Es noticia
Manuel Llorente, el hombre en la sombra del gran campeón de la otra Liga
  1. Deportes
  2. Mata-dor
Javier Gómez Matallanas

Mata-dor

Por

Manuel Llorente, el hombre en la sombra del gran campeón de la otra Liga

La abismal diferencia de potencial económico y, por tanto, deportivo que existe entre el Real Madrid y el Barcelona y el resto de equipos -con los

Foto: Manuel Llorente, el hombre en la sombra del gran campeón de la otra Liga
Manuel Llorente, el hombre en la sombra del gran campeón de la otra Liga

La abismal diferencia de potencial económico y, por tanto, deportivo que existe entre el Real Madrid y el Barcelona y el resto de equipos -con los megacracks Messi y Cristiano Ronaldo consiguiendo que la diferencia de puntos sea también descomunal- provoca que haya una Liga BBVA para estos dos clubes gigantescos y otra Liga BBVA para el resto de equipos. Por eso, se puede concluir que el Valencia ha resultado el gran campeón de esa otra Liga.

 

El Valencia ha logrado con todo el derecho y el merecimiento la medalla de bronce del fútbol español. Además de ser el último equipo que le quitó dos ligas al Madrid y al Barça en la última década, la gestión de Manuel Llorente es para enmarcar. Desde que llegó a la presidencia hace dos temporadas, tras la convulsión, próxima al cataclismo, provocada por Juan Soler, sus aciertos golean a sus errores.

Cuando llegó Manuel Llorente el Valencia tenía una deuda de 560 millones de euros y durante su mandato ha reducido esa deuda en casi 200 millones de euros (ahora el equipo ché tiene 370 millones). Se vio obligado a vender jugadores para evitar la asfixia financiera de la entidad. Corrió el riesgo de debilitarse deportivamente con las salidas y los traspasos de Baraja, Marchena, Villa, Silva, Alexis o Zigic. Ingresó 105 millones de euros por venta de jugadores y el equipo no lo notó deportivamente porque Unai Emery ha vuelto a demostrar su valía como técnico al dejar de nuevo al Valencia como tercero y clasificarlo para la Liga de Campeones.

Traspasará a Mata si llega una buena oferta

Para la próxima temporada el Valencia no está tan obligado a vender jugadores precisamente por superar la fase de grupos de la Champions League en el curso que recién termina. Con su buen hacer en la competición europea ha conseguido unos ingresos que equilibran su presupuesto y hasta le dan superávit. No obstante, si llega una oferta por Juan Mata que oscile entre los 19 y los 23 millones de euros, Manuel Llorente lo traspasará, aunque prefiere que el campeón del mundo se quedé en Mestalla.

El trabajo de Emery, discutido por la exigente prensa y afición valencianista, ha sido reconocido con su renovación (no le iban a faltar ofertas) y en la sombra ha trabajado con eficacia y acierto Braulio Vázquez, un secretario técnico de los de siempre, discreto y trabajador y sin la prosopopeya que da a algunos el cargo de director deportivo. Braulio ya está trabajando fuera de los focos para reforzar con criterio y sentido común al equipo para la próxima temporada.

El Valencia debe aún construir su nuevo estadio. Y en cuanto se mude de casa, la deuda se reducirá a 240 millones de euros porque el solar de Mestalla se encuentra como garantía. Juan Soler pretendía hacer un nuevo estadio faraónico, cuya construcción se disparaba a más de 400 millones de euros, sin reparar en ningún coste, con escaleras mecánicas en todos los accesos, parqué, cuatro vestuarios de superlujo, etc. Un estadio al estilo de los que van a tener los megamillonarios de Catar en el Mundial 2022, pero en el que el Valencia no se debía haber metido con su situación económica. El nuevo estadio será construido en cuanto Manolo Llorente consiga la financiación a largo plazo que precisa. Seguirá siendo uno de los mejores estadios del mundo, pero se reducirá su coste, porque se iba a hacer como si se construyera con dinero público en la época de la especulación urbanística, sin escatimar recursos y encareciendo los materiales.

Sin la ayuda de las instituciones y Bancaja, el Valencia habría estado a un paso de desaparecer. No se pueden obviar esos espaldarazos, pero sin la llegada de Manuel Llorente a la gestión, el Valencia tampoco habría tenido futuro. Su buen hacer en la presidencia, unido a la brutal exigencia de los aficionados valencianistas ha provocado que el Valencia sea el gran campeón de la otra Liga BBVA. Desde Madrid, por ejemplo, no se entiende muchas veces que los aficionados valencianistas tengan el listón tan alto con su equipo. Y se ve como algo surrealista que el Valencia se proclame campeón de Liga y que en la presentación de la siguiente temporada su presidente (entonces Jaume Ortí) sea recibido con una monumental pitada. O que el entrenador actual clasifique tercero al equipo y se le discuta y se dude de su continuidad.

Pero quizás esa exigencia, esa presión que ejercen los hinchas sobre su equipo provoca los éxitos deportivos. En el Atlético de Madrid, el club más afín al Valencia por muchos aspectos en la actualidad, su fiel y ejemplar afición no tiene ese espíritu crítico y no presiona ni exige, ni a los dueños ni a los jugadores, como lo hace con los suyos la peculiar y severa afición valencianista. Por eso, y bastantes cosas más, el Valencia es el gran campeón de la otra Liga. Y el Atlético el cuarto (séptimo en la ‘real’) cuando debía ser también el campeón o el subcampeón, por detrás de Madrid y Barça. El ejemplo para la bicefalia que dirige el Atlético (que debe romperse más temprano que tarde) es Manuel Llorente. Y Miguel Ángel Gil lo sabe.

La abismal diferencia de potencial económico y, por tanto, deportivo que existe entre el Real Madrid y el Barcelona y el resto de equipos -con los megacracks Messi y Cristiano Ronaldo consiguiendo que la diferencia de puntos sea también descomunal- provoca que haya una Liga BBVA para estos dos clubes gigantescos y otra Liga BBVA para el resto de equipos. Por eso, se puede concluir que el Valencia ha resultado el gran campeón de esa otra Liga.

Valencia Manuel Llorente