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La colaboración entre izquierda y derecha en la aceleración de la reindustrialización
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La colaboración entre izquierda y derecha en la aceleración de la reindustrialización

Debería ser posible la colaboración transversal en un tema crucial como lo es la mejora de la productividad del sistema; condición necesaria para incrementar la renta per cápita

Foto: Fábrica de BSH en Zaragoza. (EFE/Javier Cebollada)
Fábrica de BSH en Zaragoza. (EFE/Javier Cebollada)

A pesar de que para muchos los términos "izquierda" y "derecha" han perdido relevancia, en el imaginario colectivo continúan estando vigentes alimentando la confrontación (a veces más coreografiada que fundamentada en diferencias insalvables).

Otras veces las diferencias son de raíz y por lo tanto, deberían ser canalizadas dentro del marco de las reglas del sistema democrático.

Foto: Reyes Maroto, el nuevo titular del ramo y ex director general de Turespaña. (EFE/Zipi)

No obstante, debería ser posible la colaboración transversal en un tema crucial como lo es la mejora de productividad del sistema; condición necesaria para incrementar la renta per cápita (dejando los temas de distribución para la contienda legítima).

Entre otros objetivos dicha meta exigirá alcanzar el objetivo de reindustrialización de la UE (objetivo: 20% del PIB cuando en España actualmente la manufactura aporta el 15,3%, UE 17%). Urge también continuar aumentando el valor añadido en el sector servicios (¡buena noticia!); las exportaciones de servicios no relacionados con el turismo —ej. servicios a empresas, tecnología, patentes, logística—, superan al turismo en valor añadido.

Por mucho que el PIB siga creciendo, existe un reto de recuperación del valor medio de los ingresos del trabajo "pre impuestos y transferencias", cuya caída fue resultado de la reducción del % de ocupaciones de retribución intermedia (causas: crisis de 2008, pandemia, deslocalización, automatización, precarización laboral).

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Vale la pena recordar que en España existen grandes precedentes de colaboración entre la izquierda y la derecha. Por lo tanto, aunque pudiera parecer utópico a quienes no vivieron la transición, la cooperación entre bloques en temas de interés vital (ej. Pactos de la Moncloa, impuestos modernos), fue la norma hasta inicios de los 1990. Veamos que ha estado ocurriendo (pese al ruido mediático) recientemente. Hasta la fecha, las medidas relacionadas con el modelo productivo y de innovación han suscitado más acuerdos que otros temas más ideologizados (ej. política tributaria, educativa y social).

Por ejemplo, el gobierno actual aprobó en 2022 un "Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia" (PRTC) del cual se desprenden 30 componentes (que incluyen planes de reindustrialización, digitalización e I+D entre otros). La oposición conservadora ha negociado y permitido aprobar una parte importante de la legislación y decretos asociados al PRTC, como por ejemplo; la ley Crea y Crece facilitando la creación y la financiación de nuevas empresas; la ley de ciencias e innovación; la ley del "ecosistema de empresas emergentes" (de startups), que simplifica y ofrece desgravaciones para inversores en empresas innovadoras y la Ley de Residuos (en clave de impulso a la economía circular). Se observa por lo tanto, que la tónica de los acuerdos recientes fueran tácitos o votados, ha estado vinculada al modelo productivo y a la mejora de la base científica y tecnológica del país.

En cambio los conservadores se han opuesto a medidas de progresividad fiscal (ej. Impuesto de solidaridad, mínimos en el I. Soc., beneficios caídos del cielo de energéticas y bancos), a la reforma laboral (pese a que la patronal CEOE sí la apoyó) ni a la reforma de las pensiones aunque ambos bloques acordaron la extensión de la edad de jubilación hasta los 67 años.

Foto: Rodaje de la serie "Berlín", derivada de "La casa de papel", de Netflix. (EFE)

Sin embargo los dos bloques, carecen de razones para ignorar evidencias que hablan muy fuerte. Aunque (pandemia aparte) el PIB ha crecido fuertemente en los últimos años:

  1. Los ingresos salariales apenas han crecido entre 2011 y 2021 (+5%) (Fuente: Eurostat).
  2. La participación de los ingresos del trabajo en las rentas nacionales se deteriora, pese a que los PIB siguieron creciendo. (2) FMI
  3. La proporción de ingresos acumulados por el primer 1% de rentas, crece del 13% en 2007 al 17% en 2019 (o sea, el crecimiento se acumula en la cúspide).
  4. La brecha entre ingresos de los jóvenes y de los mayores de 65 años crece.

Si bien, desde una perspectiva liberal conservadora la distribución de la riqueza no es un tema importante siempre y cuando la riqueza aumente en todos los estratos de ingresos, la realidad es que en la base de la pirámide la riqueza disminuye. Por lo tanto, amigos conservadores, "tenemos un problema".

