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Florentino Pérez se reúne con el PSG en Qatar: autopista o fichaje bomba
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Javier Gómez Matallanas

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Florentino Pérez se reúne con el PSG en Qatar: autopista o fichaje bomba

En los últimos tres lustros ha habido un presidente que ha agitado los veranos futbolísticos: Florentino Pérez, quien ha realizado recientemente un movimiento que podría terminar en otra 'bomba'

Foto: Ibrahimovic y Cavani con el PSG.
Ibrahimovic y Cavani con el PSG.

En los últimos tres lustros ha habido un presidente que ha agitado los veranos futbolísticos. Florentino Pérez la empezó a liar en el 2000 con Figo y los tres veranos siguientes se trajo a Zidane, Ronaldo y Beckham. Aquel verano de 2003 eligió al inglés, buen futbolista, pensando más en términos de mercadotecnia y de la Commonwealth (por lo mismo que fichó a Owen y Woodgate) y descartó el fichaje de Ronaldinho, que acabó en el Barcelona, cuando la baza electoral de Laporta había sido Beckham

Gracias a Florentino, Ronaldinho marcó una época en el Barça. Florentino eligió a Becks y Dinho la rompió con Frank Rijkaard. Sobre todo a partir de 2004, cuando Floren la volvió a liar al mandar a Samuel Eto’o a Can Barça con una frase legendaria: “Hemos metido una bomba de relojería en el vestuario del Barça”. Desde luego que el camerunés fue una bomba, pero para el Madrid porque junto a los Ronaldinho, Deco (otra que tampoco quiso por no ser galáctico), Xavi, Iniesta, Puyol y un Messi recién aparecido ganaron todo y empezaron a comer terreno al Madrid.

Gracias a Florentino, Samuel Eto’o marcó una época en el Barça. Seguro que cuando permitió su traspaso del Mallorca al Barcelona no pensaba que iba a salirtan bueno al conjunto azulgrana, pero reforzar a su mayor rival con un delantero de esa proyección ya era asumir un riesgo innecesario. Un riesgo que sólo puede asumir quien no se deja aconsejar por la gente que sabe de fútbol.

Diogo, Gravesen o Pablo García

No es cuestión de recordar los fichajes con los que cerró su primera etapa en la presidencia del Madrid. Los Diogo, Gravesen o Pablo García. Aquel ciclo acabó por un desastre de gestión en el apartado deportivo al que se precipitó desde la venta de Makelele. Mientras el Barça de Ronaldinho y Eto’o le quitaba el foco hasta en la Champions, el Madrid de Florentino se sumía en la mediocridad con el ocaso de los mimados galácticos y la ausencia de estrategia deportiva de su presidente.

En su segunda etapa Florentino la ha vuelto a liar. En 2009 tuvo que volver rápido porque Ramón Calderón le podía quitar la exclusiva de fichar galácticos. Puso a funcionar toda la maquinaria (a Inda le mantiene ahí de maquinista desde entonces) para quitar de en medio a Calderón cuando se enteró que había firmado a Cristiano Ronaldo. A ver si los socios del Madrid se iban a enterar de que a los mejores del mundo los ficha cualquier presidente madridista porque el dinero y la fuerza de la marca la pone el propio Real Madrid y no quien lo presida (aunque con los nuevos estatutos sólo lo puede presidir Florentino y esa es la principal diferencia con el Barcelona, que en Can Barça puede haber elecciones y en el Madrid ya no).

Con Neymar y Bale pasó algo parecido a lo que sucedió con Ronaldinho y Beckham. Florentino prefirió al galés al brasileño. Eso sí, encareció tanto a Neymar al Barça que el equipo azulgrana acabó en la Audiencia Nacional por haber podido cometer algún delito para sacar del Santos al delantero. Bale es un gran atleta y un buen futbolista, pero Neymar está en otra escalón y parece tener más recorrido que el galés.

El Madrid tenía atado a Luis Suárez

Y con Luis Suárez, igual. Para el Madrid estaba fichado y finalmente no cerró su contratación, por lo que el uruguayo acabó en el Barça formando un tridente de ensueño con Messi y Neymar y logrando un histórico triplete con Luis Enrique en el banquillo, mientras que el Madrid se quedó sin Liga, sin Copa y sin Champions.

Florentino no puede quedarse con los brazos cruzados todo un verano. No le puede dar a Benítez sólo los refuerzos de Danilo, Casemiro y Lucas Vázquez. Seguro que la está preparando para la liarla de nuevo, esta vez para bien. De momento, el pasado sábado Florentino estuvo en Doha reunido con el presidente del Paris Saint Germain. Aunque seguro que también estuvo con el dueño. Y Florentino no se desplaza a Qatar si no hay algo gordo. Una autopista o un galáctico. Igual es por Verratti o Marquinhos, pero podría ser también por Ibrahimovic, Cavani o Pastore. Eso sí, el PSG insiste con Cristiano. Pero al portugués no puede venderle porque devalúa a su equipo y La Liga. Y no será por falta de ganas.

En los últimos tres lustros ha habido un presidente que ha agitado los veranos futbolísticos. Florentino Pérez la empezó a liar en el 2000 con Figo y los tres veranos siguientes se trajo a Zidane, Ronaldo y Beckham. Aquel verano de 2003 eligió al inglés, buen futbolista, pensando más en términos de mercadotecnia y de la Commonwealth (por lo mismo que fichó a Owen y Woodgate) y descartó el fichaje de Ronaldinho, que acabó en el Barcelona, cuando la baza electoral de Laporta había sido Beckham

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