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Dejar a Luis Suárez en la grada sería el primer incendio del pirómano Koeman
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Kike Marín

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Dejar a Luis Suárez en la grada sería el primer incendio del pirómano Koeman

Una cosa es que el holandés no quiera contar con el veterano delantero y otra la pésima gestión que ha hecho de una salida enquistada y que recuerda a la protagonizada en el Valencia

Foto: Luis Suárez, a su llegada a la sesión de entrenamiento del FC Barcelona. (EFE)
Luis Suárez, a su llegada a la sesión de entrenamiento del FC Barcelona. (EFE)

Ya hizo algo parecido en la temporada 2007-2008, cuando, después de dejar literalmente tirado a un PSV Eindhoven en el que estropeó su buen recuerdo como jugador, Ronald Koeman entró en el Valencia CF como un elefante en una cacharrería y apartó de un plumazo a tres pesos pesados del vestuario como Albelda, Cañizares y Angulo. De ahí que tampoco sea de extrañar que la decisión del entrenador holandés de no contar con Luis Suárez pudo ser la gota que colmó el vaso de la paciencia de Messi y provocó el envío del ya famoso burofax del argentino en el que anunciaba su pretensión de marcharse del FC Barcelona.

"Si quieren prescindir de mí, estaría bien que me lo dijeran", llegó a declarar el delantero uruguayo ante las numerosas críticas recibidas, algo que el nuevo técnico azulgrana se tomó al pie de la letra, si bien lo hizo por teléfono y, según parece, con bastante poco tacto. Habrá quien piense que esta es única manera de hacer 'limpieza' en un vestuario como el del Barça, pero es evidente que hay formas y formas. Desde luego, en el Valencia a Koeman este método no le fue nada bien, pues llegó en noviembre y en abril ya estaba haciendo las maletas después de ganar 11 partidos de los 34 partidos que disputó, con 14 derrotas y 9 empates.

Foto: Joan Laporta, en un acto de su candidatura en 2015. (Reuters)

Igual por las buenas, y aún más después de haberse apañado, más que arreglado, lo de Messi, Luis Suárez hubiera puesto de su parte para encontrar una salida y no enrocarse como ha hecho tras sentirse maltratado por un entrenador que muy claro debe de tener que no cuenta con él, salvo que la orden le venga dada de más arriba. La intención del charrúa siempre ha sido la de seguir un año más al lado de su inseparable amigo Leo Messi, quien finalmente se quedará la temporada de contrato que a él también le resta, aunque, a diferencia de Suárez, él si estaba dispuesto a renunciar a cobrar su último año a cambio, claro está, de la carta de libertad.

Sin embargo, puesto a tener que irse, el ex delantero del Liverpool quiere hacerlo no solo previo cobro de lo que tiene firmado, sino con destino un equipo que compita contra el Barça de Koeman en Champions. Es decir, algo así como o con Messi, aunque sea en la grada, o contra el Barça, si bien su mercado es muy reducido por su edad (34 años en enero), lo que gana, según algunos medios, alrededor de 25 millones brutos y, quizás lo más importante, su pobre rendimiento la última temporada que le ha llevado a devaluarse considerablemente.

placeholder Ronald Koeman, con Messi en primer plano, durante el partido de pretemporada contra el Nástic de Tarragona. (EFE)
Ronald Koeman, con Messi en primer plano, durante el partido de pretemporada contra el Nástic de Tarragona. (EFE)

Las rajadas de los valencianistas

"Ojalá algún día entrene al Barcelona, así se igualaría algo la Liga", escribió en Twitter el valenciano Albelda, la principal 'víctima' de la llegada de Koeman al Valencia. "En cinco meses ha destrozado al equipo", llegó a declarar Joaquín, para añadir que "tiene la poca vergüenza de no despedirse del vestuario y decir las cosas a la cara. Ha demostrado ser mal entrenador y de buena persona tiene poco". "Estoy contento con que se haya ido porque su trato era lamentable", añadió Vicente Rodríguez, mientras Santi Cañizares también se despachó a gusto y dijo del holandés que "vino a restaurar a un equipo que estaba un poco roto y lo rompió todavía más".

Como quiera que el FC Barcelona pretende que Luis Suárez se vaya prácticamente libre, quizás por una cantidad testimonial como los 1,5 millones que el Sevilla FC ha pagado por Rakitic, aunque sin cobrar su último año de contrato, ya hay quien asegura que ello podría suponerle pasarse una temporada en la grada, donde Koeman estaría dispuesto a dejarle. Su salida en dirección a la Juventus parecía clara. Conocidas son las ventajas fiscales que ofrece Italia, sobre todo en el norte, aunque problemas con la doble nacionalidad, a falta de aprobar un examen de italiano, han podido frenar su llegada al equipo donde juega Cristiano Ronaldo y puede acabar recalando Dzeko. También se ha hablado del Atlético de Madrid, pendientes de encontrarle una salida a Diego Costa.

Luis Suárez llegó al Barça en 2014 por 75 millones de euros y su rendimiento ha sido indiscutible, al menos hasta la última temporada. Con 198 goles en 283 partidos, es el tercer máximo goleador en la historia del club. A diferencia de otros jugadores como Villa, Ibrahimovic, Dembelé o Griezmann, y al igual que Neymar, su relación de amistad con Messi ha sido clave para él y para el buen rendimiento del equipo, evidentemente hasta que ha dejado de rendir. Quizás Koeman ha hecho lo único que podía hacer para quitárselo de en medio, aunque sabido es que cuando dejas tan claro que un futbolista es transferible, su precio automáticamente se devalúa.

Ya hizo algo parecido en la temporada 2007-2008, cuando, después de dejar literalmente tirado a un PSV Eindhoven en el que estropeó su buen recuerdo como jugador, Ronald Koeman entró en el Valencia CF como un elefante en una cacharrería y apartó de un plumazo a tres pesos pesados del vestuario como Albelda, Cañizares y Angulo. De ahí que tampoco sea de extrañar que la decisión del entrenador holandés de no contar con Luis Suárez pudo ser la gota que colmó el vaso de la paciencia de Messi y provocó el envío del ya famoso burofax del argentino en el que anunciaba su pretensión de marcharse del FC Barcelona.

Leo Messi Neymar