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Cesc ya ha hecho todo lo que tenía que hacer en el Arsenal
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José Félix Díaz

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José Félix Díaz

Cesc ya ha hecho todo lo que tenía que hacer en el Arsenal

Ha llegado el momento. El matrimonio formado por Cesc y el Arsenal debe romperse ya. Fábregas y su fútbol deben crecer y no tiene sentido que continúe más a la

Foto: Cesc ya ha hecho todo lo que tenía que hacer en el Arsenal
Cesc ya ha hecho todo lo que tenía que hacer en el Arsenal

Ha llegado el momento. El matrimonio formado por Cesc y el Arsenal debe romperse ya. Fábregas y su fútbol deben crecer y no tiene sentido que continúe más a la sombra de Wenger, un entrenador con mucha reputación pero que suma seis temporadas sin sumar título alguno. Esa ausencia de carácter ganador o por lo menos la pérdida del mismo está lastrando a jugadores como el ex del Barcelona, que tal y como confesó esta semana El Confidencial, el fútbol no está siendo del todo justo con él


La aventura iniciada siete años atrás toca a su fin. El centrocampista debe crecer, buscar nuevos desafíos y ese talento se está perdiendo en un equipo que ha perdido el sitio en la Premier y que en Europa se muestra timorato y demasiado respetuoso cuando se enfrenta a los mejores equipos del continente. Y si lo dudan repasen el vídeo del partido del pasado martes ante el Barcelona. En unas semanas, Cesc y Wenger se sentarán y dialogarán. El francés, como en las anteriores ocasiones, tirará del chantaje emocional para internar retener al campeón del mundo junto a él. 


Hablará de compromisos, de lo mucho que todavía queda por hacer en el Arsenal, pero todo hace indicar que esta vez el citado discurso no valdrá, que los argumentos han dejado de ser válidos. Y eso que el internacional español tiene una deuda con su afición por el fallo del primer gol ante el Barcelona. Por tanto, Cesc debe buscar una salida, un cambio. Y es que muchos de los jugadores, los mismos que el francés recluta por media Europa siendo simples promesas en muchos de los casos, creen que el técnico les ha fallado en esta ocasión. 


No entendieron la actitud que mostró el equipo en el Camp Nou. Tuvieron todo en la mano y lo dejaron escapar por seguir las instrucciones del técnico. No se lo perdonan. El siguiente paso que debe dar el jugador formado a caballo en La Masía y en Highbury es el de meditar y pensar en su futuro dejando de lado todo tipo de condicionantes personales. Su pasado y su entorno parece que le obliga a convertirse, de nuevo, en azulgrana. Ni las de sus amigos Piqué y Puyol deben ni tienen porqué influir en su decisión final. 

La 'memoria frágil' del fútbol

Lo bueno del fútbol es que la memoria es muy frágil y si finalmente se decanta por el Real Madrid, en un par de semanas o de partidos, afirmaciones pasadas habrán quedado en el olvido. Así es el fútbol. Además, los pitos del Camp Nou tras su retirada del campo en Champions no serán fácilmente olvidados por el jugador. La tercera opción es la de seguir en Inglaterra. Descarten el Chelsea por no traicionar a la afición del Arsenal. Su único destino podría ser Manchester, bien el City o el United, pero las preferencias están situadas en su regreso a España.

 

De hecho, ayer Mourinho, técnico de uno de los clubes que quieren al jugador, escribió un hito más en su carrera como entrenador del Real Madrid. Hasta ahora nunca había amenazado con tirar la Liga. Se había quejado de los árbitros, de los calendarios, de los rivales, pero nunca había insinuado la posibilidad de una renuncia voluntaria al título. 

Siempre pensamos que con el portugués de por medio siempre habrá un algo más, pero en esta ocasión no es que se haya superado, se ha pasado. Mou continúa mandando mensajes y veremos hasta dónde es capaz de llegar. Al final serán los resultados y no sus palabras los que juzguen su primer año y dictaminen si debe o no seguir en el banquillo madridista. La primera gran prueba, el miércoles ante el Lyon.

Ha llegado el momento. El matrimonio formado por Cesc y el Arsenal debe romperse ya. Fábregas y su fútbol deben crecer y no tiene sentido que continúe más a la sombra de Wenger, un entrenador con mucha reputación pero que suma seis temporadas sin sumar título alguno. Esa ausencia de carácter ganador o por lo menos la pérdida del mismo está lastrando a jugadores como el ex del Barcelona, que tal y como confesó esta semana El Confidencial, el fútbol no está siendo del todo justo con él

Cesc Fábregas