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1999: el título que alguien no quería ganar en Ferrari
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Javier Rubio

Dentro del Paddock

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1999: el título que alguien no quería ganar en Ferrari

El 17 de octubre de 1999 se celebraba la primera edición del Gran Premio de Malasia. El día 5, Luca Cordero di Montezemolo llamó a casa

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1999: el título que alguien no quería ganar en Ferrari

El 17 de octubre de 1999 se celebraba la primera edición del Gran Premio de Malasia. El día 5, Luca Cordero di Montezemolo llamó a casa de Michael Schumacher. Su hija Gina-Maria respondió cándidamente que “papá se estaba quitando las botas de futbol”. Había estado jugando con sus hijos en el jardín. Entonces, el presidente de Ferrari confirmó sus sospechas.

“Debía hacer lo que se le ordenara”

Schumacher estaba convaleciente desde julio, cuando se fracturó la pierna en Silverstone. Había perdido sus opciones al título por tercer año consecutivo. Montezemolo quería convencerle para que ayudara a Eddie Irvine frente a McLaren y Mika Hakkinen en las carreras finales de Sepang y Suzuka. En el ambiente flotaba el rumor de que Schumacher estaba recuperado, pero no quería volver aquella temporada.

El presidente de Ferrari preguntó a Schumacher si había estado jugando al fútbol. Este no pudo negarlo. Le habían pillado. El piloto se resistió a la petición de volver. Pero Montezemolo le recordó sus dos millones de dólares por carrera: debía hacer “lo que se le ordenara”. “Me enfadé muchísimo con él. Quería dejar claro que las historias de un boicot eran un insulto personal”.

Montezemolo comprendió que Schumacher y Jean Todt no tenían gran entusiasmo con que Irvine lograra el primer título de pilotos para Ferrari desde 1979. Desde 1996, el francés había moldeado a su equipo en torno a Schumacher. Y Eddie Irvine había fichado por Jaguar para le temporada 2000.  Con aquella historia, Montezemolo estaba viviendo un nuevo episodio en la lucha de poder que tenía lugar en el seno de Ferrari. No fue la única en la relación Todt/Schumacher con el presidente.

Schumacher repartía las cartas

Pero dos horas después de la carrera estalló  la bomba. El escándalo fue mayúsculo. Ambos Ferrari fueron descalificados por una irregularidad en las medidas de los paneles laterales, también utilizados en la cita anterior de Hockenheim. Donde, por cierto, Mika Salo -sustituto de Schumacher- también había cedido la victoria a Irvine. Con la decisión de los comisarios Mika Hakkinen ganaba el segundo título de su carrera.

Ecclestone mostró su disconformidad porque semejante resolución del título hacía irrelevante una de las carreras más importantes del calendario, en Japón. La apelación se resolvió días después, y a favor del equipo italiano. Con razón o sin ella, la FIA empezó a ser conocida como “Ferrari Internacional Assistance”. Al final tanto el título de Pilotos como el de Constructores se disputarían en Japón.

“Como pilotar sobre trozos de madera”

El 17 de octubre de 1999 se celebraba la primera edición del Gran Premio de Malasia. El día 5, Luca Cordero di Montezemolo llamó a casa de Michael Schumacher. Su hija Gina-Maria respondió cándidamente que “papá se estaba quitando las botas de futbol”. Había estado jugando con sus hijos en el jardín. Entonces, el presidente de Ferrari confirmó sus sospechas.