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La 'quenelle' de Anelka: el oscuro episodio que quiere olvidar
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Gonzalo Mazarrasa

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La 'quenelle' de Anelka: el oscuro episodio que quiere olvidar

El documental sobre el francés muestra a un maduro exfutbolista, pero pasa de puntillas sobre la mayor polémica de su carrera

Foto: Nicolas Anelka, en una imagen de archivo. (EFE)
Nicolas Anelka, en una imagen de archivo. (EFE)

Hace pocas semanas la plataforma Netflix subía un documental sobre Nicolas Anelka, “Anelka, el incomprendido”, producido por un amigo de la infancia del ex futbolista francés y que nos muestra episodios de la prolífica carrera del delantero. Con episodios de mérito alternando con choques y sombras. Joven talento que ya despuntaba con 17 años y que se convirtió en el fichaje más caro del momento al firmar por el Real Madrid, con el que ganaría la Copa de Europa. Saltaría por diversos equipos de la Premier, participaría en otra final de la Champions fallando un penalti de la tanda de penaltis en Moscú 2008 disputada entre Chelsea-Manchester United. Tendría abundantes conflictos con entrenadores, quedándose fuera de la Francia campeona del Mundo del 98, pero sí logrando un hueco en la victoria de la Euro 2000. Hasta el difícilmente explicable episodio de la Selección Francesa en el Mundial de 2006: una bronca con el ya de por sí peculiar seleccionador Raymond Domenech en el descanso de un partido acabó con Anelka expulsado de la concentración en pleno mundial. Sus compañeros le apoyaron negándose a entrenar, y hasta el Presidente de la República Nikolas Sarkozy se sumó al debate y se atrevió a calificar los hechos como “inaceptables”.

placeholder Anelka, en su etapa como futbolista del Chelsea. (EFE)
Anelka, en su etapa como futbolista del Chelsea. (EFE)

El documental resulta un importante lavado de cara del jugador. Que además de verle en su vida actual, como un padre de familia ejemplar que juega con sus hijos y los recoge en la escuela, cuenta con el apoyo de otras grandes estrellas con las que compartió vestuario (Henry, Drogba, Pires sobre todo), el entrenador Arsene Wenger o incluso el actor Omar Sy, famoso por la película Intocable y que luego ha dado el salto a Hollywood y que era vecino y amigo de la infancia de Anelka.

Pero curiosamente el documental, que va siguiendo un orden cronológico desde los inicios de Anelka en el fútbol base hasta su debut en el PSG, su fichaje no sin polémica jurídica con el Arsenal o su llegada al Real Madrid, de repente toca un tema en poca profundidad y que no encaja en la línea temporal. Corresponde al año 2013, y es cuando un Anelka de 34 años, militaba en el West Bronwich Albion, el que sería su último club en Inglaterra (tras jugar con Arsenal, Liverpool, Manchester City, Bolton y Chelsea), anota un tanto y celebra su gol con un gesto conocido como “quenelle”, consistente en extender el brazo hacia abajo y colocarse la mano sobre el hombro. En ese momento, el gesto es poco conocido en Gran Bretaña (y en España) pero enseguida, la prensa se lanza contra Anelka y le acusa de celebrar el tanto realizando un símbolo racista próximo al nazismo.

El origen de la “quenelle” corresponde a un humorista francés llamado Dieudonné M'Bala M'Bala. Un personaje con un marcado humor político, cuya adscripción ideológica resultaba un tanto confusa en los cánones de ese momento. De religión musulmana mostraba su admiración a líderes variopintos como Hugo Chávez, Erdogan o Gadafi, con un marcado tono antijudío, y en el que cabían frases e ideas del Che Guevara o de Malcom X. Esta macedonia de contenidos, despertaba odios y críticas viscerales pero también recababa diversos apoyos, en ex miembros del Partido Comunista que se mostraban contrarios al estado de Israel, amantes de las teorías de la conspiración, de defensores de personajes “incomodos” en Occidente como Ahmadineyad.

