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"¡Niño, te vas a hacer daño!". Cuando Aspar vivió un (dulce) infierno con Ángel Nieto
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Juan Pedro de la Torre

Historias del paddock

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"¡Niño, te vas a hacer daño!". Cuando Aspar vivió un (dulce) infierno con Ángel Nieto

Durante 25 temporadas hemos compartido existencia con el Aspar Team, el equipo de Jorge Martínez 'Aspar'; a partir de 2018 pasará a ser el Ángel Nieto Team, en homenaje al maestro

Foto: Ángel Nieto junto a Jorge Martínez Aspar (Foto: angelnietoteam.com)
Ángel Nieto junto a Jorge Martínez Aspar (Foto: angelnietoteam.com)

A principios de 2017, Ángel Nieto había decidido dejar las motos por el tenis para apoyar al menor de sus hijos, Hugo, enrolado en la Rafa Nadal Academy de Manacor, con un futuro tan prometedor en este deporte que animó a su progenitor a dejar a un lado las carreras, que durante 55 años habían sido el motor de su vida. Jorge Martínez 'Aspar' sabía que Ángel encaraba una nueva vida en la que las motos no tenían cabida, pero aún así intentó persuadirle para que de alguna manera se involucrara en su equipo como imagen de la escudería, en la medida de sus posibilidades, adaptándose a su agenda, pero Ángel tenía decidido volcarse en Hugo. Ésa era su mayor ilusión, y Ángel siempre se movía por los impulsos del corazón.

La última visita de Ángel al paddock de MotoGP fue en el Gran Premio de España, en el primer fin de semana de mayo, y en un encuentro íntimo y familiar, acompañados de sus esposas, Ángel y Jorge volvieron a hablar de la propuesta, por última vez, sin éxito. Meses después llegó el accidente del 26 de julio, y el fatídico 3 de agosto. No hace falta contar más.

Ángel dejó muchos huérfanos en el mundo de la moto, y uno de sus mayores deudos es Aspar, con quien siempre mantuvo una relación muy íntima y estrecha. No es de extrañar que ahora, como gesto de homenaje, Aspar haya renunciado a su nombre en su propia escudería, renombrando la formación como Ángel Nieto Team.

“Niño, ¡que te vas a hacer daño!”

Jorge trabó contacto con Ángel casi desde sus inicios en las carreras. Había llegado a la competición siguiendo los pasos de su hermano Vicente, que corría con la escudería Avidesa, junto a los hermanos Pérez Calafat, y el pequeño Jorge enseguida se las apañó para convertirse en un eficiente colaborador siendo sólo un niño: empujaba las motos hasta la parrilla, limpiaba la cúpula del carenado, hacía recados… Eran tiempos en los que no había de nada, pero 'Aspar' tuvo la suerte de que en ese momento Ricardo Tormo, el otro gran campeón español del momento, le echara una mano. Corriendo con las motos viejas de Tormo, Jorge coincidió con Nieto por primera vez en la pista en el Trofeo Internacional de la Merced, en Jerez, en 1981, la última carrera disputada en el circuito urbano de Mercajerez.

Nieto era, por descontado, la máxima referencia para cualquier piloto español. En plenos entrenamientos, Jorge se vio superado por Nieto, que acaba de ganar su décimo título mundial. El chaval se aferró al manillar de su vetusta MBA intentando seguir la estela de la Minarelli. Una vuelta tras otra, pegado a la rueda del maestro. Tanto le tocó las narices, que Ángel le hizo una de las suyas: frenó aplanado sobre el depósito, y 'Aspar' pensó que seguía gas a fondo, no cortó y se pasó de frenada, chocando contra las protecciones. Volvió a la carpa de Tormo a reparar los daños, y en esas estaba cuando entró Ángel: “Ricardo, ¿dónde está el niño ese que va contigo?”, preguntó, y dirigiéndose a Jorge, le dijo: “¡Niño, que no puedes ir así, que te vas a hacer daño!”…

Foto: Imagen del coche que atropelló a Nicky Hayden. (EFE)

Doctorado en motociclismo con Ángel

Jorge siempre rememora aquel momento: “Encima que me acababa de hacer una faena, me echaba la bronca…”, decía, recordando los mil y un trucos que Ángel empleaba en pista. No volvieron a cruzarse sus caminos hasta el final de la carrera deportiva de Nieto, cuando recaló en 1985 en el equipo Derbi, precisamente como apoyo para 'Aspar' en su lucha con Stefan Dorflinger por el Mundial de 80. Al año siguiente fueron compañeros de equipo, y allí descubrió Jorge lo que era tener a Nieto en tu garaje. Un infierno. Porque Ángel se las sabía todas: enredaba con los mecánicos, con las motos, presionaba constantemente para que 'Aspar' pensara más en Nieto que en la moto. Pero cada jugarreta de Ángel era una lección magistral. 'Aspar' sufrió, pero obtuvo un doctorado en motociclismo.

