Es noticia
Herrerín y el escudo del Real Madrid, por los suelos
  1. Deportes
  2. El Palco
José Félix Díaz

El Palco

Por
José Félix Díaz

Herrerín y el escudo del Real Madrid, por los suelos

El fútbol inglés se mueve entre símbolos. La liturgia y la admiración a los ex jugadores y a los empleados del club es algo que eleva

Foto: Herrerín y el escudo del Real Madrid, por los suelos
Herrerín y el escudo del Real Madrid, por los suelos

El fútbol inglés se mueve entre símbolos. La liturgia y la admiración a los ex jugadores y a los empleados del club es algo que eleva a éstos a la categoría de héroes para los seguidores de la Premier. Por este motivo muchos de esos aficionados que llenan los estadios todos los fines de semana, jamás podrían entender lo que sucedió en el Santiago Bernabéu en la noche del domingo. Ver al delegado de campo del Real Madrid por los suelos se compararía en las islas como ver el escudo del equipo a la altura del betún, tirado en el suelo. Hablamos de Agustín Herrerín y de su caída al césped del estadio madridista por culpa de un ayudante de Mourinho que todavía no debe saber el escudo que lleva en el chandal y lo que representa. Sus segundos en el suelo dolieron a la España futbolística, tanto como el gesto de dos jugadores del Sevilla, que al verle tirado, evitaron pisarle sin hacer ademán de ayudarle a levantarse del suelo. Repasen el video y lo comprobarán.

 

Camuflado en el banquillo como asistente sanitario, el tal Silvino Louro, entrenador de porteros en realidad, no tuvo inconveniente alguno en quitarse del medio al delegado de campo como si fuera uno más, un cualquiera. Está claro que fue un accidente, pero desconozco si lo hizo con intención o que no reconoció al hombre que, al fin y al cabo, es el responsable de que se juegue al fútbol en ese estadio. Pero mi pregunta es qué pensaba hacer en esa carrera desenfrenada que iniciaba en ese momento. Igual también olvidó que estaba en el Santiago Bernabéu ante 80.000 aficionados y con media España siguiendo el partido por televisión. El problema es que no es la primera, ya que estuvo metido de lleno en el enfrentamiento con Preciado tras el partido de Gijón.

 

La actuación de Silvino no es más que la consecuencia de la tensión que se transmite desde el banquillo blanco. No voy a dejar que el del Sevilla se marche de rositas, porque con su delegado a la cabeza se ha convertido en todo un especialista en broncas, trifulcas y semejantes. Seguro que contribuyeron. El problema para el Real Madrid aparece cuando la protesta se ha instaurado en el club. Bueno, en el técnico y sus ayudantes para ser más exactos. Ante el Sevilla, dejando de lado la mala actuación de Clos Gómez, las protestas se iniciaron en el minuto diez y no terminaron hasta la rueda de prensa posterior de Mourinho. Cualquier choque es motivo para que suplentes y auxiliares se levanten, se muevan, griten y, en algunos casos, pisen el área técnica reservada para el entrenador, algo que no era marca de la casa.

 

Son ya muchos los años en esta profesión y no recuerdo dos imágenes tan impactantes como las del domingo. Primero la pelea y segundo el folio, con membrete del club, con los fallos del árbitro. El Real Madrid no debe prestarse a esto por mucho que Mourinho se haya convertido en el jefe absoluto. Antes de la llegada del portugués, el club ya tenía ciento ocho años de historia, ajenos a él pero que no puede ignorar. Y eso se lo tienen que recordar desde la zona noble del Santiago Bernabéu antes de que se produzca el siguiente ataque al libro de estilo de la entidad madridista.

El fútbol inglés se mueve entre símbolos. La liturgia y la admiración a los ex jugadores y a los empleados del club es algo que eleva a éstos a la categoría de héroes para los seguidores de la Premier. Por este motivo muchos de esos aficionados que llenan los estadios todos los fines de semana, jamás podrían entender lo que sucedió en el Santiago Bernabéu en la noche del domingo. Ver al delegado de campo del Real Madrid por los suelos se compararía en las islas como ver el escudo del equipo a la altura del betún, tirado en el suelo. Hablamos de Agustín Herrerín y de su caída al césped del estadio madridista por culpa de un ayudante de Mourinho que todavía no debe saber el escudo que lleva en el chandal y lo que representa. Sus segundos en el suelo dolieron a la España futbolística, tanto como el gesto de dos jugadores del Sevilla, que al verle tirado, evitaron pisarle sin hacer ademán de ayudarle a levantarse del suelo. Repasen el video y lo comprobarán.