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Pedro, el inconformista
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Antonio Sanz

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Pedro, el inconformista

La noche del pasado martes será recordada como la noche de los por qué, tras caer España ante Croacia. Demasiadas interrogantes dejó la inesperada derrota y

Foto: Pedro Rodríguez con su familia durante un entrenamiento de España en la Isla de Ré. (EFE)
Pedro Rodríguez con su familia durante un entrenamiento de España en la Isla de Ré. (EFE)

La noche del pasado martes será recordada como la noche de los por qué, tras caer España ante Croacia. Demasiadas interrogantes dejó la inesperada derrota y mucho más la clasificación como segundos de grupo. El españolito de a pie presumió de Selección tras las dos primeras victorias, una agónica, la otra despejada. Sin embargo, la remontada balcánica descolocó a la gran masa de aficionados. En ese momento arrancaron las dudas y las cuestiones: ¿Por qué Del Bosque no rotó? ¿Por qué Sergio Ramos lanzó el penalti? ¿Por qué el árbitro no mandó repetir el lanzamiento si el portero croata se adelantó considerablemente? ¿Por qué se desmoronó el equipo? ¿Por qué no supimos leer el partido evitando el contragolpe final? ¿Por qué De Gea no estuvo más contundente? ¿Por qué Iniesta apareció tan poco? ¿Por qué cometimos tantos errores defensivos? ¿Por qué no salió Koke en lugar de Thiago? ¿Por qué Morata estaba tan revolucionado? ¿Por qué a Aduriz sólo le mandamos balones aéreos? ¿Por qué Pedro se sinceró? ¿Por qué…?

[Como diría Groucho Marx, Pedro habló... y despejó las dudas]

Han irritado sobremanera las palabras de Pedro Rodríguez emitidas en la previa del choque ante Croacia. El Periodismo deportivo, casi sin excepción, ha desenterrado el hacha para terminar despellejando a quien se confesó en una entrevista rutinaria con Movistar Plus. En un tono nada crispado, el futbolista analizó su actual rol en la Roja, admitiendo públicamente el descontento con la situación. Las palabras sonaron gruesas en la balsa de aceite en la que se había instalado el ambiente. De la primera zozobra que afectó a De Gea habían pasado unas jornadas, suficientes para aparcar aquel asunto y devolver la calma entre los enviados especiales. Como el ruido creció, la polémica se volvió capital. Entonces, el protagonista solicitó dar explicaciones, esta vez en rueda de Prensa. Estas segundas palabras, que reafirmaban a las primeras con el quite del perdón, parece que enfurecieron aún más al colectivo tras llevarse la reprimenda de Piqué. El furor se apoderó de algunos. Desde el futbolista populista implorando hueco en la red social hasta la portada justiciera hacia quien ahora ya no es del Barça -¿se hubieran atrevido si siguiera vistiendo de azulgrana?-. Tan molestos estaban que otros buscaron denigrar la figura de Pedro con mofas propias del antiguo régimen periodístico o agitando a las masas para provocar que el canario hiciera la maleta antes de tiempo. Estas son algunas de las muestras de los que se sintieron golpeados por las declaraciones.

Cada uno, en su reflexión, entenderá la oportunidad de hacerlas ahora o mejor haberse callado y soltar la ristra de tópicos que tanto deplora el periodista. En este caso, la sinceridad y el sentimiento a flor de piel han sido desgarrados por quienes lamentan día tras día las mismas respuestas. Pero para Pedro no es un escenario nuevo. Él decidió salir del FC Barcelona por el mismo motivo que reivindicó en la entrevista: la falta de continuidad. En el Barça lo arrinconaron Messi, Neymar y Suárez, además de la falta de rotaciones impuesta por Luis Enrique. Antes, salió airoso de la ‘pelea’ con Ibrahimovic, Henry, David Villa o Alexis. Otros chicos de la cantera ni pudieron entrar en la disputa. Los Bojan, Jeffren, Nolito, Tello, Cuenca, Deulofeu, Munir o Sandro hicieron o harán la bolsa de viaje porque las opciones de protagonismo han sido reservadas para otros. Pedro, en silencio, conviviendo al costado de las estrellas, se ha permitido salir del FC Barcelona cuando él lo decidió con un bagaje de 99 goles en 321 partidos oficiales en seis temporadas.