Hay que reconocer que le faltó poco para no sucumbir ante la “Nietitis”, ese mal que padecieron todos los que se cruzaron en el camino de Ángel. En la primera carrera del Campeonato de España de 1986, en Gandía, “Aspar” salió a pista dispuesto a doblar a Nieto… y sólo duró dos curvas. La tensión entre los dos fue incrementándose hasta que en Monza, la segunda cita del Mundial, Ángel terminó por los suelos, culpando a Jorge de una sucia maniobra. Ese día se acabaron las opciones de Nieto, y después de aquella caída Ángel lo tuvo claro: todo había terminado.

“Que Ángel me pida dejarle ganar”

El final fue tenso entre los dos. En la carrera de despedida de Ángel, en Calafat, que también servía de homenaje, Nieto pidió a los Rabasa, los patrones de Derbi, que le dejaran ganar. Todo dependía de que 'Aspar', recién proclamado campeón, lo aceptara. “Vale, pero que me lo venga a pedir Ángel a mí”, dijo Jorge. El orgullo del campeón, de uno y de otro, hizo que ninguno de los dos cediera. 'Aspar' arrasó el día de las carreras, y Ángel salió encendido, dispuesto a plantarle cara, y tan pasado iba que se cayó y se rompió un tobillo. Ahora que Ángel ya no está, a 'Aspar' le duele su orgullo, se le encharcan los ojos cuando recuerda aquella carrera, cuando piensa que podía haberle dado aquella satisfacción…

Foto: Ángel Nieto comenzó a trabajar con 12 años.

Ángel nunca dio su brazo a torcer sobre el tema de Monza, por más explicaciones que Jorge le dio. Seguía convencido que le entorpeció a posta, provocando su caída. Pero de las situaciones vividas con mayor intensidad es de donde nacen los sentimientos más profundos, y Ángel siempre sintió un respeto inmenso por Jorge. No dudó en confiarle a su propio hijo, a su primogénito Gelete, cuando el chaval le dio el disgusto de su vida: “Papá, quiero correr en moto”, le dijo. Y Ángel no quería que Gelete ni ninguno de los suyos –su hijo Pablo y su sobrino Fonsi, que ya estaban en la plataforma de despegue, esperando su momento- siguieran sus pasos. Ángel le dijo a Jorge: “Ponle una moto que corra como un avión, para que se cague de miedo y no quiera ser piloto”. Pero Gelete no se asustó, y al final terminó en Alzira, en casa de Jorge, corriendo con su equipo.

Ángel se involucró al máximo con 'Aspar', le buscó patrocinadores, apoyó sus proyectos, y a lo largo de los años se afianzó entre ambos una relación más familiar que otra cosa. Por las filas del Team Aspar también pasaron Pablo y Fonsi, en diferentes momentos. Todas las victorias de los Nieto llegaron con la escudería alcireña: las de Gelete en el Europeo y el Nacional; la de Pablo en 125, y las de Fonsi en 250.

Jorge no consiguió que Ángel se involucrara en su formación, pero con el anuncio de este martes, 'Aspar' ha terminado saliéndose con la suya. Y ha colocado al frente de la escudería a Gelete, como 'team principal'. Es un bello gesto, un bonito homenaje. Ángel no está, se ha ido, pero seguirá presente y muy vivo entre nosotros, en el 'paddock'.

A principios de 2017, Ángel Nieto había decidido dejar las motos por el tenis para apoyar al menor de sus hijos, Hugo, enrolado en la Rafa Nadal Academy de Manacor, con un futuro tan prometedor en este deporte que animó a su progenitor a dejar a un lado las carreras, que durante 55 años habían sido el motor de su vida. Jorge Martínez 'Aspar' sabía que Ángel encaraba una nueva vida en la que las motos no tenían cabida, pero aún así intentó persuadirle para que de alguna manera se involucrara en su equipo como imagen de la escudería, en la medida de sus posibilidades, adaptándose a su agenda, pero Ángel tenía decidido volcarse en Hugo. Ésa era su mayor ilusión, y Ángel siempre se movía por los impulsos del corazón.