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La muerte del 'ertzaina' Inocencio tiene culpables y un responsable: la UEFA
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Kike Marín

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La muerte del 'ertzaina' Inocencio tiene culpables y un responsable: la UEFA

A la incomprensible presencia de ultras rusos en Bilbao se unió la provocación de los locales. Entre unos y otros la liaron antes del Athletic-Spartak y el fútbol volvió a ser un nido de cafres

Foto: Altercados entre aficionados del Spartak de Moscú y la Ertzaintza momentos antes de comenzar el partido. (EFE)
Altercados entre aficionados del Spartak de Moscú y la Ertzaintza momentos antes de comenzar el partido. (EFE)

Se llamaba Inocencio Alonso García, tenía 51 años, era natural de Ermua y pertenecía a la novena promoción de la Ertzaintza. Inocencio, que hizo honor a su nombre entre tanto cafre, falleció en el Hospital de Basurto tras sufrir un infarto durante los enfrentamientos producidos cerca del campo de San Mamés antes del partido de la Liga Europa entre el Athletic y el Spartak de Moscú, eclipsado por unos gravísimos incidentes que, no por esperados, acabaron resultando igual o más vergonzosos.

Como suele suceder en estos casos, especialmente ahora que las prisas por ser los primeros en dar la noticia cuentan con la ayuda de las redes sociales, no faltaron informaciones que hablaron de que "el 'ertzaina' ha fallecido por un tromboembolismo pulmonar al recibir un golpe y no han sido los rusos, sino Herri Norte, a pesar de que les habían confiscado numerosas armas. Los rusos iban escoltados por furgones policiales".

Sin embargo, según la versión oficial, el 'ertzaina' no sufrió ningún golpe sino que se desplomó durante la intervención policial que se produjo cuando, efectivamente, hinchas de ambos equipos se enfrentaron en la explanada de San Mamés y momentos después de que una bengala lanzada por un aficionado ruso cayera junto a él. Inocencio Arias, cuyo hermano también es 'ertzaina' y formaba parte del mismo dispositivo de seguridad, se desplomó, sus compañeros le quitaron el casco y las protecciones reglamentarias, le giraron e intentaron reanimarle, pero no lo consiguieron y una ambulancia le trasladó hasta el cercano Hospital de Basurto, donde tampoco se le pudo salvar la vida.

Fuentes policiales señalaron que los enfrentamientos se iniciaron cuando varios centenares de hinchas del Spartak de Moscú llegaban a las inmediaciones del estadio bilbaíno escoltados por ocho furgones de la Ertzaintza y fueron recibidos con el lanzamiento de botellas y otros objetos por parte de aficionados radicales del Athletic. Lo más triste es que previamente la policía vasca había requisado a los aficionados locales materiales como palos, barras extensibles y puños de hierro. Es decir, que, como bien apuntó el presidente de LaLiga, Javier Tebas, "los ultras rusos no deberían haber viajado a Bilbao", pero no por ello se debe olvidar que los ultras del Athletic también tuvieron mucho que ver en lo sucedido, hasta el punto de que fueron ellos los que en cierto modo echaron por tierra el dispositivo policial.

"Todo mi desprecio a quienes utilizan la violencia y no respetan nada. ¡Sobráis en Bilbao!", escribió Juan Mari Aburto, alcalde de la capital vizcaína, sin hacer referencia a nadie en concreto. "Nuestro más sentido pésame a la familia y compañeros del agente fallecido hoy. El Athletic Club muestra su más firme rechazo a la violencia generada en torno al fútbol". Este fue el escueto comunicado del club que preside Josu Urrutia, quien no consideró oportuno hacer declaraciones pese a la gravedad de lo sucedido.

placeholder Agentes de la brigada móvil de la Ertzaintza detienen a un aficionado con San Mamés al fondo. (EFE)
Agentes de la brigada móvil de la Ertzaintza detienen a un aficionado con San Mamés al fondo. (EFE)

No será porque no estaban avisados...

"Había que haberlo evitado porque su historial no presagiaba nada bueno", dijo Tebas sobre los temidos hinchas del Spartak de Moscú, para añadir que "la FIFA y la UEFA deben tomar nota de una vez por todas". Lo cierto es que el presidente de LaLiga ha logrado que en España apenas se produzcan actos de violencia en el fútbol, cosa que no sucede en las competiciones europeas, de ahí sus críticas. "Esto es una locura, algo muy grave. Contra la violencia ultra hay que ser contundentes, no se puede ceder y hay que hacer todo lo posible para erradicarla de una vez por todas. Lo que sucede en torno al fútbol, aunque no sea dentro de los estadios, también debe ser vigilado por el organizador de los torneos y de los partidos. No podemos mirar para otro lado".

La UEFA se limitó a mandar sus condolencias a la familia del 'ertzaina' fallecido, condenó los graves incidentes ocurridos en Bilbao e informó que se mantiene en contacto con las autoridades locales para ver qué medidas toma. Es decir, más de lo mismo. Sobre todo porque por mucho castigo o sanción que el máximo organismo del fútbol europeo pueda imponerle al Spartak de Moscú y, tampoco lo descarten, al propio Athletic por la implicación de sus radicales y la entrada de bengalas en San Mamés, nadie va a devolverle la vida a Inocencio Alonso, cuya muerte tiene varios culpables, pero un principal responsable: la UEFA.

Se llamaba Inocencio Alonso García, tenía 51 años, era natural de Ermua y pertenecía a la novena promoción de la Ertzaintza. Inocencio, que hizo honor a su nombre entre tanto cafre, falleció en el Hospital de Basurto tras sufrir un infarto durante los enfrentamientos producidos cerca del campo de San Mamés antes del partido de la Liga Europa entre el Athletic y el Spartak de Moscú, eclipsado por unos gravísimos incidentes que, no por esperados, acabaron resultando igual o más vergonzosos.

Ertzaintza