Rincón de María Trincado
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Altarejos. Un jardín en la Dehesa
Altarejos. Un jardín en la Dehesa. Carlos March. 304 páginas; 58,00 euros. Comprar libro.Altarejos es una obra singular, reflejo de la excepcional calidad y belleza de
Altarejos. Un jardín en la Dehesa. Carlos March. 304 páginas; 58,00 euros. Comprar libro.
Altarejos es una obra singular, reflejo de la excepcional calidad y belleza de la finca de caza que describe, cuyo autor y propietario, Carlos March, adquirió en 1975 sin un proyecto excesivamente definido: “Compré Altarejos con el objetivo de disponer de un coto de caza de perdiz salvaje en ojeo, con una casa y un jardín respetuosos con el medio ambiente. Solo me interesaban la caza y el respeto a la naturaleza”.
El libro describe con pasión, minuciosidad y enorme rigor el trabajo y la evolución que ha experimentado la finca a lo largo de los 35 años que han transcurrido. El autor comienza con un agradecimiento especial a tres personas: Gerald Huggan, Luis Vallejo y Conchita, su mujer.
Huggan, creador de parques en Nairobi y asentado posteriormente en Málaga, fue el principal asesor en una primera etapa que abarcó hasta 1994, en la que queda redondeado el jardín, destacando como una de sus principales aportaciones la preferencia por las líneas curvas; “gracias a ellas las transiciones, los juegos con las vistas, la integración en la naturaleza se resuelven con mayor facilidad. La idea del jardín era la de Huggan y su desarrollo inicial también. Solo el paso del tiempo me permitió elaborar conceptos propios, reducibles a dos: las transiciones al campo y la coordinación de estas con las partes más antiguas”.
En una segunda etapa se abordó la formación de un jardín de transición al campo, con la ayuda de Vallejo, especialista en bosques mediterráneos y en árboles de gran porte. “Si Huggan y Vallejo han cimentado el cuerpo del jardín, Conchita, mi mujer y compañera de toda la vida, ha sido quien le ha sustentado el alma”.
“En este libro defiendo la idea de jardinería como complemento del medio ambiente, y de este como depositario de valores culturales que van más allá de la riqueza económica. Este es un libro sobre naturaleza, o mejor, sobre naturaleza ordenada, ajardinada. En una visión personal, algo panteísta y por ende discutible, entiendo la belleza de un jardín como acondicionamiento de espacios y vistas profundas, como una continuación de la propia naturaleza. La jardinería que busco es un derivado de la naturaleza, y lo mismo ocurre con la caza”.
Estos párrafos entresacados de diferentes páginas definen con precisión la filosofía que ha impregnado la composición y consolidación de la finca, no solo en las zonas ajardinadas, sino en su conjunto, empezando por la caza. Y es aquí donde probablemente resida uno de sus principales rasgos diferenciadores, junto a otros dos que destaca el autor: la historia global de un jardín a lo largo de 35 años y la relación de los errores cometidos.
A lo que yo añadiría que es una obra absolutamente personal, reflexiva y didáctica, que deja entrever amplios conocimientos e intereses, reflexiones fraguadas con el paso del tiempo, construida sobre cuatro álbumes de comentarios y fotografías del autor que abarcan de 1999 a 2009. También una obra sincera, generosa, es un privilegio que el propio creador facilite un paseo estético e intelectual de tanta intensidad por su propiedad y por sus ilusiones. Todo ello agrupado en cuatro grandes apartados: la caza; las rosas, otra de sus pasiones principales junto a la caza; tapizantes, arbustos pequeños y acuáticas; grandes arbustos, árboles, trepadores y setos; errores y problemas, el futuro.
Me gustaría destacar el capítulo, más extenso, el de la caza, ya que apenas un puñado de fincas en toda España mantienen la posibilidad de cazar perdiz salvaje en ojeo. En la actualidad cuenta con 6.700 hectáreas en propiedad y varios cotos arrendados que bordean la Sierra Norte de Sevilla, adentrándose en la provincia de Badajoz. Y esta es su dolorosa conclusión: “La perdiz natural en España está en vías de extinción. Es incompatible con el pájaro de granja en una misma superficie y no competitiva en costes. No sé si los responsables de la Administración son conscientes de esta triste realidad”. Se detiene en clasificar los distintos tipos de cazadores, en describir al tirador perfecto, analizar las armas y suministrar unos sencillos consejos al principiante.
Su lectura con frecuencia me hacía recordar otras dos valiosas obras comentadas en este espacio recientemente, Los jardines mágicos de España, y Trochas, sabiduría y sentires del cazador, las tres se complementan y pueden abrir enormes horizontes a los que ya hayan disfrutado con alguna de ellas. En cualquier caso, me reconforta y enriquece enormemente saber que en España contamos con personas con tanta sensibilidad y conocimiento de la naturaleza como los autores de estos tres libros, March, Mencos y Yanes.
Altarejos. Un jardín en la Dehesa. Carlos March. 304 páginas; 58,00 euros. Comprar libro.