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Dentro del Paddock
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El riesgo que corre Lewis Hamilton de terminar como Sebastian Vettel en Ferrari
Lewis Hamilton no llega a Ferrari como otros grandes campeones de la Fórmula 1. En Ferrari se la juega como nunca en su carrera, con las dudas sobre su edad y su estado de forma
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Lewis Hamilton merece todo crédito y reconocimiento: se la juega en Ferrari. No hay leyenda sin desafíos. Aunque su aventura final en la Fórmula 1 podría convertirse en su epitafio deportivo. Varios factores que le acompañan en su tardío paso a Ferrari alimentan el riesgo asumido.
Fue el británico quien se dejó querer, fruto del agotamiento de su proyecto con Mercedes. Ya en la cuarentena y, a pesar de su fornido palmarés, que siga en activo dice de su pasión y fuego competitivo aún latente. Aunque Ferrari pondrá a prueba si la realidad coincide con la percepción que Hamilton todavía alberga de sí mismo.
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— Lewis Hamilton (@LewisHamilton) February 6, 2025
La dama ante el espejo de Ferrari
Mercedes ya no presentaba alicientes para Hamilton. El piloto lamentó en ocasiones haber sido ignorado por sus ingenieros en sus avisos para corregir la deriva de sus monoplazas, temores confirmados cuando los coches ponían la rueda en la pista. Terminó desengañado. Desde 2022, Hamilton se ha sometido a la permanente ducha escocesa de sus monoplazas.
Momentos desconcertantes se han alternado con alegrías puntuales e infinitas decepciones sin compensación al trabajo oscuro fuera de los circuitos. Sus coches tampoco favorecían el estilo de pilotaje que le llevó a la gloria. "Ya no soy rápido", reconocía el pasado año en momentos de desesperación. En Brasil no ofrecía el mejor espectáculo con su actitud, sin cuidar que tenía ya un contrato firmado con Ferrari.
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— Lewis Hamilton (@LewisHamilton) January 22, 2025
Aunque siete títulos y llamarse Lewis Hamilton nada garantizan. En su mejor momento, Alain Prost fracasó. Nigel Mansell se fue desquiciado de Maranello. Alonso se pegó contra la pared a pesar de aquel maravilloso pero frustrante 2012. El británico podría correr el mismo destino que Sebastian Vettel, enterrado deportivamente en Ferrari por Charles Leclerc.
Las dudas de Ecclestone
Estos días, Bernie Ecclestone dudaba de la motivación de Hamilton por tanto tiempo como lleva 'haciendo lo mismo' y los títulos que ya tiene. No le falta razón, a no ser que Hamilton se la desmienta. El cerebro se satura de experiencias, pierde frescura y vigor, los mecanismos neuronales y fisiológicos no responden con la misma intensidad. El británico necesitará despejar esas dudas, acentuadas con el agotamiento de un proyecto y un monoplaza poco competitivo y enrevesado.
Hamilton ha sido batido por George Russell, sobre todo a una vuelta. Ahora se enfrentará al piloto más rápido junto con Max Verstappen. Sainz confirmó que Leclerc es vulnerable, pero a Hamilton se le exigirá más. Todo ello, adaptándose a un nuevo monoplaza y otra estructura a la que conocer. Y, por supuesto, desmentir que el tiempo melle su talento. Que Hamilton haya recuperado su antigua asistente, Angela Cullen, ilustra la envergadura del desafío.
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Un rival, Leclerc, más maduro, más completo, totalmente asentado en Maranello. Una estructura que no está moldeada a su medida como en los tiempos de Michael Schumacher. En Ferrari, si rinde, fantástico. Si no, que pase el siguiente. Solo hace falta ojear los libros de historia de Maranello. Ya se te avisa al llegar: Ferrari, está por encima de cualquiera. Una abultada nómina y siete títulos hacen la carga más apremiante.
¿Y si se le empinara la cuesta más de lo esperado? ¿Y si necesitara enormes dosis de energía que le obliguen, además, a abandonar todas las actividades ajenas a la Fórmula 1 que rodean su vida? Porque el británico no ha llegado a Ferrari como otros grandes de la Fórmula 1.
De momento, Hamilton merece el crédito que corresponde a su historia. Quizás pueda recuperar con la Scuderia esa energía aletargada en Mercedes. Quizás, el monoplaza italiano le permitirá expresar su mejor talento. Quizás la aureola que acompaña a Ferrari por todo el mundo le inyecte el elixir de la juventud. Alguien como Ecclestone no lo cree. No es el único en duda. El tiempo dirá.
Lewis Hamilton merece todo crédito y reconocimiento: se la juega en Ferrari. No hay leyenda sin desafíos. Aunque su aventura final en la Fórmula 1 podría convertirse en su epitafio deportivo. Varios factores que le acompañan en su tardío paso a Ferrari alimentan el riesgo asumido.