Hacienda no deja tranquilo a Lopera

Esta semana segunda de septiembre, el Real Betis celebra el cumpleaños más sentido de su historia. El viejo club de Heliópolis cumple 100 años. Un Centenario con mucha gloria (una Liga, dos Copas del Rey, una participación en la Champions…) y mucha fatiguita. El pasado miércoles, este Betis de los amores de muchos y cuyo dueño de sus acciones ("el Betis es de todos": más razón que un santo. Pero la llave del Betis la tiene uno: más razón que el santoral entero) es Manuel Ruiz de Lopera, se postró ante la imagen del Señor de Sevilla (Jesús del Gran Poder) y tuvo su culminación más lúdica en una exuberante cena en los Reales Alcázares de Sevilla, con invitados de lujo y postín. E invitados de señorío y morbo: José María del Nido y José Castro, presidente y vicepresidente primero del Sevilla Fútbol Club, el otro club de la muy noble ciudad que en otros tiempos se llamó Híspalis.

Ahora, y ya era hora, los dos clubes principales de la ciudad caminan juntos; cada uno a lo suyo pero siempre en buena armonía y vecindad, pacto que sellaron tanto Del Nido como Lopera delante del cuerpo presente del infortunado Antonio Puerta.

Pero las glorias no terminan de alejar las nubes negras que desde algunos años sombrean al dueño del Betis, sobre todo las nubes negras de Hacienda. Y es que los inspectores de la recaudación pública siguen teniendo interrogantes en torno a las cuentas de Lopera. Por ello, y cuando las primeras calores del año comenzaban a apretar, el actual consejero-delegado del club de la Palmera se tuvo que encerrar en una conocida notaría de la ciudad con sus asesores financieros y así pasó un día entero (y dicen también que una noche), sumando y restando, hincando codos y preparando los libros de contabilidad y los papelones de facturas para satisfacer las demandas del Fisco. Al parecer, el "asunto va bien", según cuentan en el club verdiblanco. Y así ha debido ser, porque Lopera ha vuelto a tirar de millones en los actos de presentación de nuevos futbolistas, anunciando que el Betis (o sea él) se ha gastado este año más de 20 millones de euros en la compra de futbolistas, que saquen al equipo verde del marasmo en el que se metió en los dos últimos años.

Por cierto, de las fugas de directivos que padeció Lopera en los últimos tiempos, el personal no termina de irse. Aquellos que un día dijeron 'adiós con el corazón' a don Manuel, como Angel Martín o Nuchera, con el palco se quedan, y siguen yendo y viniendo en los actos del Centenario. Otro que se fue dando un portazo, como el abogado Arredondo, reapareció hace unos días defendiendo al Betis de Lopera frente a las demandas del suizo Vogel, que no quiso marchar a Cádiz (a Joaquín lo mandaron a Albacete) y que pidió ser uno más en la plantilla de Héctor Súper. De lo contrario, pide ser indemnizado. El caso está ahora en manos del juez, que decidirá si darle la razón al Betis o condenar a su dueño a pagar al futbolista. El asunto es no dejar tranquilo el bolsillo de Lopera.