Lopera frena la venta del Betis a Castel por el interés de Lorenzo Sanz

Aunque todo el mundo, o casi todos, daban por hecha la venta de la mayoría de las acciones del Betis al empresario Luis Castel, el freno de mano paralizando (o ralentizando) la operación sobrevuela de nuevo los tejados de la oficina de Manuel Ruiz de Lopera. Cuando la noticia de la venta del Betis recorrió como un latigazo las redacciones de los medios de Sevilla y ya parecía un hecho, el propio don Manué llamó a última hora a su periodista/amigo y le dijo, textualmente: “El Betis no está vendido. Ni hoy, ni mañana ni dentro de 15 días. Esto tiene su proceso. A lo mejor la oferta de Castel me parece buena, a lo mejor se consideran otras que vengan o ninguna. Lo importante siempre será el bien del Betis. Me lo estoy pensando pero eso no quiere decir que el Betis esté vendido”.

Y esgrimió el sagaz y sorprendente empresario argumentos para dar alas a un barco: “Hay un patrimonio. Un estadio. Una futura Ciudad Bética del Deporte... 60 millones de euros... para empezar a hablar". Castel, que se mueve asesorado por Angel Martín (ex mano derecha de Lopera) y Blas Ballesteros (ex concejal del Ayuntamiento sevillano), ha ofertado 50 millones por las acciones loperianas. Pero el virrey de la calle Jabugo ha sacado dos ofertas del cajón de su despacho y se las ha mostrado al empresario. Una de las ofertas es, al parecer, muy llamativa y viene rubricada por una persona archiconocida en el mundo de fútbol: Lorenzo Sanz.

El ex presidente del Real Madrid, eterno aspirante a recobrar el sillón, ya ha tenido un intento (frustrado) de aventura de compra del Parma italiano. Un hijo suyo, Fernando Sanz, preside el Málaga. Pero a Lorenzo le mueve el morbo hacerse con el paquete accionarial de Lopera, pues ve ‘negocio redondo’ a medio plazo invirtiendo en el Betis.

Por supuesto, no será fácil hacerse con el club verdiblanco, pues los hilos que ha extendido Lopera son muy complicados de desmadejar. Hasta hace muy poco, la mayoría de los jugadores del Real Betis no pertenecían a esta entidad, sino a Encadesa, una de las múltiples empresas del holding Lopera. Este ha ido poquito a poco desandando el camino y ‘volviendo a fichar para el club verdiblanco’. El último caso ha sido el alemán Odonkor.

Otro entramado a desliar es el relativo a los contratos de imagen. El ingreso B. Lo que don Manué, en su particularísima jerga, llama la “morterá”. Los jugadores tienen contrato de imagen con Tegasa, otra de las empresas de Lopera.

Tal y como están las cosas, cada hora que pasa puede venir acompañada por una noticia. En las próximas horas seguirá la lluvia en calle Jabugo y los movimientos pueden alcanzar el grado de terremoto.