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La huida de Neymar o cuando la cárcel de Sandro Rosell lo cambió todo
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Antonio Sanz

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La huida de Neymar o cuando la cárcel de Sandro Rosell lo cambió todo

Neymar lo tenía todo en Barcelona, pero tanto su padre como otras personas de su entorno comenzaron a dibujarle una situación lejos de ser idílica hasta convencerle para salir del club

Foto: Rosell y Neymar el día de la presentación de éste con el FC Barcelona. (EFE)
Rosell y Neymar el día de la presentación de éste con el FC Barcelona. (EFE)

Primero se apeló al compañerismo. Después, a la libertad del individuo. Finalmente, a la divina providencia. La cuestión para el barcelonismo era salvar al soldado Neymar. Pero éste lo tenía meridiano. La decisión estaba tomada. Es el momento de volar solo, de obtener responsabilidades, de penetrar en un mundo sin el proteccionismo del líder, de sentirse único, de ser un ser aún más especial. Neymar vive de lujo en la Ciudad Condal, lo tiene todo, todo. Es querido, respetado, adorado por el vestuario y la afición culé, quien observa en él al ídolo que viene, a quien debe pastorear a la manada cuando Messi diga basta. Sin embargo, el acoso judicial y fiscal al que se ha visto sometido por la Justicia y la Hacienda Pública han quebrantado esa paz y ese gozo. Quizá no tanto a él como lo que ha terminado por descarrilar a su progenitor. Los ecos de un fichaje opaco y salpicado por dudosos pagos obligan a poner tierra de por medio. La tentación parisina, que lleva dos años aguardando en su puerta, se observa ahora como válvula de escape. Eso, y que Sandro Rosell sigue en prisión preventiva desde el pasado 25 de mayo.

placeholder Neymar, antes de despedirse de la plantilla del Barça. (EFE)
Neymar, antes de despedirse de la plantilla del Barça. (EFE)

Cualquier instrumento sirvió para que Neymar acabara en el FC Barcelona. La institución que presidía Sandro Rosell se solivianto con la amenaza de perder al chico cuando apareció en escena Florentino Pérez. Entonces, el dirigente culé se lo tomó como afrenta personal. Cómo perder a la emergente estrella brasileña. Cómo ensuciar su imagen particular en Brasil, país al que le unen (unían) tantos tentáculos y que lo han terminado derivando a la cárcel. Todo servía para conseguirlo. De tal manera, que las irregularidades que rodearon el traspaso finiquitaron en solo unos meses con su cargo de presidente. Pocos recuerdan hoy que Neymar llegó a pasar reconocimiento médico con el Real Madrid, y que los blancos decidieron retirarse a tiempo para evitar verse involucrados en una operación polémica y que a día de hoy aún se desconoce cómo va a concluir. Más tarde, y tras la forzada dimisión de Rosell, llegaron las explicaciones públicas por parte de la entidad azulgrana. El club reconocía un importante incremento salarial a lo anunciado en el momento del fichaje. Lamentablemente, la historia real ya no era ni tan bonita... ni tan económica.

Los celos empezaron en el padre y allegados

Neymar ha cumplimentado cuatro temporadas en el FC Barcelona. Aterrizó con humildad poniéndose al servicio del rey Leo. Sus primeras declaraciones se centraron en admitir que su labor de vasallaje sería inmaculada. Y así ha sido durante todo este tiempo. Convivir a la sombra de Messi era una solución perfecta porque la presión siempre la acapara el mismo. Sin embargo, pronto empezaron los celos, no tanto en la cabeza del futbolista como sí en la de su padre y allegados. 'Ney' siempre fue consciente de su lugar en el Barça. Siempre admitió que el sitio de honor estaba ocupado. Pero la gente que lo rodea le empezó a meter en la cabeza que así nunca llegaría al objetivo de ser el mejor futbolista del mundo. Vivir debajo de Messi le impedía competir de igual a igual. Le ponían el ejemplo de Cristiano Ronaldo. El luso pelea por el cetro porque todo se limita a un 'tete a tete' entre ambos. Y Neymar solo es un segundón siempre a las migajas que le sobran a Messi.

