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Veinte años del asesinato de Zabaleta y los "hijos de puta" siguen navaja en mano
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Kike Marín

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Veinte años del asesinato de Zabaleta y los "hijos de puta" siguen navaja en mano

El Atlético sigue teniendo un problema con los ultras, los mismos que asesinaron al aficionado de la Real, aunque mientras sus dirigentes no lo hagan propio, no se solucionará

Foto: Aficionados de la Real recordando a Aitor Zabaleta, asesinado el 8 de diciembre de 1998 en los aledaños del Vicente Calderón. (EFE)
Aficionados de la Real recordando a Aitor Zabaleta, asesinado el 8 de diciembre de 1998 en los aledaños del Vicente Calderón. (EFE)

La noticia de que un chico de 22 años había sido apuñalado en las proximidades del Wanda Metropolitano unas horas antes del Atlético de Madrid-Sevilla de Copa me trajo inevitablemente a la memoria el nombre de Aitor Zabaleta, el seguidor de la Real Sociedad que el 8 de diciembre de 1998 fue asesinado a las puertas del estadio Vicente Calderón. Allí mismo fue reanimado de una parada cardíaca, antes de ser trasladado en una UVI móvil a la Fundación Jiménez Díaz, a cuya entrada volvió a parársele el corazón. Tras ser operado por espacio de hora y media y emitirse un "esperanzador" parte médico, su estado empeoró al sufrir una hemorragia posoperatoria y minutos antes de las tres de la mañana Aitor, un hincha de la Real de 28 años que había viajado a Madrid junto a su novia, falleció.

Aunque en otras circunstancias, esta historia bien pudo haberse repetido la noche de este miércoles, casi veinte años después. No, recordar a Zabaleta no fue casualidad, sobre todo tras conocer que Ignacio Racionero, un ultra del Atlético que estuvo detenido en la cárcel de Soto del Real y posteriormente imputado por el asesinato, que no muerte, del seguidor de la Real Sociedad, fue arrestado de madrugada como presunto autor del apuñalamiento, en esta ocasión de otro aficionado rojiblanco. El tal Racionero, que se ha pasado diez años en prisión por atracos fundamentalmente a farmacias, fue calificado en el juicio por el asesinato de Zabaleta como "el lugarteniente que siempre acompañaba" a Ricardo Guerra, aunque éste fue el único condenado, concretamente a 17 años de cárcel.

Foto: Un joven de 22 años, apuñalado cerca del Wanda Metropolitano.

Sí, la jueza ordenó que se investigara si también intervinieron en la muerte del seguidor de la Real otras dos personas, entre ellas el tal Ignacio Racionero, aunque finalmente archivó la causa sobre los dos por entender que no había pruebas suficientes de su participación. Sin embargo, y he aquí un dato que, salvo error, deja muy mal al club, no fue hasta 2005 cuando Racionero fue expulsado por el Atlético de Madrid. El motivo, asaltar el entrenamiento del equipo en el Cerro del Espino, de Majadahonda, y encararse e insultar a jugadores y entrenadores junto a otros diez ultras más.

Casualmente, si bien hay quien cree que igual que no es casualidad, un testigo protegido identificó el pasado lunes ante el juez que investiga a cinco ultras del 'Frente Atlético', al que él también pertenece, como los autores materiales de la muerte de Francisco Javier Romero, alias Jimmy y miembro de 'Riazor Blues', el 30 de noviembre de 2014, antes de la disputa del encuentro entre el Atlético de Madrid y el Deportivo en el Calderón.

placeholder Miembros del Frente Atlético despiden a su equipo.
Miembros del Frente Atlético despiden a su equipo.

La responsabilidad del Atlético de Madrid

Por supuesto que no se puede generalizar y en ningún caso criminalizar a la incondicional y en muchas cosas ejemplar afición del Atlético, pero es responsabilidad de sus dirigentes acabar con esta lacra de la sociedad, del fútbol y del propio club. "Yo no soy quién para disolver el Frente", dijo Miguel Ángel Gil, consejero delegado del Atlético de Madrid, tras la reyerta entre ultras del equipo rojiblanco y del Depor que acabó en tragedia con la muerte del mencionado Jimmy. "Entre esos cuatro mil siempre te encuentras algún hijo de puta, algún asesino, algún delincuente", añadió Gil.

En la misma línea se manifestó Enrique Cerezo, quien dijo que los incidentes que costaron la vida a un ultra del Deportivo y acabó con 24 detenciones habían sucedido "muy lejos del Calderón" y "al margen" de lo que es un partido de fútbol. "Ni el Deportivo ni el Atlético tienen nada que ver con estos hechos, son grupos radicales que tienen sus historias y sus cuentas", añadió el presidente del Atlético en otra demostración de irresponsabilidad.

Foto: Cerezo y Miguel Ángel Gil

Según algunas informaciones, Racionero pertenece a 'Suburbios Firm', una facción del 'Frente Atletico' que fue exulsada de este por sus relaciones con los 'Ultra Sur' del Real Madrid. Sabido es que cuando Florentino Pérez se propuso sacar a los violentos del Bernabéu, lo logró, aunque a cambio haya creado esa 'Grada FANS' tan cuestionada, si bien por otros motivos bien distintos y desde luego nada comparables con asesinatos.

Por fortuna, la vida del chaval de 22 años que al parecer vestía una camiseta del Frente Atlético no corre peligro, tras ser atendido de tres heridas por arma blanca en muslo, brazo y espalda, la última de carácter grave. Aitor Zabaleta no corrió la misma suerte. La puñalada que le asesinó fue directa el corazón y ya es triste que casi veinte años después los "hijos de puta, delincuentes y asesinos", como los calificó Miguel Ángel Gil, sigan campando navaja en mano, ensuciando la imagen del Atlético y de todo el fútbol español.

La noticia de que un chico de 22 años había sido apuñalado en las proximidades del Wanda Metropolitano unas horas antes del Atlético de Madrid-Sevilla de Copa me trajo inevitablemente a la memoria el nombre de Aitor Zabaleta, el seguidor de la Real Sociedad que el 8 de diciembre de 1998 fue asesinado a las puertas del estadio Vicente Calderón. Allí mismo fue reanimado de una parada cardíaca, antes de ser trasladado en una UVI móvil a la Fundación Jiménez Díaz, a cuya entrada volvió a parársele el corazón. Tras ser operado por espacio de hora y media y emitirse un "esperanzador" parte médico, su estado empeoró al sufrir una hemorragia posoperatoria y minutos antes de las tres de la mañana Aitor, un hincha de la Real de 28 años que había viajado a Madrid junto a su novia, falleció.