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Piqué, un nota sin 'seny' que busca la expulsión de la selección española
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Javier Gómez Matallanas

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Piqué, un nota sin 'seny' que busca la expulsión de la selección española

El central del Barça no para de provocar en los últimos meses y parece que está reclamando con sus actos y sus palabras provocativas que Del Bosque le deje de llamar. Motivos está dando para ello

Foto: Piqué, cuando fue expulsado en el partido contra Brasil del Mundial 2014. (EFE)
Piqué, cuando fue expulsado en el partido contra Brasil del Mundial 2014. (EFE)

No se recuerda un caso igual en la historia del Barça. Ni del Real Madrid. Ni del fútbol español. No ha habido un fulano tan pesado y tan reiterativo en la chanza y en la bronca y en la búsqueda de la polémica como Gerard Piqué. A su madriditis aguda evidente se mezclan las sospechas de hipocresía sobre su opinión de la independencia de Cataluña, porque dice que quiere jugar con la Selección, pero no especifica que también votaría sí a la independencia, como reveló su compañero Dani Alves. Mira que han estado Hristo Stoichkov, Joan Gaspart, Ramón Mendoza, Juanito, Luis Enrique o Figo. Pero nunca ha habido un jugador tan provocador con el eterno rival como Gerard Piqué.

“Es que Geri es muy buen tío...”, dicen los que le conocen bien. Y era muy buen chico en su etapa en el Manchester United. Y viene de una buena familia, con su abuelo materno que fuera vicepresidente del Barça, de nombre Amador y de apellido madridista, Bernabéu, representante del famoso 'seny' catalán. Y con unos padres majísimos y muy preparados tampoco se entiende la gamberrada permanente en la que vive Gerard. “Yo pensaba que era buen chaval, de verdad, pero si eres buen tío no buscas siempre la bronca”, comentaba ayer un compañero suyo de profesión.

¿Qué le lleva a Piqué a liarla todo el rato? ¿Afán de notoriedad? No le haría falta, porque ya es uno de los mejores centrales del mundo. Pero puede ser eso. Se trata del típico ‘nota’, como dicen los castizos, ese tipo de persona a quien le encanta llamar la atención. Y en el mundo de las redes sociales, donde se debate desde la valentía que da a los cobardes el anonimato, Gerard se convierte en un ídolo para los suyos y un villano para sus rivales. Y para los de las redes sociales manda el mensaje de que Arbeloa no es su amigo sino un “cono… cido”. Un mensaje que no se sabe bien si se le ocurrió a él o lo preparó durante días con algún asesor avispado.

Desde luego, en Piqué no se ve por ningún lado el famoso 'seny' catalán que representaban en el fútbol su abuelo o Nicolau Casaus, el vicepresidente que era la cara amable del nuñismo. Que si bromas lanzando bombas fétidas (dos veces), que si lapos en fiestas de celebración, que si "usted no sabe quién soy yo" a unos guardias urbanos y "le voy a decir a su jefe" que me quite la multa, que si los españolitos y su rey, que si yo soy el único del equipo que meto a mi mujer en el hotel de la Selección porque soy el más guay, que si todos los días con el Real Madrid en la boca, que menuda madriditis... Y, sobre todo, la hipocresía. Porque entre Olegué y Gasol, los que se quedan en medio son unos hipócritas. Que usted quiere la independencia de Cataluña, perfecto, se le respeta porque esto es una democracia y puede pensar lo que le dé la real gana. Pero si usted quiere la independencia de Cataluña y no lo dice públicamente, es usted un hipócrita.

Vicente del Bosque sabrá perfectamente lo que tiene que hacer. Al entrenador salmantino le ha venido fenomenal en su vida y en su carrera actuar con esa naturalidad de la que hace gala y no ha necesitado mano dura para ganar la Champions dos veces, dos Eurocopas y un Mundial, entre muchos otros títulos. Pero da la sensación de que Piqué está pidiendo a gritos que le expulsen de España. No para de provocar en los últimos meses y parece que está reclamando con sus actos y sus palabras provocativass que le dejen de llamar de la Selección. Los pitos en los partidos de La Roja, según dijo el propio Gerard, venían por la rivalidad Madrid-Barça, y a una semana del partido España-Inglaterra en Alicante sale a zona mixta para atizar al Madrid demostrando que buscaba que no cesaran los silbidos en ese partido amistoso.

