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'Zak Attack': este no es mi McLaren, que me lo están cambiando
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Javier Rubio

Dentro del Paddock

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'Zak Attack': este no es mi McLaren, que me lo están cambiando

La llegada de Zak Brown está empezando a transformar McLaren, y la jugada de las 500M es el primer conejo en la chistera de alguien con una trayectoria y personalidad singulares

Foto: Zak Brown, en su nombramiento como máximo responsable de McLaren.
Zak Brown, en su nombramiento como máximo responsable de McLaren.

Así, para empezar a bocajarro: quien les escribe estas líneas no ha conocido una decisión similar a la de Fernando Alonso y McLaren con las 500 Millas en las ya varias décadas ligado a este mundo. Por varias razones. Entre ellas, los nuevos aires que Zak Brown está imprimiendo al equipo británico, cincelado hasta hace poco con la asfixiante personalidad y ortodoxia de Ron Dennis. Y esto es solo el comienzo.

“Es muy competitivo, es uno de sus grandes talentos, no quieres que se rompa o se pierda, no quieres dejarlo morir, porque es el fuego, la pasión dentro de él”, explica Eric Boullier como justificante para la sorprendente presencia de Alonso en las 500 Millas, “y la única manera es darle algo de aire fresco que le permita hacer algo muy radical, algo que reviva su competitividad”. Pero, ¿cuándo un equipo de Fórmula 1 ha mimado así a su piloto apoyándole en un proyecto semejante?

Factores imposibles hace unos meses

Mucha gente en España no puede calibrar la dimensión de la decisión de Alonso. Nadie se ha atrevido a pasar directamente y en el plazo de pocas semanas de la Fórmula 1 a una disciplina tan especializada y peligrosa para un novel como son los óvalos. Solo se puede afrontar este singular desafío con una enorme seguridad en las propias capacidades además de, perdón por la vulgaridad, unas ‘pelotas’ de tamaño sideral. No hay exageración en nada de lo anterior.

Pero dejemos al piloto para poner el foco en el apoyo de McLaren. Desde el punto de vista humano, sorprendente. Recordemos como incluso Christian Horner aconsejaba la visita al psiquiatra a Zak Brown. Todo un elogio viniendo de quien pertenece a Red Bull, la empresa que más esquemas ha roto en los últimos años en tantos terrenos.

Al margen de las motivaciones de Alonso, suficientemente explicadas por el protagonista, la “Operación 500 Millas” se facilita por una serie de factores imposibles hace tan solo unos meses. Entre ellos, la salida de Ron Dennis y la marcha de Ecclestone. Si al ‘alma mater’ de McLaren se le hubiera pasado la idea por la cabeza solo durante unos segundos, el otro hubiera sacado el puño de hierro para impedirlo. Ninguno era ya un obstáculo ahora.

Pero ha llegado Brown, una suerte de ‘rara avis’ para la Fórmula 1. Por su trayectoria profesional, personalidad y mentalidad, el americano puede transformar a McLaren en los próximos años si estas 500 Millas sirven como aperitivo y precedente. Valga recordar un dato. El equipo dejaba el Gran Premio de Baréin en el momento más bajo de su proyecto con Honda. Una semana después, tanto McLaren como Alonso son noticia en todo el mundo, Estados Unidos incluído con un impacto mediático tan brutal que ha eclipsado al resto de la Fórmula 1.

Un 'racer' y un vendedor cada minuto de su vida

¿Qué distingue a Zak Brown? Por encima de todo, quienes conocen al americano le reconocen como un auténtico ‘doer’, en el mejor exponente de la mentalidad norteamericana. Alguien con disposición a la acción inmediata como premisa. Surge el chispazo de oportunidad, y a por ella. Como han explicado sus protagonistas, la “Operación 500 Millas” surgió hace pocas fechas, y se gestionó en un par de días en cuanto Alonso dio luz verde. Literalmente.

