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Del Bosque quiso hacer un guiño con Torres y casi se queda tuerto
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José Manuel García

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Del Bosque quiso hacer un guiño con Torres y casi se queda tuerto

En España somos muy dados a quemar ídolos con la misma celeridad que los producimos. Es un ejercicio de autodestrucción nada saludable pero que tiene su

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Del Bosque quiso hacer un guiño con Torres y casi se queda tuerto

En España somos muy dados a quemar ídolos con la misma celeridad que los producimos. Es un ejercicio de autodestrucción nada saludable pero que tiene su morbo. ¿Quién no se ha reído cuando alguien cae despatarrado en la calle? De repente, la selección española, 'La Roja', ha perdido el color y se ha quedado sin energías. De repente, su seleccionador, Vicente del Bosque, ya no es el supermán de los entrenadores y parece como si la tortuga se le hubiera escapado con el crédito en una sola noche, maldita noche.

Y todo por un gesto de caballero español, esa capa salmantina que le adorna y se la extendió a la concurrencia del Vicente Calderón, muy atlética, muy sensible, muy de los recuerdos, muy del Niño. Y entre lo que le mascullaba al oído Toni Grande (“Vicente, saca a Javi Martínez…”) y su olfato de la prudencia, se tiró de cabeza hacia la piscina de la nostalgia: Fernando Torres. Quedaba un cuarto de hora más el alargue y Francia nos mordía el trasero, sobre todo desde que Didier Deschamps sacó al pequeño Valbuena y Ribery, libre de la soga que suponía el marcaje de Arbeloa, se liberó. Se olía el empate, Xavi Hernández daba muestras de cansancio, Juanfran era un manojillo de nervios rotos, Cesc  Fábregas no estaba y Cazorla tampoco.

Xabi Alonso, Sergio Ramos, Jordi Alba, Casillas y Busquets  apagaban fuegos por todos lados, el tiempo parecía una mole de piedra pero ganaba España. Se produjo un córner en la esquina de Francia. Xavi Hernández, perro viejo políglota, hizo lo que hacen todos los de su raza: llamar al más habilidoso para marear la perdiz, que le hicieran falta, la justita y el partido y los tres puntos caían en el saco. Pero Cazorla tuvo una noche infausta, resbaló y le quitaron el balón limpio en dos segundos. Un defensa galo pegó un pelotazo desesperado, el cuero llegó a Juanfran… y pasó lo que pasó.

Lo que se veía venir, y no importaba el tiempo. El partido llevaba roto lo menos media hora. Iniesta no andaba para florituras, Xavi Hernández arrastraba cansancio. Ahora lo que tocaba era músculo. Tocaba Javi Martínez. Pero salió Fernando Torres, un futbolista que no anda por los mejores tiempos de su vida y en frío le cuesta entrar. Resbaló un par de veces, y tuvo dos decisiones malas las ocasiones que le llegó el cuero. Restó en todas.

El gol llegó casi a la enésima ocasión, pero estaba cantado. España se rompió por el lugar más sólido de siempre, por la medular. Pero Busquets andaba de bombero en defensa y Xabi Alonso no paraba de achicar balones. Quizás con Javi Martínez, muy en forma y en racha con el  Bayer Munich, hubiera zanjado el asunto. Pero la prensa no dejaba de machacar en la víspera con el retorno de Fernando Torres al Calderón. Cinco años hacía desde la última vez. Y salió. Nadie olvidará la fecha. Seguro que Del Bosque no lo olvidará tampoco. Ahora habrá que buscar revancha en Saint Denis. Que brinquen ahora los galos, pero que tengan las orejas tiesas, que España enfadada tira a dar. Los seleccionadores deciden y en ésta Del Bosque se hizo el sordo ante la sugerencia de Toni Grande. Cosas de la gente del fútbol. Siempre sale cara y el martes salió cruz. El guiño al Calderón casi le saca el ojo. 

En España somos muy dados a quemar ídolos con la misma celeridad que los producimos. Es un ejercicio de autodestrucción nada saludable pero que tiene su morbo. ¿Quién no se ha reído cuando alguien cae despatarrado en la calle? De repente, la selección española, 'La Roja', ha perdido el color y se ha quedado sin energías. De repente, su seleccionador, Vicente del Bosque, ya no es el supermán de los entrenadores y parece como si la tortuga se le hubiera escapado con el crédito en una sola noche, maldita noche.

Iker Casillas Vicente del Bosque