Una cosa es el sentido del humor y otra ser un patoso. No se recuerda que un profesional atacara a un compañero como lo ha hecho Piqué con Arbeloa, poniendo en cuestión su capacidad profesional, cuando los dos han ganado con La Roja juntos. Y no se entiende que actúe como cualquier 'troll' anónimo de Twitter riéndose del Madrid con emoticonos llorando de risa tras la alineación indebida de Cheryshev ante el Cadiz en Copa del Rey. Por no recordar la de “Kevin Roldán, contigo empezó todo”, la del orgasmo que le produce el Clásico, la de la sinfonía de los pitos del Bernabéu, la de dormir con la camiseta de Buffon el día antes del Madrid-Juve, la de la manita al aire después del 5-0 al Madrid de Mou, la de… ¡porque son tantas!

Una cosa son las bromas y otra bien distinta que un deportista profesional se ría y se mofe públicamente de un rival. Piqué ha pasado una línea que ningún deportista profesional español había quebrantado en España, que se recuerde, y está saltándose las normas más elementales de respeto al deporte con sus bromas y alusiones constantes al Madrid. Son códigos inquebrantables sea quien sea el futbolista (sea del Madrid, del Barça, del Atleti, del Valencia…) y sea quien sea el damnificado (sea el Madrid, el Barça, el Atleti, el Valencia...).

“Piqué es buen tío”, reitera otro excompañero. Y seguramente lo es. Pero conociendo esta reiteración en la chanza y en la burla, que deja entrever su inmadurez, se pueden dar por buenas las versiones que apuntaban que la marcha de Guardiola del Barça se debió a que no quería a Piqué en su vestuario si seguía. Y por el mismo motivo puede que sus propios compañeros no le hayan votado como capitán del Barça esta temporada.

Y otra cosa es la reiteración. En su última rueda de prensa larga, en la que vinculó los pitos que recibe cuando juega con España a la rivalidad Madrid-Barça y no a su supuesto independentismo y la situación que se vive en Cataluña, dijo lo siguiente: “No me arrepiento de nada de lo que he hecho y no voy a cambiar. No voy a pedir perdón. Volvería a hacer mil veces lo que hice. Sé que no fui elegante, pero no siempre vas con traje y corbata; a veces vas con chancletas y bañador. A fín de cuentas, solo fue una broma pero, claro, la hice yo. No quise faltar al respeto a nadie”. Después de esta rueda de prensa del pasado 10 de septiembre, Piqué ha realizado al menos cinco ‘bromas’ más y alguna que otra gambada. Parece que casi siempre va con chancletas y bañador. Parece que le encanta dar la nota. Y en la vida hay que reírse. Pero mejor de uno mismo que de los demás, Geri.

No se recuerda un caso igual en la historia del Barça. Ni del Real Madrid. Ni del fútbol español. No ha habido un fulano tan pesado y tan reiterativo en la chanza y en la bronca y en la búsqueda de la polémica como Gerard Piqué. A su madriditis aguda evidente se mezclan las sospechas de hipocresía sobre su opinión de la independencia de Cataluña, porque dice que quiere jugar con la Selección, pero no especifica que también votaría sí a la independencia, como reveló su compañero Dani Alves. Mira que han estado Hristo Stoichkov, Joan Gaspart, Ramón Mendoza, Juanito, Luis Enrique o Figo. Pero nunca ha habido un jugador tan provocador con el eterno rival como Gerard Piqué.

“Es que Geri es muy buen tío...”, dicen los que le conocen bien. Y era muy buen chico en su etapa en el Manchester United. Y viene de una buena familia, con su abuelo materno que fuera vicepresidente del Barça, de nombre Amador y de apellido madridista, Bernabéu, representante del famoso 'seny' catalán. Y con unos padres majísimos y muy preparados tampoco se entiende la gamberrada permanente en la que vive Gerard. “Yo pensaba que era buen chaval, de verdad, pero si eres buen tío no buscas siempre la bronca”, comentaba ayer un compañero suyo de profesión.

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