Tampoco le ha ido mal acumulando títulos en su particular sala de trofeos: tres Champions y cinco Ligas; dos Copas del Mundo, antigua Intercontinental, y tres supercopas de Europa; tres copas del Rey y cuatro supercopas de España. Sí, todo esto ha ganado Pedrito. El palmarés no sería completo sin su aportación a la Roja: Campeón del mundo 2010 en Sudáfrica -titular en la semifinal y en la final- y Campeón de Europa 2012 en Polonia/Ucrania -disputando los cuartos de final, la semifinal y la final-. Con Del Bosque ha participado en 59 partidos anotando 17 goles desde el 29 de mayo de 2010 cuando se estrenó ante Arabia Saudita. La sintonía entre seleccionador y jugador siempre ha sido buena porque el técnico ha entendido como muy útil la aportación del canario sobre el césped, más allá del comportamiento regular que ofrece la temporada. Levantar la voz y quejarse es el delito de quien nunca se ha mostrado irrespetuoso en su ya extensa trayectoria deportiva. Pedro optó por evitar el confort que le daba el Barça, acababa de renovar contrato, para inmiscuirse en una nueva competición, un nuevo país, un nuevo idioma, una nueva cultura, una nueva aventura en definitiva. No tenía porqué arriesgar. Pero decidió hacerlo en el Chelsea de Mourinho, descartando al Manchester United de Van Gaal. Sí, Pedrito contaba con la propuesta de dos de los clubes más poderosos del continente.

[Pedro sale a pedir perdón por su 'rajada' pero asegura que no está arrepentido]

Piqué se convirtió en el abogado defensor de Pedro. A su lado, sacudió las críticas de un plumazo. “Es normal, sólo quiere seguir siendo importante. Su expectativa era jugar más y se ha tergiversado. Pedro es uno de los veteranos y de los que mejor ambiente trae”. Tras hablar con el seleccionador, el canario optó por dar la cara y dejar claro que él vive cómodo en la Roja, y que ni un reproche a Del Bosque ni al resto de compañeros. Sólo repitió que quiere jugar más. Esta queja lo va a acompañar en toda su carrera y probablemente lo va a apartar en el futuro sea o no Vicente el seleccionador. Pedro también pidió perdón, pero sin oportunidad para poner la otra mejilla. Quizá no convenza ni el currículum del futbolista, ni el juego de su presente -ocho goles en su estreno en la Premier en un Chelsea desgobernado- . Pero sí admitan que alguien pueda ser inconformista y tener el derecho de decirlo en voz alta.

La noche del pasado martes será recordada como la noche de los por qué, tras caer España ante Croacia. Demasiadas interrogantes dejó la inesperada derrota y mucho más la clasificación como segundos de grupo. El españolito de a pie presumió de Selección tras las dos primeras victorias, una agónica, la otra despejada. Sin embargo, la remontada balcánica descolocó a la gran masa de aficionados. En ese momento arrancaron las dudas y las cuestiones: ¿Por qué Del Bosque no rotó? ¿Por qué Sergio Ramos lanzó el penalti? ¿Por qué el árbitro no mandó repetir el lanzamiento si el portero croata se adelantó considerablemente? ¿Por qué se desmoronó el equipo? ¿Por qué no supimos leer el partido evitando el contragolpe final? ¿Por qué De Gea no estuvo más contundente? ¿Por qué Iniesta apareció tan poco? ¿Por qué cometimos tantos errores defensivos? ¿Por qué no salió Koke en lugar de Thiago? ¿Por qué Morata estaba tan revolucionado? ¿Por qué a Aduriz sólo le mandamos balones aéreos? ¿Por qué Pedro se sinceró? ¿Por qué…?

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