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El novillero al que soltarán un Miura en la plaza de Monza
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Andy Soucek

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El novillero al que soltarán un Miura en la plaza de Monza

El pasado fin de semana en Spa, Romain Grosjean se metió en un buen lío. No solo por el accidente y sus consecuencias deportivas y económicas.

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El novillero al que soltarán un Miura en la plaza de Monza

El pasado fin de semana en Spa, Romain Grosjean se metió en un buen lío. No solo por el accidente y sus consecuencias deportivas y económicas. Sobre todo, porque desde hacía mucho tiempo (1994) nadie había sido apartado de las pistas por sanción. Para un piloto es algo realmente duro y humillante. Por el contrario, para su sustituto, Jérôme D'Ambrosio, será la gran oportunidad de su vida.

Una sanción merecida

En primer lugar, respecto al accidente, no hay lugar a interpretaciones: la sanción impuesta por los comisarios en Spa es merecida. Quizás se piense desde ahora tomar tantos riesgos en las salidas, porque no olvidemos que ha chocado en siete ocasiones esta temporada, y la mayoría se han producido durante las dos primeras vueltas de la carrera.

Un piloto debe evaluar en cada salida los riesgos que conllevan sus maniobras, mirando siempre el espejo de refilón y al frente. Quien choca por detrás suele ser el culpable, ya que es responsable de ver lo que sucede delante. Hamilton se salva de cualquier responsabilidad porque ya tenía su rueda delantera a la altura de la trasera del piloto francés. No podía hacer nada.

La pena de uno, alegría de otro

Grosjean es un piloto muy talentoso y hábil, pero se esta 'pasando' de valiente. El Lotus es un coche muy rápido y fiable este año, uno de los mejores coches de la parrilla gracias a su buen comportamiento en la mayoría de circuitos, su versatilidad a una sola vuelta y su constancia en carrera. El francés está perdiendo una gran oportunidad este año. Pero la pena de uno es la alegría de otro.

Lotus es muy fiel a sus pilotos, tanto que Gerard López, a través de su empresa de management de pilotos (Gravity), extendió un contrato a D'Ambrosio cuando aún estaba en la GP2 y le ofreció una posibilidad de futuro. El piloto belga es parte integrante de Genii desde entonces, a pesar de haber corrido 'cedido' y previa aportación económica en Virgin durante la temporada 2011.

Sensaciones y sentimientos encontrados

A Jérôme le conozco desde hace muchos años, siempre fue un gran piloto pero no me pareció brillante en su etapa en monoplazas. Competí contra él en las World Series, y no logró ningún punto con el mismo equipo que fue campeón al año siguiente. Tardó tres años en ganar una carrera de GP2. Pero la única realidad es que ahora asume un reto enorme. Y sobre todo, una gran responsabilidad porque no es fácil sustituir en frío y con solo una jornada de tests a sus espaldas a un piloto que ha subido ya en tres ocasiones al podio.

Ante semejante escenario te enfrentas una mezcla de sentimientos y sensaciones diferentes. Por un lado es tremendamente agradable e ilusionante tener la oportunidad de correr y, sobre todo, hacerlo con uno de los mejores coches del campeonato, porque puedes demostrar tu valía luchando cara a cara con los grandes. Sin embargo, la responsabilidad es tremenda, porque la gente conoce el potencial del coche que manejas. Jérôme sabe que se enfrenta al momento mas importante de su carrera, y ha de saber dosificar la adrenalina.

Coger el toro por los cuernos

Para afrontar este reto, Jérôme no puede sufrir el mínimo incidente ni cometer error alguno durante los entrenamientos libres, porque necesita todo el tiempo disponible en pista. Esto será absolutamente crucial para él. Si para Button o Schumacher ya produce quebraderos de cabeza adaptarse a los Pirelli en cada pista rodando todo el año, no me quiero imaginar lo que debe ser para Jérôme, con solo un año de experiencia con un coche poco competitivo como el Virgin. Ahora, tiene que coger este ‘aparato’ por los cuernos y no ser empitonado en el intento, es decir, no cometer errores…

D’Ambrosio probablemente esté un poco oxidado el viernes. Si un equipo quiere que corras, puedes ir muy rápido en los libres (yendo descargado de combustible, poniendo neumáticos blandos o incluso dejándote usar el modo qualifying de mapa motor), pero cuando llegan los clasificatorios del sábado, no hay máscara que te proteja

El día más importante de su vida

A pesar de lo que se va a encontrar en un circuito diabólicamente rápido como Monza, creo que Éric Boullier (al que admiro, respeto y conozco mucho) y su equipo técnico han tomado la decisión correcta subiendo a Jérôme. Para algo está ahí sufriendo en cada carrera y pasando envidia mientras ve a sus compañeros disputar cada Gran Premio. Ha viajado a todas las carreras este año, está integrado en el equipo, conoce la parte técnica ya que ha asistido a todos los briefings con los ingenieros, y seguro que se ha preparado a tope físicamente.

El de tercer piloto es un trabajo bonito pero ingrato, porque aprendes mucho, pero también sufres. En mi periplo por Virgin siempre tuve la esperanza de subirme algun día. Era duro estar entrenando como un loco entre semana, para ver el partido desde el banquillo una vez tras otra, sabiendo que era muy difícil jugar. En el circuito ves a los demás rodando como aviones en la pista, como a ti te gustaría, en vez de estar preparándote en la sombra cada día con una esperanza que, en mi caso, no cuajó.

Pero sí en el de D’Ambrosio. El domingo será uno de los días más importantes del año para Alonso y Ferrari, por ejemplo, y también crucial para todos  los que aspiran al título. Pero entre ellos, como ese novillero que recibe la oportunidad en las Ventas, hay un piloto que posiblemente esté viviendo el día más importante de su vida. ¡Ánimo y a por todas, Jérôme!

El pasado fin de semana en Spa, Romain Grosjean se metió en un buen lío. No solo por el accidente y sus consecuencias deportivas y económicas. Sobre todo, porque desde hacía mucho tiempo (1994) nadie había sido apartado de las pistas por sanción. Para un piloto es algo realmente duro y humillante. Por el contrario, para su sustituto, Jérôme D'Ambrosio, será la gran oportunidad de su vida.