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Alonso, el peor de los rivales a la espalda
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Andy Soucek

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Alonso, el peor de los rivales a la espalda

A lo largo de mi trayectoria he tenido la suerte y el honor de poder luchar por dos campeonatos muy importantes, jugándomelo todo en la última

Foto: Alonso, el peor de los rivales a la espalda
Alonso, el peor de los rivales a la espalda

A lo largo de mi trayectoria he tenido la suerte y el honor de poder luchar por dos campeonatos muy importantes, jugándomelo todo en la última cita. Y no me quiero ni imaginar la presión a la que deben estar sometidos Fernando Alonso y Sebastian Vettel para luchar por el título en la última carrera.

¿Cuál es la posición en la que llegan ambos cuando se encienda el semáforo verde en el Gran Premio de Brasil?

Vettel es un superdotado

Si en la Fórmula 1 es crucial el monoplaza, Vettel  cuenta con uno superior al Ferrari. Sin embargo, en su caso, creo que ha sido subestimado por rivales y críticos, quienes alegan que la magia de Newey es la verdadera razón de su éxito. Pero que nadie se engañe, Sebastian Vettel es un superdotado, un talento innato capaz de competir cara a cara con Alonso y Hamilton si hablamos de calidad.

Es un piloto joven, que aun siendo seis años menor que Alonso cuenta en su historial con el mismo número de títulos. Es cierto  que Alonso coincidió con Schumacher en su época dorada y siempre compitió con un coche inferior. Pero Vettel ha recogido el legado del 'Kaiser' en la mejor época de Red Bull y del ingeniero británico.

No se puede ser conservador 

Seamos realistas. El alemán tiene el mundial a tiro de piedra. Pero la Fórmula 1 ha deparado sorpresas surrealistas en situaciones donde  todo parecía decidido. Sin embargo, Vettel también es consciente de que un simple error, un fallo técnico, una mala parada en boxes o condiciones ambientales complicadas pueden hacer girar las tornas por completo y el teórico favorito puede terminar siendo el vencido. Que le pregunten a Fernando.

Por ello, Vettel no puede aflojar, ni mostrarse conservador, ni pensar simplemente en conseguir los puntos necesarios para ganar por los pelos.  Bajo mi punto de vista, es Vettel quien asume la mayor cuota de presión, porque tiene este Mundial en el bolsillo. Dos años después se encuentra en la situación inversa a la que llegaba en 2010. A veces, como piloto es mejor no ser excesivamente conservador, porque puedes encontrarte en una situación similar al tenista que, cuando va asegurar el golpe, encoge el brazo y falla la bola decisiva de partido.

Fue precisamente lo que le ocurrió al equipo Ferrari cuando Alonso perdió el título en 2010, tan obsesionados en marcar a Webber que se les escapó Vettel. Por tanto, el alemán ha de salir a ganar. Tiene, además, un singular orgullo de campeón. Ya le vimos cómo reaccionó la pasada semana cuando había logrado un gran resultado para el campeonato, pero estaba 'mosqueado' porque Hamilton le había robado la cartera.  

De perdidos, al río

Por su parte, Fernando se ha jugado ya muchos mundiales y es todo un experto en afrontar estas situaciones. No tiene tanto que perder en relación a Vettel, y puede permitirse ser muy agresivo a poco que el monoplaza sea rápido. Sabe cómo enfocar la presión psicológica hacia sus rivales y también cómo plantear cada estrategia, dentro y fuera de la pista.  El asturiano tiene ahora más confianza que nunca porque es consciente de que está haciendo un Mundial sublime, muy por encima de su coche. Esta temporada le ha servido para colocar su nombre en una dimensión especial en la Fórmula, ya que ocupa un lugar que no le corresponde por el nivel de su material.

En situaciones de máxima tensión a Vettel le hemos visto cometer errores no forzados. Alonso intentará que así vuelva a ocurrir a poco que le acompañe su monoplaza. Y un error pueden tener relativa importancia en la cuarta o la sexta carrera del campeonato, pero no en la última. Por tanto, Alonso afrontará la próxima carrera a un todo o nada. El subcampeonato ya lo tiene asegurado. Llegar hasta el final con opciones ha sido un milagro, así que, en su caso, de perdidos al río.

Para situaciones como la del próximo domingo en Interlagos, con la espada entre los dientes, este samurai es el peor de los rivales para tener a la espalda.

A lo largo de mi trayectoria he tenido la suerte y el honor de poder luchar por dos campeonatos muy importantes, jugándomelo todo en la última cita. Y no me quiero ni imaginar la presión a la que deben estar sometidos Fernando Alonso y Sebastian Vettel para luchar por el título en la última carrera.