Del desempate argentino al dominio del Barça

La liga argentina es muy distinta a la española. Se juegan torneos de apertura y clausura, lo que sería jugar sólo la primera y la segunda vuelta. Siempre solían dominarla River y Boca, pero en los últimos años, con la permanente fuga de talentos hacia Europa, se ha igualado más el campeonato, como demuestra el triple empate que se ha producido entre Boca Juniors, San Lorenzo y Tigre.

 

En España se antoja imposible tanta igualdad. Pensar en un triple empate hoy en día, con la diferencia que existe entre el Barcelona y el resto de rivales, es algo utópico. Pero sí se produjo un empate a puntos hace dos ligas entre el Madrid de Capello y el Barcelona de Rijkaard. Recordando aquel precedente reciente se abre el debate sobre si debería implantarse un partido de desempate para decidir el campeonato. Una final de la Liga a un partido daría aún más atractivo a la competición. Porque lo del gol avarage particular y general es una manera de medir que puede ser hasta justa para un torneo de la regularidad, pero sería mucho más emocionante, y también justo, decidir el título en un partido de desempate, como ya se produjo en el campeonato argentino hace un año con la final Estudiantes-Boca y como se va a repetir estos días con el triple desempate entre Tigre, San Lorenzo y Boca.

La presencia de Tigre, el Matador, en lo más alto de la tabla es la más meritoria. Un modesto que lleva varios campeonatos dando guerra con los grandes siempre es de agradecer y bien recibido en cualquier liga. Boca siempre está ahí y San Lorenzo es el equipo más rico de la liga argentina. En España el dominio del Madrid y el Barça es absoluto, salvo las apariciones de Valencia y Deportivo en los últimos años (Atlético hace más de una década) son los dos grandes los que se reparten los títulos de Liga. Y luego hay un grupo de cuatro o cinco equipos que buscan su plaza en la Champions League como el Sevilla, el Valencia, el Villarreal y el Atlético de Madrid.

En Argentina se ha producido un hecho impensable en nuestro fútbol: River Plate, campeón del torneo Clausura el pasado mes de julio, ha acabado colista, por primera vez en su historia, en el Torneo Apertura. Parece imposible que Madrid y Barça, equiparables en títulos y potencial a River y Boca en Argentina, acaben una liga como colistas como le ha sucedido al todopoderoso River. El precedente más parecido y reciente, salvando las distancias, fue el descenso del Atlético de Madrid en el año 2000.