Las porterías andan revolucionadas

Las porterías andan revolucionadas. De repente, un puesto de máxima confianza como es el de portero se tambalea en los dos mejores equipos del mundo por motivos bien diferentes. La calma del F. C. Barcelona se vio afectada por el anuncio de Víctor Valdés de que se marchará cuando finalice su contrato el 30 de Junio de 2014. En el Real Madrid la lesión de Iker Casillas ha obligado a tomar decisiones rápidas y necesarias para asegurar la portería en el tramo más importante de la temporada. Tras la tormenta imperfecta generada gratuitamente por Mourinho apareció un problema real. La baja por tres meses del portero titular e indiscutible se mire por donde se mire. Se ha tenido que fichar con celeridad a Diego López para no dejar a Adán solo ante el peligro. El daño que produce el anuncio de Valdés se compensa con el tiempo que hay para buscar tranquilamente un recambio. No será fácil.

Un estilo de juego tan definido marca hasta al portero que no se escapa al fútbol de toque. La torpeza de pies retrataría al más habilidoso con las manos. Ahora mismo no se sabe si Víctor saldrá a final de temporada con la opción de que el Barça rasque algo del traspaso, o que el club ponga en marcha una campaña pro cariño para convencerle de que no estará en ningún sitio mejor que de azulgrana. La maquinaria se ha puesto en marcha desde las oficinas hasta el vestuario, pero VV es difícil de convencer cuando ha tomado una decisión. Lo demostró con 20 años y ahora, pasados los 30, busca otros alicientes que vayan más allá de la felicidad deportiva que le proporciona su actual club.

Lo de Iker es distinto. Deja huérfana la portería madridista en el momento más inoportuno muy a su pesar. Pensar en que se recupere antes de tres meses es un exceso de optimismo cuando la lesión se produce en la parte del cuerpo más importante para un portero. Al contrario que en el Barcelona, los blancos no tenían mucho tiempo. Una operación relámpago ha dejado cubierto el puesto para las próximas cuatro temporadas con dos jugadores veteranos y expertos. Tiempo suficiente para ir buscando un relevo de futuro con garantías. Jugada perfecta.

Diego López vuelve a casa. Le tocará vivir un dejà vu cuando desde el banquillo vea otra vez a Iker bajo los tres palos. Pensará que ahora es el momento, no cuando tenía toda una carrera por delante y decidió marcharse al Villarreal donde ha vivido sus mejores momentos como profesional. Debutó con la España. Los constantes rumores de su salto al fútbol inglés se quedaron en eso, rumores. Recaló en el Sevilla donde nunca pudo ganarle la competencia a un zorro viejo como Palop. Ahora tiene tres meses para poder cumplir su sueño de ser titular en el Real Madrid. Dos barreras a superar. Adán quiere lo mismo y Mourinho quedará en evidencia si pone a Diego López antes que un portero que “estaba mejor que Iker”. Ni él se lo creía, pero veremos hasta qué punto Mou es prisionero de sus palabras.