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La inadaptación de Bale, el negro futuro de Khedira y el oro de la cantera blanca
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José Manuel García

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La inadaptación de Bale, el negro futuro de Khedira y el oro de la cantera blanca

Bale es una pieza importante en el equipo, pero perfectamente prescindible, y por mucho que Florentino Pérez lo afirme, su futuro no tiene sello de garantía en Chamartín

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En el mejor año de su historia (cuatro títulos), en el Real Madrid no para la rueda ni aunque se produzca un pinchazo. El presidente del club, Florentino Pérez, que se dejó fotografiar en los eventos de Dubái con el pecho inflado a golpe de galardón, asegura a todo aquel que le pregunta que del equipo no mueve un varal y mira directamente a Gareth Bale, el callado integrante de la famosa BBC que tanto lustre da al club blanco, pero cuyo silencio dice muchas cosas. Bale es una pieza importante en el equipo, pero perfectamente prescindible, y por mucho que Florentino Pérez lo afirme, su futuro no tiene sello de garantía en Chamartín. Don dinero (ofertón del Manchester United) manda.

Bale no habla una sílaba en castellano, elude a los medios nacionales (solo concede licencia a los medios británicos) y solo tiene un amigo en el vestuario blanco: Luka Modric. Con su excompañero del Totteham comparte secretos y risas. No se lleva mal con nadie (no es un tipo de mal carácter, aunque muy retraído), pero apenas cruza mirada con quien no maneje el idioma inglés. En año y medio en España, su adaptación se encuentra bloqueada. Bale 'habla'en el campo y sus goles y su juego, de momento, le dan la razón a Carlo Ancelotti. Pero en el área de gestión del club blanco, en sus tripas, están convencidos de que, de llegar una oferta que supere las tres cifras, le prepararán las maletas al galés. Hasta que llegue,Bale seguirá formando el triángulo de los triunfos. El alemán Marco Reus, con un precontrato madridista bajo el brazo, aguarda turno. En un par de meses quedarán despejadas algunas incógnitas.

El objetivo de los técnicos blancos se centra en abrochar el centro del campo, donde Toni Kroos agarró con fuerza el liderazgo, el joven Isco Alarcón dio un paso al frente (sobresaliente en el Mundial de Clubes) y James Rodríguez pasó con buena nota su examen defensivo y ahora todo queda a expensas de la reaparición de Modric, cuya ausencia se amortiguó con el excelente rendimiento que ofrecieron tanto el malagueño como el colombiano. El vasco Illarramendi sigue en observación y a la espera de su momento. Khedira ha pasado a un plano secundario en las rotaciones y tiene las maletas preparadas para regresar a Alemania. Pero no queda muy claro que el Bayern Múnich sea su destino final: el Borussia Dortmund también anda detrás de hacerse con los servicios del madridista.

Carlo Ancelotti no tuerce el gesto cuando le hablan sobre la línea medular madridista. El italiano se sabe de memoria cada movimiento que realiza la cantera y sonríe ante el futuro inmediato que le caerá en suerte: futuro de oro puro.

También anotados con lápiz rojo se encuentra un pelotón de juveniles que apuntan a un gran nively cercano futuro de primer equipo. Son los mediocentros Raí (el catalán Raimundo Marchán Vidal), futbolista de gran manejo con el balón;el alicantino Lucas Torró (gran capacidad de trabajo, excelente recuperador y buena técnica);Borja Sánchez (asturiano, del juvenil A, un talento cuyo fútbol ilusiona especialmente a los técnicos);y otro Borja de gran proyección, Mayoral. Este es un gran depredador, cuyos goles ya comienzan a cotizarse.

Las conversaciones entre el presidente del club y el entrenador desprenden vaharadas de optimismo. Apuntan a la Liga y a la undécima. Y también a la cantera. Los jóvenes cachorros hacen sonar el aldabón en las puertas del primer equipo. Ancelotti quiere abrirlas para darles paso. Florentino Pérez sonríe. Sabe que hay futuro y, lo más importante, oro.

En el mejor año de su historia (cuatro títulos), en el Real Madrid no para la rueda ni aunque se produzca un pinchazo. El presidente del club, Florentino Pérez, que se dejó fotografiar en los eventos de Dubái con el pecho inflado a golpe de galardón, asegura a todo aquel que le pregunta que del equipo no mueve un varal y mira directamente a Gareth Bale, el callado integrante de la famosa BBC que tanto lustre da al club blanco, pero cuyo silencio dice muchas cosas. Bale es una pieza importante en el equipo, pero perfectamente prescindible, y por mucho que Florentino Pérez lo afirme, su futuro no tiene sello de garantía en Chamartín. Don dinero (ofertón del Manchester United) manda.

Marcos Llorente Gareth Bale