De Gea: en Manchester sonríen mostrando gestos de triunfo tras su frustrada salida

De repente el fútbol español 'descubrió' a David de Gea (24 años) como uno de los mejores porteros del mundo. Casi todos se alegraron. Los medios que pululan los tejados de la selección española supieron que hay vida más allá de Casillas y que el mejor guardameta de la Premier League y mejor jugador del Manchester United en los dos últimos años luce los colores de la Roja. Empero, la alegría se torna pellizco en el estómago cuando se trata del entorno del Real Madrid, y es que el vuelo prodigioso del águila que se crió en Illescas pone en muy mala posición a Florentino Pérez y sus gestores.

El incendio viral que provocó el sainete del fax atascado/no enviado/no recibido/evaporado que el 31 de agosto protagonizaron los burócratas del Real Madrid, con lo que se abortó el traspaso de David de Gea al club madridista y el consiguiente pase del costarricense Keylor Navas al Manchester United, dejando astillada la credibilidad del catalogado mejor club del siglo XX, sigue con rescoldos encendidos, y las soberbias actuaciones del meta no hacen más que alentar el fuego. En Manchester sonríen mostrando gestos de triunfo. "Hicimos las cosas bien, me consta; ellos (el Real Madrid) lo hicieron muy mal", asegura a los medios locales Louis van Gaal, el mánager de los 'red devils', al que no le tembló el pulso cuando en plenas negociaciones sentó en la grada durante varios partidos su mejor jugador los dos últimos años. Van Gaal no oculta la satisfacción que siente por retener a su estrella española (ha firmado un contrato millonario que finalizará en junio de 2019), a la vez que elogia a los funcionarios de su club, "que siempre hicieron lo correcto".

En el mercado anglosajón, sobre todo en los ejecutivos de la poderosa (financieramente hablando) Barclays Premier League, el papel del Real Madrid se encuentra bajo mínimos y nadie entiende cómo uno de los clubes más populares del mundo "es dirigido por un grupo de incompetentes que no saben cómo funciona un fax", aseguraba ayer un funcionario de esa institución.

En el mercado de Latinoamérica, el papel del Real Madrid ha bajado unos peldaños. pero por otro motivo. El no fichaje de David de Gea por el Real Madrid entrañó el no traspaso de Keylor Navas por el Manchester United. Ambos ya tenían los billetes y maletas preparadas y ambos tuvieron que deshacer el operativo. Keylor Navas, indiscutible hoy día para Rafa Benítez, entrenador madridista, muestra un inteligente (y táctico) silencio. Todo lo deja a su padre y, sobre todo, a su lenguaraz apoderado, Ricardo Cabañas. Ambos acusaron al Real Madrid de maltratar a su futbolista, argumentando motivos racistas. Freddy Navas, el padre de Keylor, llegó a decir: "El Real Madrid quería fichar a un español, no aceptaban a un jugador centroamericano; saben que (Navas) es el mejor, pero por orgullo no lo aceptan".

Su agente, Cabañas, ha ido todas estas semanas en esta dirección, defendiendo como un dóberman a su cliente a costa de echar tierra a los blancos. El Real Madrid ha pegado una bajada en las estimaciones afectivas en el mercado hispano. Hace dos años, Di María protagonizó un millonario traspaso, pero el argentino dejó Madrid con heridas abiertas. Pese a que todavía siguen en el equipo latinoamericanos como Marcelo, Danilo, Casemiro, James Rodríguez y el mencionado Keylor, la popularidad afectiva del Real Madrid en Centroamérica ha mermado de forma considerable, lo mismo que en Argentina y en Estados Unidos, donde los hispanos son mayoría entre los aficionados al fútbol.

En Argentina y Brasil, el Barça concita mayor simpatía. El gancho de Messi es muy fuerte y en Brasil, Marcelo, Casemiro y Danilo son jugadores de bajo perfil al lado del barcelonista Neymar, el ídolo de la torcida canarinha.

La esperpéntica jornada del 31 de agosto dejó abiertas heridas y rotas relaciones de amistad más allá de lo puramente comercial entre Jorge Mendes y Florentino Pérez. El primero es el agente de David de Gea y también de Cristiano Ronaldo, y ya no dice que es el "amigo de Florentino", y cuando se refiere a él lo señala con un lacónico "el presidente del Real Madrid". Por razones obvias, el afamado hombre de negocios portugués no ha roto amarras con el club blanco, pero no olvidará nunca la fecha maldita ni la mano negra que lo estropeó todo.