Sobre el origen (y actualidad) de la fiesta de los Santos Inocentes

Uno de lo recuerdos mejor grabados en mi infancia, y dentro de las fiestas de Navidad, es el de los Santos Inocentes. En esas fechas se intentaban hacer las populares inocentadas. Estas iban desde las más pueriles hasta las mas sofisticadas. Se movían entre la broma y la burla. Al final, quien caía en la inocentada quedaba como un incauto crédulo.

La fiesta de estos niños elevados a santos por la imaginacion popular se basa, sobre todo, en el conocido relato de los Evangelios canonicos atribuido a San Mateo. Allí se dice que Herodes el Grande, rey de Judea aunque sujeto a Roma, mando matar a todos los niños menores de dos años justo en el tiempo que habria nacido Jesús. La causa de este cruel desproposito estaría en el engaño que recibió de ciertos Magos venidos de Oriente para postrarse con regalos ante ese niño considerado por los cristianos Dios. Les habria guiado una estrella. Cuando se enteró, Herodes quiso saber quién era tal niño, puesto que podría destronarle, pero ellos le señalaron mal el modo de encontrarle. En su cólera, habría matado a todos los niños en ese tiempo nacidos en Belén.

Es obvio que se trata de una leyenda, de un conjunto de imágenes míticas que son reelaboraciones de otras lo que pone en cuestion su historicidad, aunque la Iglesia ya las festejó desde sus inicios. Pero resta saber su contenido simbólico,se trate de creyentes o incrédulos.

Me parece muy pertinente que se siga recordando que el poder por el poder no solo destruye la ética sino que se envuelve en el fango de la maldad

Parece que Herodes fue un total despota y que mató a quien hiciera sombra a su poder. Por eso, una interpretacion muy generalizada consiste en destacar cómo el apetito de poder arrasa de tal manera que cualquier medio vale para para lograr el objetivo que se desea. Y así, el mas risueño bebe puede convertise en sangre que beberá el ambicioso.

Por mi parte, y respetando los estudios históricos tanto de los críticos internos como externos, me gustaria hacer estas breves observaciones. Me parece muy pertinente que se siga recordando que el poder por el poder no solo destruye la ética sino que se envuelve en el fango de la maldad. Por otro lado, debería cuidarse más el concepto de inocente. El inocente se opone al mal. Los niños por eso no son inocentes sino 'no nocentes', ya que están aun incapacitados para elegir. Finalmente, Herodes es tambien el modelo exagerado de la credulidad. Cree en los magos y sus magias con un perverso infantilismo. Infantilismo, por cierto,que estamos padeciendo en nuestros dias.