Como se ha argumentado en otro artículo (5) Blog El Confidencial) la distribución "pre política fiscal" lleva deteriorándose desde la crisis de 2008, pese a las medidas redistributivas adoptadas por la izquierda (subidas del SMI, ERTE, lMV, mínimo exento del IRPF, refuerzos en educación y sanidad) las cuales no por parcialmente efectivas (la "redistribución" hizo subir la participación del último 50% de ingresos, del 14% de la renta N. al 17% —Esade—) han neutralizado del todo la caída de ingresos más bajos. Por lo tanto amigos de la izquierda también "tenemos un problema".

Desde una perspectiva liberal conservadora, la distribución de la riqueza no es un tema importante siempre

En suma, la meta transversal es conseguir a la vez una mejora de la renta media por habitante y mediante el mecanismo de la promoción de ocupaciones intermedias; también la distribución, lo cual exige acelerar una reindustrialización en clave del siglo XXI (ej. tecnologías 4.0 que permiten recudir el diferencial de costes con Asia, biociencias, economía circular, ahorro energético, mejora de cuota de servicios avanzados).

Aunque no puede negarse que el actual gobierno ha activado palancas de reindustrialización y fomento de la ciencia y nuevas tecnologías, aún quedan muchas barreras por vencer. Sería injusto proceder directamente a señalar "sombras" sin enumerar "luces" (algunas preceden a la legislatura actual).

Algunos logros recientes:

  • El dinamismo exportador es el mayor de la UE. La economía española es la 2ª más exportadora de los grandes de la UE —34% del PIB—. Las exportaciones han crecido un 40% en una década. 43.000 empresas (+30%) exportan regularmente.
  • El contenido de alta tecnología en el total de exportaciones de manufacturas, pasó del 6% (2008) al 9% (2022) (crecimiento en valor absoluto superior al 100%: 11.250 M a 23.460 M).
  • La brecha en I+D con la UE se está cerrando lentamente (por 2º año consecutivo). Los presupuestos de I+D aumentaron en 2022 en 21%.
  • El capital riesgo (esencial para aumentar escala de Pymes) crece significativamente en España (8300 M en 2022, +15%).
  • España mejora puestos (20) en el índice global de atracción del CR (76%).
  • Aumentan los fondos públicos (ej. FondICO, CDTI Inviertte) en roles de "fondos de fondos de CR" en colaboración con el sector privado (El Economista 11) y los programas financiación de empresas de innovación. (CDTI, Enisa, ICO).
  • Se han lanzado convocatorias para 11 planes sectoriales de reindustrialización con exigencias multiplicadoras por el sector privado (incl.Pymes), previéndose un impacto sobre el PIB del 3% entre 2021 y 2026.
  • Ley de Ciencias de 2022 potencia la colaboración bidireccional entre centros públicos de I+D+i y sector privado, la movilidad de investigadores y la atracción de talento.
  • La nueva normativa de patentes facilita la explotación público privada de I+D+i desarrolladas en CPI (evitando la pérdida de vigencia de las mismas una vez registradas, por falta de recursos)
  • Se ha aprobado un "plan de transferencias y colaboración público-privada".

Sombras

Sin embargo si dichos esfuerzos se limitaran a pocos años (de fondos UE), los esfuerzos arriba mencionados no serían suficientes para alcanzar las metas de mutación de la base productiva. Aunque representan sin duda un salto cualitativo respecto de épocas pasadas, subsisten lagunas a corregir:

  • Más allá del horizonte "Next Generation" (2026), urge un pacto transversal en el congreso, que asegure la continuidad del ritmo inversor en I+D+i y en planes de reindustrialización.
  • El informe Cotec estima que "para alcanzar el objetivo UE 2,12% (del PIB) en 2027 es necesario un aumento sostenido de al menos un 12,7% anual duplicando la inversión anual hasta 2027".
  • Dado que el sector privado no invierte lo suficiente en I+D+i (56% del total en España vs. 65% en la UE) es necesario actuar más intensamente en dos direcciones: 1) Reducir el desproporcionado % de ayudas reembolsables respecto de las directas (comparación UE) y 2) reducir la elevada proporción de pymes industriales demasiado pequeñas.
  • Aunque la brecha con Europa en I+D+i se reduce (2021, 2022), a este ritmo no se llegará a la meta en plazo sin introducir un modelo alternativo de incentivos al sector privado (distinto de la desgravación generalizada al I+D).
  • Las desgravaciones al I+D+i por grandes empresas (nacionales e internacionales) deberían reducirse a una lista de actividades prioritarias, aumentando a cambio, los fondos a centros de I+D+i sectoriales público-privados (dada su capilaridad en pymes) y el % de ayudas directas a Pymes.
  • Se deberían aumentar las ayudas directas no reembolsables, para el despegue de Pymes tecnológicas, con el aval técnico de centros independientes (como ocurre con el programa "Life" de la UE). Hay pymes desarrollando innovación por 3 Mi (cofinanciada por fondos "Life"de la UE, y centros de I+D nacionales) que sólo facturan 1 millón (¿Si "Life" adopta un criterio porqué no lo adopta el CDTI?)
  • El sistema de ayudas al I+D+i exige garantías y avales (que muchas pyme no están en condiciones de obtener).
  • La relación entre inversión en I+D y crecimiento no es directa. La transferencia de tecnología desde los CPI de I+D a las PYME no está resuelta (demasiados organismos y procedimientos opacos).
  • La atomización de centros de I+D+i sectoriales es una barrera. Deberían fusionarse ya que frecuentemente hay demasiados en el mismo sector.
  • Aunque el capital riesgo despega en España, en % del PIB sigue siendo comparativamente reducido. La cuota invertida por el CR y la banca privada de inversión (15%) en empresas de nuevas tecnologías es netamente inferior a la de la UE (34%).

