Tiqui-taca, ‘toquenaccio’ y contragolpe

La eliminación del Bayern de Munich de Pep Guardiola a manos del Real Madrid de Carlo Ancelotti de la Champions League ha abierto un interesante debate futbolístico que afecta incluso a la Selección Española. El tiqui-taca, el fútbol de posesión que convirtió al Barcelona y a La Roja en los dos mejores equipos del mundo del último lustro, se encuentra cuestionado. El fútbol es un deporte analizado desde la pasión y los extremos y desde el calor de los resultados recientes. Pero intentemos distanciarnos y analizar hacia donde puede romper este apasionante debate.

Los detractores radicales del tiqui-taca, a los que no les ha gustado nunca y jamás han valorado esta forma de jugar, argumentan que es un juego aburrido y que incluso es utilizado como forma de defender con el balón en lugar de ser un sistema de juego eminentemente atacante. Se ha acuñado el término ‘toquenaccio’ para definir una especie de 'catenaccio', a la inversa y con balón, realizado a través del toque de un solo equipo, de la posesión de la pelota, pero que sirve más para que no te ataquen que para tú atacar. Esta visión se fundamenta en aquella frase de Maradona en el Mundial 2010, cuando dijo que España era la mejor para jugar sin porterías.

Por su parte, al otro lado, aparecen los defensores a ultranza del contragolpe, considerando que esa es la mejor manera de jugar al fútbol. Argumentan que la velocidad y la precisión con la que arrancan los jugadores y combinan en pocos pasos para culminar la acción de ataque es mucho más vistoso que ese rondo a todo campo y a todo tiempo que se realiza con el tiqui-taca.

A la mitad de estas dos posturas hay muchos grises. El fútbol no es un modelo único y el mejor fútbol se ha desarrollado en los equipos que han combinado varias formas de atacar y defender, varios sistemas de juego y han manejado distintas estrategias de ataque y defensa. Un ejemplo es la España de 2008. La Roja que dirigía Luis Aragonés combinaba el fútbol de toque y posesión con el contragolpe, quetan bien manejó el Sabio de Hortaleza durante su dilatada y exitosa carrera como entrenador. Saber jugar con balón y sin balón. Y ser más bueno que bonito.

Lo ideal es que un equipo sepa dar el campo al rival que se encierra en mitad de un partido para crear espacios que ocupar y por los que atacar, y luego vuelva a tocar y tocar y presionar todos como lobos en cuanto se pierde el balón arriba, como hacía el Barça de Guardiola.

La final de la Liga de Campeones la disputarán dos equipos que no juegan al tiqui-taca. Por un ladoestá el Real Madrid, que se presenta como claro favorito por su potencial, por su historial y porque ya ha ganado nueve Copas de Europa. Enfrente tiene al Atlético de Madrid, la gran revelación de la temporada, probablemente el equipo que más ha progresado y crecido en 24 meses en la historia del fútbol.

El Madrid es el equipo con el mejor contragolpe del mundo. No es un equipo que históricamente juegue al contragolpe, como dijo erróneamente Guardiola tras perder 1-0 en la ida de la semifinal de Champions. El Madrid ha perfeccionado la suerte del contraataque en los últimos años por contar con los futbolistas más potentes y rápidos, con Cristiano Ronaldo a la cabeza. Y el Atlético es un equipo que defiende con las líneas muy juntas, con ayudas permanentes entre todos sus jugadores y de una manera muy agresiva. Se le denomina un equipo intenso, pero ese adjetivo se utiliza muchas veces de forma peyorativa al intentar hacer sinónimo a la intensidad con el mal juego. Y el Atlético defiende de maravilla, pero también ataca muy bien cuando se asocian los Filipe, Koke y Turan en un costado y los Juanfran, Gabi y Raúl García en el otro, con Diego Costa como boya, como fin y como meta de la catapulta lanzadora que monta el Cholo Simeone con su sistema.

Que la final de la Copa de Europa la disputen dos equipos españoles que no juegan al tiqui-taca traslada inevitablemente el debate a la Selección Española. ¿Si va a ser campeón de Europa un equipo que no juega como La Roja debería seguir Del Bosque jugando a lo mismo? ¿Debería llamar para el Mundial de Brasil a futbolistas que van a ganar jugando de otra forma,valorando el trabajo de Mario Suárez, Gabi y Kokeal mismo nivel que el de Busquets o Xavi Hernández?

Y en el ojo del huracán del debate se encuentra Pep Guardiola. Los dirigentes del Bayern le ficharon para que desarrollara su modelo de juego. “¡Qué hubieran fichado a Mou!”, ha repetido en los últimos días Guardiola en privado, molesto porque le reprochen su forma de jugar cuando sabían a lo que él jugaba.Pep duda si seguir en Múnich;estaba muy a gusto, pero se le reprocha haber hecho caso a los pesos pesados en el partido de vuelta para jugar a la alemana poniendo juntos en el once a Mandzukic y Thomas Müller. En el debate se ataca a Guardiola de forma cruel desde los que le sufrieron como rivales como entrenador del Barcelona y los medios catalanes que le estaban esperando por no conceder nada la prensa y por ser afines a Rosell, el presidente con el que no quería trabajar en el Barça.

Guardiola ya ha modificado algo su fórmula al jugar con 'nueve' y al utilizar centros al área desde las bandas, con los que ha logrado muchos goles en la Bundesliga. Pero apostar por él como entrenador del Bayern de Múnich era algo contracultural;cambia a un equipo su forma de jugar, como intentó Mourinho con el Madrid haciéndolo ultradefensivo ante equipos de su mismo nivel. Por cierto, Mou ha quedado en evidencia,tanto en la ida como en la vuelta, ante el Cholo Simeone porque con Hazard, Oscar y Willianse puede jugar otro fútbol;mejor dicho, se puede intentar jugar.

El Barça y el Bayern de Munich salen tocados del debate y el Madrid y el Atleti reforzados. Pero no hay que ser dogmático porque el Chelsea ha salido trasquilado demostrando que la apuesta más radical por el cerrojazo tampoco triunfa. Y que jugar como ganó Grecia en la Euro2004 de Portugal no te hace crear modelos de juego que trasciendan al imaginario colectivo. Es más agradable y mejor para el fútbol salvarse del descenso como lo ha hecho Paco Jémez con su Rayo Vallecano que hacerlo jugando al 'catenaccio'. Pero el propio Paco hizo retoques en su sistema para frenar la sangría de goles. En la vida y en el fútbol no todo es blanco o es negro. Hay grises… Y, sobre todo, hay muchos y bellos colores.