placeholder A Neymar le espera la luna llena en París. (EFE)
A Neymar le espera la luna llena en París. (EFE)

El señor Da Silva, padre y asesor deportivo del chico, empezó a mover el mercado tras acabar el primer año en Barcelona. Con un estreno donde no llegaron los éxitos, el año del Tata Martino, los Neymar aprovecharon un excelso curso posterior, donde se alcanzó el triplete, para negociar con el Manchester United. Los ingleses buscan y rebuscan desaforadamente una estrella y el brasileño quedó tentado. Solo la reacción del equipo de Bartomeu permitió su continuidad en el Camp Nou: renovación al alza y a ganar tiempo. El ManU tropezó en el intento pero el club catalán ya advirtió que la fidelidad de la familia era temporal: al ruido del dinero. Por eso, al final de la temporada 2015/16 apareció por primera vez otra entidad internacional, club de los señalados en nuestra competición por 'dopaje financiero'. Efectivamente, el interés del París Saint Germain no es novedoso. Viene de antaño. Lo desveló Ribeiro, el colaborador más activo del padre de Neymar en la búsqueda de clientes para el pupilo. Sin pudor, descubrió una reunión en Ibiza entre el jugador y el dirigente del PSG Nasser Al-Khelaifi. La oferta era irrechazable: "200 millones de euros por cinco temporadas, avión privado y participación en una cadena de hoteles q llevaría el nombre de Neymar", soltó Ribeiro para atemorizar al Barca. Sin embargo, el astro sudamericano la desdeñó porque antepuso la felicidad deportiva a la pasta.

Pero, ¿por qué entonces dijo no y hoy es un rotundo si? La situación cambió radicalmente para la familia Neymar el pasado 25 de mayo, el mismo día en que ingresó en prisión Rosell, el hombre que apostó por un fichaje oscuro y que forzó al club azulgrana a pagar una multa de más de cinco millones de euros admitiendo dos delitos de fraude fiscal en los ejercicios de 2011 y 2013 que rodearon la 'operación Neymar'. Eso sí, como parte de ese acuerdo quedaron exonerados tanto Bartomeu como el propio Rosell, ya fuera de foco en ese momento. Anteriormente, los financieros del FC Barcelona habían consignado más de trece millones de euros en el juzgado como responsabilidad civil por el fraude. Pero lo ocurrido con Rosell aterrorizó a ‘papá Ney’, quién es consciente de que queda por dilucidar en los tribunales otro mal trago. Se trata de la demanda por estafa interpuesta por DIS, el fondo de inversión poseedor de los derechos del jugador cuando el chico salió del Santos a España. En la misma se solicitan penas de cárcel e inhabilitación para lograr que Neymar siga jugando al fútbol. Por esto, por la indefensión a la que se sienten sometidos y por el miedo a la justicia, los Neymar decidieron poner tierra de por medio. Entienden que los busquen en París, aunque la solicitud que se pide sea efectiva para todo el territorio de la UE. Ahí, consideran, que pueden vivir más protegidos que en Barcelona.

Primero se apeló al compañerismo. Después, a la libertad del individuo. Finalmente, a la divina providencia. La cuestión para el barcelonismo era salvar al soldado Neymar. Pero éste lo tenía meridiano. La decisión estaba tomada. Es el momento de volar solo, de obtener responsabilidades, de penetrar en un mundo sin el proteccionismo del líder, de sentirse único, de ser un ser aún más especial. Neymar vive de lujo en la Ciudad Condal, lo tiene todo, todo. Es querido, respetado, adorado por el vestuario y la afición culé, quien observa en él al ídolo que viene, a quien debe pastorear a la manada cuando Messi diga basta. Sin embargo, el acoso judicial y fiscal al que se ha visto sometido por la Justicia y la Hacienda Pública han quebrantado esa paz y ese gozo. Quizá no tanto a él como lo que ha terminado por descarrilar a su progenitor. Los ecos de un fichaje opaco y salpicado por dudosos pagos obligan a poner tierra de por medio. La tentación parisina, que lleva dos años aguardando en su puerta, se observa ahora como válvula de escape. Eso, y que Sandro Rosell sigue en prisión preventiva desde el pasado 25 de mayo.

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