra de Sierra... hasta que ARCO decidió retirarla.

Con la revista que reproduce la obra censurada pasando de mano en mano y con la galerista de Sierra -la célebre Helga de Alvear- comiendo mandarinas y hablando por teléfono en varios idiomas. Show must go on.

Surrealismo en IFEMA

Pero si la obra conceptual (involuntaria) de la pared en blanco es lo más de lo más, ¿qué decir del surrealista comunicado con el que IFEMA justifica la retirada de la obra? Según la feria, la decisión llega "desde el máximo respeto a la libertad de expresión" porque "entiende que la polémica que ha provocado en los medios de comunicación la exhibición de estas piezas, está perjudicando la visibilidad del conjunto de los contenidos que reúne ARCOmadrid 2018, y por tanto, es su responsabilidad, como organizadora, tratar de alejar de su desarrollo los discursos que desvíen la atención del conjunto de la feria".

Y ahora unas conclusiones sobre el comunicado de IFEMA (cuya censura unilateral no comparte ni el Ayuntamiento de Madrid ni el director de ARCO):

1) La RAE debería intervenir YA para cambiar la definición de censura de su diccionario. Censura: acción ejercida desde el máximo respeto a la libertad de expresión.

2) Dicen haber retirado la obra de Sierra para no desviar la atención del conjunto de la feria... y ha conseguido exactamente lo contrario: que no se hable de otra cosa más que de la obra de Sierra. Cientos de piezas expuestas, y toda la prensa filmando una pared en blanco. Y Junqueras y los Jordis convertidos en iconos pop y en mártires de la libertad de expresión. A tope.

3) Idea para una futura instalación: enmarcar el comunicado de IFEMA, colgarlo en un stand de ARCO, venderlo por 100.000 euros y dedicar lo recaudado a un fondo en favor de la libertad de expresión (que buena falta nos hace).

PD: La institución ferial Ifema está formada a partes iguales por el Ayuntamiento, la Comunidad de Madrid (CAM) y la Cámara de Comercio (la Fundación Montemadrid tiene el 7% restante). La Cámara de Comercio y la CAM han avalado la decisión censora del presidente de Ifema.