En España las grandes fortunas privadas todavía siguen prefiriendo la tranquilidad de la inversión inmobiliaria y en bolsa, para lo cual gozan del mejor incentivo: la garantía de rentabilidad a medio plazo. La de nuestras élites, no ha sido tradicionalmente una cultura de "caerse y levantarse" rasgo que sí es palpable en muchos "Pymempresarios". Por lo tanto, es necesario reducir incentivos al CR y banca privada no relacionados con la industria y las nuevas tecnologías, aumentándolos en estos últimos sectores. En suma se debe profundizar aún más en las recomendaciones del instituto Elcano sobre la estrategia nacional de "Deep Tech".

¿Algunas personas se preguntarán: "¿si uno no trabaja como diseñador, tecnólogo o ejecutivo, de qué le sirve un modelo productivo de tecnología alta y media?" Está demostrado que las ganancias de productividad en sectores exportadores se trasladan rápidamente al conjunto de la economía (Rodrik, Harvard). Significa que si un peluquero o una dentista en España perciben ingresos superiores a los de sus homólogos en Buenos Aires no es porque sean más "productivos", sino porque la renta per cápita de nuestro país es superior. Por el mismo motivo, las mismas profesiones en Hamburgo son mejor retribuidas que en nuestro país. Por lo tanto la aceleración de la transición a un modelo productivo de mayor valor agregado es un asunto que incumbe a toda la ciudadanía.

Un posible punto de encuentro entre ambas orillas ideológicas podría consistir en aceptar una mayor progresividad fiscal sobre grandes patrimonios "pasivos" a cambio de fuertes desgravaciones al capital riesgo empresarial (IS, IP) en una larga lista de sectores. Algunos se preguntarán si la "aceleración" de la matriz productiva, no es simple utopía y si no hay que dejar que la mano invisible del mercado "haga solita su trabajo". Es importante recordar que países como Israel, Singapur, Malasia y Corea del Sur eran menos desarrollados que España en los 1970 y que su desarrollo acelerado, fue en gran medida provocado por fuertes incentivos al capital riesgo, bajo fórmulas de colaboración público-privada.

Foto: EC Diseño.

No hay que perder de vista que cuando la renta per cápita no crece (es el caso en todo occidente), significa que la parte del pastel (fuente FMI) que perciben los grandes patrimonios no hace más que crecer "en piloto automático" dado que la rentabilidad "after tax" de los grandes patrimonios supera el 5%, lo cual está muy lejos de los ideales de Adam Smith (la “mano invisible de los mercados" lo arregla todo) y de Schumpeter (el “espíritu creativo del capitalismo”).

Por lo tanto, el "desafío cultural" de la izquierda consistiría en aceptar las desgravaciones a aquellos inversores "pongan los capitales a trabajar" por el fortalecimiento de la base industrial (en particular en la incubación y en 2as y 3as rondas de financiación en una larga lista de sectores de valor añadido). Algunos en la izquierda, se llevarán las manos a la cabeza, pero es importante recordarles que dado que la inversión inmobiliaria y en renta variable, no presentan casi riesgo a 10 años vista, la propuesta es condición necesaria para acelerar la transición hacia un modelo capaz de aumentar ingresos reales de los trabajadores.

Por otro lado, el "reto cultural" de la derecha consistiría en aceptar que la riqueza pasiva tribute más, a cambio de mayores incentivos para las inversiones de mayor riesgo, con lo cual el relato "pro empresa" se acercaría finalmente a la realidad. Sería quizá una buena idea que izquierda y derecha al menos comulgaran en la urgencia de inculcar una mayor cultura de emprendimiento en el país (admitiendo de paso que ninguno de los dos bloques la ha considerado históricamente una prioridad).

Jaime Ferrer Marrades es empresario, profesor de EADA, exsocio de Accenture, coordinador del proyecto Economía Circular España.

A pesar de que para muchos los términos "izquierda" y "derecha" han perdido relevancia, en el imaginario colectivo continúan estando vigentes alimentando la confrontación (a veces más coreografiada que fundamentada en diferencias insalvables).

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