Florentino sitúa a Isco en la rampa de salida

Elogios uno tras de otro a Zidane tras la clasificación del Real Madrid a los cuartos de final de la Champions League. Dos victorias en la eliminatoria dejan bien a las claras qué equipo demostró ser superior y cuál se vio amedrentado sobre el césped. Un doble enfrentamiento que comenzó a ganarse cuando en el choque de ida el entrenador francés aportó un giro táctico, que se convirtió en determinante para el resultado final. Entonces, un doble cambio excluyó a dos centrocampistas para dar entrada a dos extremos. Esta opción de abrir el campo y dañar al adversario desde los costados resultó definitiva. Por eso, Zidane, con ese acierto en la memoria, repitió variante en la alineación de París. Los dos futbolistas de banda se mantuvieron, es decir, empezaron el segundo partido como acabaron el primero, y el Real Madrid cosechó otro triunfo que terminó de triturar a un rival que se mostró dubitativo y sin atisbo de reacción. La repetición de la apuesta aportó una cosecha satisfactoria al Real Madrid, no tanto a Isco. Él y Bale se convierten en los dos grandes damnificados a una altura de curso donde ya no imperan los experimentos.

El pasado mes de septiembre, el departamento de comunicación del club aportó oficialidad a la renovación de Isco con el Real Madrid hasta junio de 2022. Se alcanzaba el final de un culebrón que durante varias etapas señaló al malagueño más fuera que dentro de la entidad. El protagonista incluso llegó a reconocer públicamente sentirse extrañado ante el inmovilismo que ofrecía la dirigencia blanca. Durante varios meses, el club valoró la posibilidad de vender al valioso centrocampista, tan querido por la afición. Entonces, ni Florentino Pérez ni Zinédine Zidane terminaban de dar el paso o de aportar una solución a la contingencia. Pero la alargada sombra del FC Barcelona provocó que el dirigente no asumiera el riesgo, se acoquinara y, varios meses antes del anuncio público, decidiera blindar al malagueño. El propio Isco, en el acto de presentación de su renovación, reconoció que “a lo mejor hubo algún contacto” con el Barça para su posible fichaje, pero al instante precisó que nunca se planteó la posibilidad de ir. Nadie esperaba una confesión de parte, pero el chico bastante desveló.

Sea como fuere, Isco decidió seguir, Florentino se quitó un peso de encima evitando la fuga al eterno rival y Zidane trató de encajar la pieza con tino. El malagueño había aterrizado en el Real Madrid en el verano de 2013 tras abonar el club 30 millones de euros y cumplimentar, el jugador, un excelso campeonato de Europa en categoría sub-21. En esos días, el recién nombrado técnico del Manchester City, Manuel Pellegrini, se mostraba convencido de obtener el beneplácito de Isco para continuar juntos convirtiéndolo en refuerzo prioritario para los ‘citizens’. Se daba por asegurada su salida de Málaga con destino a la Premier. Sin embargo, el golpe de efecto de Florentino Pérez acabó convenciendo al futbolista y atrapándolo para el Bernabéu, donde sigue manteniendo un respaldo casi general desde la grada.

Sin embargo, en el momento clave del curso, Isco se ha visto extrañamente relegado a la suplencia. Siendo un jugador importante para el entrenador, éste ha terminado de comprender que, además de relegar a Bale, ese tránsito hacia el banquillo también lo realiza el malagueño. Zidane se ajusta a una cuestión deportiva que se ciñe a la transformación futbolística de Cristiano Ronaldo como depredador de área, como ‘9’ real, como verdadero ‘chupagoles’. El portugués ha recuperado el gol, que había aparcado en el primer tramo de campaña, y se siente cada vez más cómodo en la posición de delantero centro. Para Zizou, este cambio convierte a Benzema en el mejor compañero de acción del luso actuando como ‘10’, bien por detrás de CR7, bien en paralelo como segundo delantero. Esto obliga a prescindir de un centrocampista creativo para dar entrada a un extremo, que bien puede ser Bale, Asensio o Lucas Vázquez. Incluso, la presencia de los laterales cada vez más arriba permite más opciones de área para Cristiano Ronaldo, para quien juega, con toda obligación, el Real Madrid. Así las cosas, Isco pierde sentido porque a Zidane le encajan mejor Kroos y Modric, ya que Casemiro es intocable debido a su condición de boya para complementar la defensa con el ataque.

La sensación es que Florentino Pérez renovó Isco el año pasado más por temor a su salida al Barcelona que por una necesidad real del equipo

Si la cuestión deportiva hace que Zidane observe a Isco como prescindible, en el vestuario han sorprendido algunos comportamientos recientes del malagueño que hablan de una conducta más independiente, de ir más a su bola. Incluso, algún integrante con peso del camerino ha deslizado que no se encuentran al Isco de principio de temporada. Con este panorama, la sensación es que Florentino Pérez renovó al jugador más por temor a su salida al Barça que por una necesidad real. El presidente, consciente del desembolso económico que debe acometer este próximo verano con la renovación parcial de la plantilla, admite que uno de los sacrificados podría ser Isco. Si bien, se quiere esperar al Mundial de Rusia, donde se estima que el jugador logre la definitiva consagración internacional. El que tiene trabajo es Julen Lopetegui. El seleccionador nacional confía sin fisuras en el malagueño, a quien aporta la confianza que niega Zidane. Julen debe recuperar la autoestima y el aliento perdido porque mantiene un alto grado de seguridad en el mediocampista. Sin duda, el devenir en la Champions va a marcar el futuro de quien era imprescindible hace solo unos meses y que ahora se ubica en la rampa de salida.