El pánico al descenso: Sporting, Zaragoza, Rayo, Granada y Villarreal

Una escena describe de la última jornada lo que se juegan los futbolistas que pueden perder la categoría, la tremenda tensión y presión que sufren. Esa escena del desquiciamiento general del los jugadores del Granada rodeando e increpando al árbitro Clos Gómez, con la imagen de Abel Resino llevándose las manos a la cabeza mientras corría a frenar a sus jugadores viendo que se iba a quedar en cuadro para la final de Vallecas, y con la botella arrojada por Dani Benítez impactando en el pómulo del colegiado aragonés. Ese tumulto, esa tángana, esos nervios a flor de piel los provocan el pánico al descenso.

Se quejaba la gente del Granada, con su presidente Quique Pina a la cabeza, de que designar a un árbitro aragonés con el Zaragoza también en la pelea por permanencia era una provocación. Poco importa que ese árbitro no influyera en la derrota provocada por un absurdo y grotesco penalti y por un gol en propia meta. El hecho de que sea aragonés el árbitro ya era una provocación. Y no reparó la gente del Granada que un andaluz, Paradas Romero, malagueño, no granadino, pitó el Zaragoza-Racing. La pureza de la competición está bajo sospecha y no habría estado de más evitar esas designaciones arbitrales para evitar estas polémicas.

Quique Pina llevaba advirtiendo unos días, señalando al Zaragoza, a su dueño directamente, de tener todo controlado para que el equipo maño protagonice una salvación impensable hace apenas dos meses. Y tras el partido el presidente del Granada estalló y pegó muy duro, poniendo en cuestión la competición. Desde Zaragoza ahora empiezan a señalar a Pina, filtrando que también hace movimientos para salvaguardar los intereses de su equipo. Es la propaganda de cada equipo, apoyada en los medios de cada región que apoyan a sus clubes porque un descenso también perjudica a toda la ciudad. Todo vale para mantenerse en Primera división.

El Rayo-Granada del próximo domingo va a ser dramático. A la misma hora, cerca de Vallecas, en Getafe, el Zaragoza se la juega ante el equipo madrileño que en principio no se juega nada. En Málaga, el Sporting apurará las últimas opciones de mantenerse en Primera, mientras que los de Pellegrini también están obligados a ganar para meterse en Champions. Igual que el Atlético ante el Villarreal, que también se juega la permanencia. El drama de no entrar en la Champions no es tan grave como el de descender, pero también es muy duro en el plano económico, especialmente para el Atlético, no entrar en la máxima competición continental. Pero el foco estará sobre todo en los cinco equipos que se juegan su continuidad en la Liga BBVA.

La escena del nuevo estadio de Los Cármenes de Granada fue impactante. Futbolistas desquiciados, un entrenador con la cabeza fría intentando frenar la ira incontenible ante un árbitro acorralado y sospechoso por su lugar de nacimiento. Esperemos que el próximo domingo no se repitan otra escena de este tipo. Habrá sonrisas y lágrimas. Satisfacción de los que se salven y tristeza infinita de los que desciendan. Pero ojalá no haya violencia.