placeholder Dieudonné M'Bala M'Bala, polémico humorista francés. (EFE)
Dieudonné M'Bala M'Bala, polémico humorista francés. (EFE)

La fama de Dieudonné, fue en aumento. Sus actuaciones parodiando a colonos israelíes le granjearon cierta notoriedad pero fue elevando sus bromas. En 2006, un joven judío Ilan Halimi de 23 años fue secuestrado, torturado y finalmente asesinado tras tres semanas de cautiverio. El hallazgo de su cuerpo levantó una oleada de protestas en contra del crimen en Francia y reabrieron el debate de la existencia de antisemistismo, en el país del affaire Dreyfuss. Dieudonné por el contrario, aprovechó para realizar diversas bromas. Mientras algunos defendieron la libertad de expresión y la irreverencia del cómico, se fue cerrando puertas. Eso también aumentó su activismo político, ingresando en el PAS, Partido Antisionista, con el que se presentó a las elecciones europeas de 2009 y donde comenzó a popularizar la “quenelle”.

En ese diciembre de 2013 la realizó Anelka al marcar con el West Bronwich. Pero no fueron los únicos deportistas. La estrella francesa de la NBA Tony Parker también la hizo en compañía del cómico, o el ex tenista Yannick Noah. Tampoco fue el primer futbolista, el jugador del Montpellier, Mathieu Deplagne, en enero de ese año, también celebró un gol así en la liga francesa. Al gesto, y por si quedaba alguna duda de sus simpatías, tampoco le importó hacerlo el propio Jean Marie Le Pen. Desde 2013, Dieudonné ha ido endureciendo sus posiciones políticas. Más vinculado al Frente Nacional y al negacionismo nazi de la II guerra Mundial, fue detenido por apología del terrorismo tras el atentado contra el semanario Charlie Hebdo, por unas publicaciones en Facebook.

Hace apenas unas semanas, esa misma red social e Instagram prohibían sus publicaciones. Y sus espectáculos cada vez encuentran más vetos en teatros o salas (de hecho, en 2018 anunció que realizará uno en Barcelona contra la candidatura de Manuel Valls a la alcaldía de la ciudad pero tampoco llegó a producirse). Anelka, a diferencia del cada vez más extremista Dieudonné, en el documental presenta una línea más madura, y aunque explica sus decisiones se muestra más relajado y admite algunos errores, incluyendo su poco provechoso paso por el Real Madrid. Pero del gesto de la quenelle, que la Federación inglesa decidió sancionar con 5 partidos de suspensión y una multa de 100.000 libras, seis años después Anelka niega cualquier vinculación con este símbolo y culpa a una mala casualidad, ya que él le estaba diciendo a su anterior entrenador en el WBA que "le dieran por ahí..."

Hace pocas semanas la plataforma Netflix subía un documental sobre Nicolas Anelka, “Anelka, el incomprendido”, producido por un amigo de la infancia del ex futbolista francés y que nos muestra episodios de la prolífica carrera del delantero. Con episodios de mérito alternando con choques y sombras. Joven talento que ya despuntaba con 17 años y que se convirtió en el fichaje más caro del momento al firmar por el Real Madrid, con el que ganaría la Copa de Europa. Saltaría por diversos equipos de la Premier, participaría en otra final de la Champions fallando un penalti de la tanda de penaltis en Moscú 2008 disputada entre Chelsea-Manchester United. Tendría abundantes conflictos con entrenadores, quedándose fuera de la Francia campeona del Mundo del 98, pero sí logrando un hueco en la victoria de la Euro 2000. Hasta el difícilmente explicable episodio de la Selección Francesa en el Mundial de 2006: una bronca con el ya de por sí peculiar seleccionador Raymond Domenech en el descanso de un partido acabó con Anelka expulsado de la concentración en pleno mundial. Sus compañeros le apoyaron negándose a entrenar, y hasta el Presidente de la República Nikolas Sarkozy se sumó al debate y se atrevió a calificar los hechos como “inaceptables”.

Charlie Hebdo