Cuando competía en monoplazas –con Pedro Martínez de la Rosa o Rubens Barrichello, por ejemplo- Brown ingenió un sistema para pagarse las carreras a base de exhibiciones y pruebas de coches deportivos, algo que se puso de moda de nuevo recientemente, por ejemplo, como hacía Genii Capital, de Gerard López. Aquel piloto denominó a su pequeño proyecto personal como “Zak Attack”. Fue el germen de la empresa de marketing global que le hizo millonario, y todo un poder fáctico en el mundo del patrocinio en la Fórmula 1.

Por tanto, Brown es un ‘racer’ que lleva las carreras en la sangre, pero con una mentalidad comercial fuera de lo común. Quienes le conocen bien le señalan como un vendedor nato que ejerce como tal a cada minuto de su existencia. La “Operación 500 Millas” ofrecía una oportunidad de oro desde todos los puntos de vista y se tiró de cabeza a por ella. Entre otras razones menores, Brown es americano, de Indianapólis. Las razones mayores son numerosas, y de alcance.

La clave del terreno comercial

Como buen ‘racer’, Brown comprende a Alonso y su frustración, y ha querido dar salida a su naturaleza exhibiendo ese pensamiento lateral del que Ron Dennis tanto presumía. McLaren corre el riesgo de perder al español para 2018, por lo que Brown ha roto moldes apoyando los deseos más íntimos de Alonso, quien así calificaba en Alabama su deseo de ir a por la Triple Corona. Para ello, el americano tomó una decisión herética para la F1: orillar el Gran Premio de Mónaco por las 500 Millas, el mismo día. Con una apuesta que, de salir mal –que Alonso no sufra ningún accidente, por favor- le pondría en la picota.

Consciente del impacto mediático y de las bazas que le proporciona la “Operación 500 Millas”, Brown arriesga mucho para mantener a Alonso en el futuro. Porque el vendedor también está en plena acción en este terreno. Que el español deje McLaren representaría un golpe demoledor al equipo y a las operaciones en marcha de Brown para reforzar comercialmente a McLaren con mayores patrocinios. La cosecha de puntos de 2017 se antoja magra si Honda no reacciona, con la consiguiente resaca económica que puede resultar muy onerosa para los accionistas. Solo faltaría la traca final con la marcha de Alonso. Sin embargo, el aval de un Alonso apostando por McLaren a partir de 2018 le ayudaría en su margen de maniobra.

Varios platillos girando al unísono

El piloto español jugará todas sus bazas para tomar la decisión, y tiene el corazón duro. Pero Brown está jugando valiente y magistralmente las suyas mientras Honda busca el resuello técnico. El americano está exhibiendo una mente abierta y flexible, y se incluyen las 24 Horas de Le Mans, otra operacion de enjundia. Porque si Alonso siguiera en el equipo ¿le dejarán correr con otro fabricante en Le Mans –Porsche, por ejemplo- cuando McLaren fabrica una gama de superdeportivos que compiten en el mercado con los de la marca alemana?

Brown cuenta con un activo clave que no puede perder. Con las incertidumbres de Honda. Con la necesidad de reforzar económicamente a McLaren, vinculando al equipo con Indianápolis en el futuro y, con ello, también al mercado americano… El malabarista Zak Brown tiene varios platillos girando al unísono. Pero entre tanta incertidumbre, una certeza: pocas personalidades como “Zak Attack” para afrontar estos tiempos tan turbulentos y apasionantes en McLaren.

Así, para empezar a bocajarro: quien les escribe estas líneas no ha conocido una decisión similar a la de Fernando Alonso y McLaren con las 500 Millas en las ya varias décadas ligado a este mundo. Por varias razones. Entre ellas, los nuevos aires que Zak Brown está imprimiendo al equipo británico, cincelado hasta hace poco con la asfixiante personalidad y ortodoxia de Ron Dennis. Y esto es solo el comienzo.

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