La final Real Madrid-Atlético, un problema capital y de sentido común

A finales de esta semana se debería conocer dónde y cuándo se disputa la final de la Copa del Rey. Los últimos años siempre ha habido problemas con la sede y con la fecha del partido más bonito y mejor montado del fútbol español. Lo de esta edición no es achacable, en la fecha, a la Federación Española de Fútbol, porque tendría que haber sido Televisión Española quien avisara que el 18 de mayo se celebraba el Festival de Eurovisión, más importante, para el Ente público español, que el partido que otorga a su vencedor el título futbolístico de campeón de España.

Debido al famoso festival de la canción europea la final no será, por tanto, el sábado y se disputará probablemente el domingo 19 de mayo, aunque no se descarta que sea el viernes 17. El problema de la fecha es menos conflictivo que el del escenario del partido. El Real Madrid no quiere bajo ningún concepto que la final se juegue en su estadio. Y tampoco quiere jugar en el Vicente Calderón. Su intención, y así lo pedirá en la reunión del jueves o el viernes, es que se juegue en el Camp Nou y, siendo más realistas, solicitará Mestalla.

El Atlético va a pedir que la final se juegue en Madrid. Y van a solicitar en primera opción el Santiago Bernabéu porque en el estadio madridista habría plaza para que  todos los socios del Atlético con abono total tengan opción de comprar entrada, así como la mayoría de los abonados, algo que no sería posible en el Vicente Calderón (aunque si finalmente se designa el Manzanares también gustaría a los atléticos).

Desde el Atlético de Madrid ofrecen varios argumentos de mucho peso y, sobre todo, cargados de sentido común para que la final se juegue en Madrid. El primer motivo es la seguridad, porque no es recomendable que dos aficiones viajen por la misma carretera o en los mismos trenes porque habría riesgo de incidentes, principalmente entre los aficionados radicales. Otra razón para que se juegue en Madrid es por la grave crisis económica que se vive en España y no tienen sentido obligar a los aficionados a gastar dinero en desplazarse a otra ciudad cuando la final se puede disputar en la que están radicados la gran mayoría de los seguidores de ambos equipos. Otra motivo que argumenta el Atlético, cargado de lógica también, es que el hecho de que la final Madrid-Atleti se juegue en la capital de España sería la mejor muestra posible de apoyo a la candidatura olímpica Madrid 2020, que sería respaldada por los dos equipos más importantes de la ciudad de Madrid. Y también esgrimen como motivo los colchoneros que este año se celebra el centenario de la Federación Madrileña de Fútbol.

El Real Madrid no ha filtrado ningún argumento (ni lógico ni con sentido común, ¡ninguno!) para argumentar su petición inicial del Camp Nou. Suena a tocar las narices al Barça porque la pasada temporada pidió el Bernabéu y el Madrid se negó porque tenía los baños en obras. Tampoco explica desde el sentido común la petición de Valencia como sede. Parece que el Madrid no quiere jugar en el Bernabéu porque Florentino Pérez y miembros de su junta y colaboradores cercanos como Manuel Redondo, que compagina los cargos de director general de Presidencia y el de director general de la Fundación del Real Madrid y es el ideólogo de pedir como sede de la final el Camp Nou, no quieren que se repita un mal trago como la final que perdió el Madrid ante el Deportivo el día que cumplía 100 años el club blanco, tropiezo que se recuerda como el Centenariazo. Y lo de no querer jugar en el Calderón no hay una explicación lógica tampoco, aunque quizás, y por buscarle esa lógica, sea porque podrían ir muchísimos menos socios del Madrid que en el propio Bernabéu. La pasada temporada el Madrid no quiso que el Barça jugara la final ante el Athletic en su estadio y este año tampoco quiere jugar ante el Atlético de Madrid en su campo. El pasado curso había obras y unos días después un partido de veteranos Real Madrid-Manchester United. Este año no hay obras, pero sí parece que habrá otra edición de ese partido de veteranos (Corazón Classic Match), esta vez suena como rival la Juventus de Turín para conmemorar la Séptima Copa de Europa, con Mijatovic de figura.

Pero ese partido de veteranos no sería obstáculo para que se jugara la final en el Bernabéu, como lo fue la pasada campaña, porque se disputaría dos o tres semanas después de la final que el Atlético quiere que se juegue en Madrid y solicitará en el Bernabéu, y el Madrid quiere que se juegue fuera de la capital de España. La Real Federación Española de Fútbol también quiere que se juegue en Madrid. El Real Madrid se niega sistemáticamente a que se juegue en su ciudad. Veremos que sucede esta semana a la vuelta del Madrid de Manchester. Veremos si no se tiene que decidir a cara o cruz e impera el sentido común y no se imponen las supersticiones y otros intereses oscuros.