Mata-dor
Por
El Barça, cuestión de suerte: de Clemente a Cruyff, de Mou a Guardiola, del Tata a…
La historia reciente del Barça, los últimos 25 años en los que ha vivido su periodo más exitoso, está marcada por decisiones donde la suerte le favoreció
La historia reciente del Barça, los últimos 25 años en los que ha vivido su periodo más exitoso, está marcada por decisiones en las que la suerte le ha influido a favor. Al menos en la concepción y creación de un estilo de juego que le ha hecho ganar tantos títulos como para igualar en sus vitrinas los trofeos que posee el Real Madrid.
A finales de los 80 el presidente Núñez dudó entre Javi Clemente y Johan Cruyff. El entrenador vasco llegó a tener un precontrato con el Barcelona, pero finalmente no se hizo efectivo y Cruyff regresó 'Can Barça' como entrenador. El holandés se inventó el 'Dream Team', frenó al Madrid de la Quinta del Buitre ganando cuatro Ligas seguidas y logró la primera Copa de Europa en la historia del club.
¿Qué hubiese pasado si el Barça en vez de fichar a Cruyff hubiera contratado a Clemente? Es pura especulación, pero lo que es seguro es que Javi no habría utilizado el 4-3-3, a veces 3-4-3, que empleó Johan y que se implantó en toda la cantera del Barça, sacando medios del mismo tubo de ensayo como Milla, Guardiola, Xavi, Busquets o Thiago Alcantara.
En la elección entre un técnico resultadista y de fútbol directo, la directiva de Núñez se decantó por el fútbol más creativo de Johan Cruyff. Existía urgencia histórica por conseguir triufos y había que elegir entre dos modelos casi antagónicos y los dirigentes de entonces del Barcelona se decantaron por Cruyff.
Veinte años después, otros dirigentes del Barcelona volvieron a estar en la tesitura de elegir entre un entrenador resultadista como José Mourinho y un técnico fiel a la idea de juego del club y educado en esa filosofía como Pep Guardiola. Marc Ingla, vicepresidente de la junta directiva que presidía Joan Laporta, estuvo reunido en 2008 con Mourinho en Portugal. El entrenador luso quería curiosamente a Guardiola como segundo entrenador. Finalmente la opción de Mou se descartó y Laporta eligió a un inexperto Guardiola para dirigir al primer equipo después de tan solo un año de experiencia en el filial en Tercera división.
¿Qué hubiese pasado si el Barça en vez de promocionar a Guardiola hubiera firmado a Mourinho? Pues no se sabrá nunca si habría ganado los 6 títulos que ganó en 2009, récord histórico de un club. Y también se desconoce si Mourinho habría conseguido convertir al Barça en el mejor equipo del mundo como hizo Pep. ¿Y habría mantenido Mou la misma filosofía de juego? Cuesta creerlo, pero quién sabe…
Por supuesto que Mourinho estaba encantado de fichar por el Barça. Siempre se ha reconocido seguidor culé en privado porque le gustó mucho el club tras su experiencia de ayudante de Bobby Robson y Louis van Gaal a finales de los 90. La vida le hizo firmar dos años después por el Madrid (gracias a que eliminó al Barça con el Inter en las semifinales de la Champions de 2010) con la misión de frenar al mejor Barça de la historia, encargo que no cumplió del todo.
La mala elección de Martino
Después de la salida de Guardiola, el Barça apostó por la continuidad con Tito Vilanova, que en su campaña al frente del equipo logró igualar el récord de 100 puntos del Madrid de Mou. La grave enfermedad del ayudante de Guardiola provocó el fichaje de Gerardo Martino. El argentino venía de hacer una gran temporada con Newell’s Old Boys, equipo de Rosario al que hizo campeón jugando un buen fútbol. Pero la elección del Tata Martino no fue bien recibida por la caseta. Las vacas sagradas del vestuario hubieran preferido a cualquier entrenador conocedor del método, del sistema y de la filosofía del Barça de Cruyff y de Guardiola. El argentino se ha encontrado un equipo en el inicio de la decadencia y ha puesto en cuestión la filosofía.
La política deportiva de los sucesores de Joan Laporta ha contribuido al fin del gran Barça de Guardiola. Además del fichaje de un entrenador desconocedor del 'tiqui taca' de la Masía, la no contratación de ningún central dejando al equipo muy débil en esa demarcación y la realización de un fichaje al estilo de los galácticos del Madrid ha acelerado el declive. Neymar es un excelente futbolista, pero no es el que necesitaba el Barça. Por esos 100 millones de euros que se han descubierto que ha pagado el Barcelona por Neymar, el conjunto culé debería haber contratado a un central de garantías como Thiago Silva y haber evitado la venta de Thiago Alcantara, el relevo natural de Xavi Hernández, al Bayern de Munich.
La situación de Messi se antoja preocupante. Hay días que da la sensación de estar reservándose para el Mundial con Argentina. En otros partidos parece que está en huelga reclamando una subida de salario para cobrar como Neymar. Aunque para la final de la Copa del Rey del miércoles nadie descarta de que él solito pueda ganar al Real Madrid. Precisamente la opaca forma de realizar el innecesario fichaje de Neymar provocó una grave crisis institucional que se cobró la cabeza del presidente Sandro Rosell. Y la junta directiva que aguantó sin dimitir deberá convocar elecciones a final de temporada. Entonces elegirán un nuevo entrenador. Después del Tata, ¿a por quién irán? ¿Volverán a dudar entre un Clemente y un Cruyff o entre un Moruinho y un Guardiola? Se supone, que no. Las otras dos veces acertaron. El Barça fue, es y será una cuestión de suerte. Como todo en la vida. Y en el fútbol.
La historia reciente del Barça, los últimos 25 años en los que ha vivido su periodo más exitoso, está marcada por decisiones en las que la suerte le ha influido a favor. Al menos en la concepción y creación de un estilo de juego que le ha hecho ganar tantos títulos como para igualar en sus vitrinas los trofeos que posee el Real Madrid.