La mala-buena imagen de Iker Casillas

¿Quién asesoró a Iker Casillas para que hiciera el anuncio de un champú que se ve permanentemente en la tele? (Ver) Cada vez que se emite ese spot estos días, en mitad del enconado debate por la suplencia del capitán del Real Madrid, queda en evidencia la mala decisión a la hora de elegir el guión de un anuncio en el que se frivolizan las lesiones. Tras un encontronazo, atienden a Casillas y le ‘curan’ lavándole la cabeza con el ‘estupendo’ champú que publicita. Cada vez que ponen el dichoso anuncio, hasta los que apoyan sin fisuras a Casillas, tuercen el gesto porque la imagen que proyecta el capitán de la Selección no es buena, todo ello ‘narrado’ como si de un partido se tratara.

Esa campaña empezó a principios de enero y días después sucedió la lesión real de Casillas que provocó el fichaje de urgencia de Diego López. Desde que cayó lesionado se abrió un debate que tiene dividido al madridismo. Una división entre los que apoyan a ultranza a José Mourinho y los que lo hacen sin ambages a Iker Casillas. Una división que también provoca la figura de Sergio Ramos, sólo o compañía del propio Casillas, por aquello del supuesto ultimátum al presidente del Real Madrid de “O Mou o nosotros”, que también se explica por otras fuentes como un ultimátum del propio entrenador: “Si no les vendes, me marcho”, sin cumplir el contrato hasta 2016.

La decisión de Mourinho de dejar en el banquillo a Casillas una vez recuperado de su lesión, que sería una simple decisión técnica que es competencia del entrenador, se ve de otra manera porque el propio entrenador había quitado la titularidad a Casillas en el último partido de 2012 en La Rosaleda en beneficio de Adán y porque el de Setúbal casi nunca ha exteriorizado la más mínima simpatía hacia el portero del Madrid y de la Selección española (salvo en el jet privado regresando juntos de la Gala FIFA de 2011 cuando Mou dijo a las cámaras de Real Madrid TV que Casillas merecía un Balón de Oro). No se entiende que Mou le hiciera viajar lesionado al Camp Nou y que Iker fuera el encargado de dar la rueda de prensa tras eliminar al Barça en la Copa del Rey y que también viajara a Manchester a apoyar al equipo.

Pese a que Iker sí ha alabado siempre públicamente a Mou, su relación no es buena y desde el entorno del entrenador se han encargado de dejar caer que el de Móstoles es un filtrador habitual. Y en un par de tertulias futbolísticas televisivas se trata a Casillas como el único que lo hace del vestuario blanco cuando los que presentan esos programas y sus colaboradores más beligerantes con el capitán también tienen, como debe ser, sus fuentes de información muy localizadas en la cúpula del Madrid y en el staff técnico del club. Casillas nunca ha sido un portero del gusto de Florentino Pérez. En su primera etapa siempre le buscó un sustituto y su deseo era fichar a Gianluigi Buffon. En esta segunda etapa del presidente, capitán y presidente han cohabitado sin altibajos y ahora el presidente no se ha mojado en el debate Mou-Iker que divide al madridismo.

"No soy galáctico, soy de Móstoles"

La imagen de Casillas se ha forjado con sus actuaciones estelares desde su debut. Va para tres lustros en la portería del Real Madrid y siempre ha superado las dificultades gracias a sus paradas salvadoras y su estrella. No ha sido un futbolista especialmente trabajado en la vertiente del marketing y su buena imagen, esa que le define como el yerno ideal o el tipo con el que te gustaría tomarte unas cañas, se ha ido forjando de manera natural. La frase aquella, que aún se ve cuando llegas a Madrid por la N-V, de “No soy galáctico, soy de Móstoles”, fue su mejor eslogan. Pero la explotación comercial de la marca Casillas no está al nivel del tipo que recogió la Copa del Mundo que ganó España en Sudáfrica. Aún así, también muchas marcas le han contratado para promocionar su producto aunque menos de lo que apunta su potencial.