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Las truculentas historias de Astiazarán, Badiola y Javier Tebas
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Ángel Rodríguez

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Las truculentas historias de Astiazarán, Badiola y Javier Tebas

La Liga de Fútbol Profesional tiene un presidente llamado José Luis Astiazarán y un vicepresidente, Javier Tebas, que están en el ojo del huracán. Astiazarán tuvo

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Las truculentas historias de Astiazarán, Badiola y Javier Tebas

La Liga de Fútbol Profesional tiene un presidente llamado José Luis Astiazarán y un vicepresidente, Javier Tebas, que están en el ojo del huracán. Astiazarán tuvo que salir por piernas de la Real Sociedad después de cuatro años presidiendo el club al que dejó en una situación económica lamentable. Es un animal de despacho. Sabe arrimarse al poder. Antes de ser presidente, sus compañeros de Junta Directiva en la Real le apodaban Asti “el Bombonero” por su afición a regalar chocolate al entonces presidente Luis Uranga. Ahora resulta que otro expresidente Iñaqui Badiola acusa de dopaje al equipo donostiarra por aquellos años.

Tras el revuelo inicial por sus declaraciones, la trama empieza a desinflarse. Las acusaciones se pueden tomar más o menos en serio dependiendo de quien vengan. Badiola no goza de demasiada credibilidad. Junto a Asti dejaron a la Real como un solar. En San Sebastián, afición y exjugadores andan muy cabreados. Normal. Este tipo de informaciones calan en el publico y enfangan no solo a los tramposos sino también al que pasaba por allí. Los comunicados no se hacen esperar. La Real Sociedad "muestra su total disponibilidad a colaborar activamente con los organismos pertinentes en aras al esclarecimiento de los hechos a los que se refiere la información, manifestando rotundamente su posicionamiento de tolerancia cero sobre prácticas dopantes. Desde que el actual Consejo de Administración asumió la responsabilidad de gestionar la sociedad, el 20 de diciembre de 2008, puede garantizar que no se ha producido práctica irregular alguna". Es decir, nada de doping en los últimos años y colaboración total con la justicia si lo precisa. 

Asti el Bombonero se ha desmarcado de las acusaciones y anuncia medidas legales: “Nunca tuve conocimiento ni sospecha de la realización de prácticas ilegales en relación con los Servicios Médicos, los cuales trabajaron siempre dentro de la máxima ética y profesionalidad. Si las hubiera tenido, hubiera actuado con contundencia con la diligencia debida. Iniciaré cuantas acciones legales sean oportunas en defensa del derecho al honor". Mi buen amigo Alfonso Azuara siempre dice que las demandas no se anuncian, se interponen.

 

Le podría echar una mano su vicepresidente, Javier Tebas, como abogado que es. Pero anda ocupado desde hace meses en atacar a su propia competición. Acusaciones de compra de partidos en la liga española sin pruebas que lo demuestren. ¡Menudo abogado! Y lo que es peor, sin acciones que salgan de su propia organización dirigidas a acabar con lo que denuncia. Tebas se hizo su película cuando conoció que la Oficina Europea de Policía estaba investigando posibles amaños de partidos en nuestro país. Quiso ir de listo y lanzó una acusación intuyendo la que se venía encima. Le hubiese gustado ir de súper héroe con un lacónico: “Ya lo avisé”. 

¡Bingo! La Europol ha anunciado este lunes que ha destapado la mayor red de amaño de partidos conocida. Afectaría a más de 380 encuentros de ligas nacionales europeas, Liga de Campeones e incluso Mundiales y Eurocopas, durante el período 2008-2011. Este "sindicato del crimen organizado" tiene sede en Asia con ramificaciones en el continente europeo. La red afecta a unos 380 partidos de fútbol. Habrían arrojado unos 8 millones de euros de beneficios. La investigación ha durado 18 meses, ha identificado a 425 árbitros, jugadores, directivos y criminales implicados en un total de 15 países, después de analizar más de 700 partidos en 30 países diferentes. De momento, cincuenta personas han sido detenidas en la operación. La trama afecta también a dos empates en Liga de Campeones, uno de ellos en Reino Unido, y a partidos de clasificación para Mundiales. Dos en África y uno en Centroamérica. Eurocopas, además de "varios partidos de las ligas europeas de fútbol más importantes", y que es sólo "la punta del iceberg". Reino Unido, Alemania, Holanda, Finlandia, Austria, ¿dónde está España? se preguntaría un desesperado Tebas.

Una orgía de datos. Un buen número de partidos, personas y países implicados entre los que no se encuentra España. Me imagino a Tebas llamando ayer a la Europol, cabreado como una mona, diciendo que cómo es posible que España no aparezca en esta extensa lista de acusados. De momento queda retratado. Tiene dos opciones: 1- Trabajar en demostrar sus acusaciones de que en España se compran partidos. Pero claro eso no da dinero. Es bastante más rentable asesorar a los clubes para que entren en Ley Concursal. 2-. Marcharse de la mano de su presidente, Asti el Bombonero. 

Así está el patio en el fútbol. Un reflejo más de la sociedad española. Unos colocaron a la Real en segunda división, otros han enviado a España a esa categoría. Son los mismos perros con distinto bozal.

La Liga de Fútbol Profesional tiene un presidente llamado José Luis Astiazarán y un vicepresidente, Javier Tebas, que están en el ojo del huracán. Astiazarán tuvo que salir por piernas de la Real Sociedad después de cuatro años presidiendo el club al que dejó en una situación económica lamentable. Es un animal de despacho. Sabe arrimarse al poder. Antes de ser presidente, sus compañeros de Junta Directiva en la Real le apodaban Asti “el Bombonero” por su afición a regalar chocolate al entonces presidente Luis Uranga. Ahora resulta que otro expresidente Iñaqui Badiola acusa de dopaje al equipo donostiarra por aquellos años.

Javier Tebas Iñaki Badiola