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El dilema del DRS: disparar a la perdiz al vuelo o en el suelo
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Andy Soucek

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El dilema del DRS: disparar a la perdiz al vuelo o en el suelo

¿Vale la pena el DRS? ¿Es sencillo su funcionamiento y uso como podría parecer a simple vista? Después de las quejas de muchos aficionados y famosos

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El dilema del DRS: disparar a la perdiz al vuelo o en el suelo

¿Vale la pena el DRS? ¿Es sencillo su funcionamiento y uso como podría parecer a simple vista? Después de las quejas de muchos aficionados y famosos pilotos del pasado por su introducción, y de la avería en el F138 el pasado fin de semana, cabe plantearse hasta qué punto la Fórmula 1 necesita un sistema como este.

El DRS se introdujo en la F1 en el año 2011 con la idea de favorecer los adelantamientos. Sus siglas nos indican su función, (Drag Reduction System), es decir, se trata de un botón o leva que abre el plano superior del alerón trasero para que éste oponga menor resistencia aerodinámica y así el coche gane en velocidad. Es el único elemento aerodinámico móvil regularizado por la FIA. Un artilugio a priori sencillo, pero que cuenta con sistema hidráulico complejo para su accionamiento y vuelta a su posición de origen.

Alonso pensó que iba sin neumáticos

Como vimos en el último GP de Bahrain en el coche de Fernando Alonso, el DRS no quiso regresar a su posición original… Alonso pensó al principio que no tenía adherencia en el tren trasero por culpa de los neumáticos, tal es la sensación que se tiene cuando el DRS está abierto en las curvas. Pero la realidad era que el alerón trasero no tenía carga. Ferrari hizo lo correcto al pararle en boxes para arreglar el dichoso sistema, aunque no fuese de la manera mas ortodoxa. El fallo vino después, cuando el equipo no le advirtió que se abstuviese de abrirlo nuevamente para evitar riesgos innecesarios. No fue así, lo que terminó por completo con cualquier aspiración al podio, ya que es obligatorio entrar en boxes por reglamento con un problema así, que es infrecuente.

Este sistema revolucionario ha ayudado a fomentar el espectáculo en las carreras al  permitir desbloquear situaciones de procesión. El público pedía batallas, luchas, apuradas de frenada y Ecclestone buscaba desesperado una solución. El kers, se sigue empleando pero no ofreció el nivel de movimiento que estamos viviendo desde 2011. El DRS ha facilitado al piloto los adelantamientos cuando el piloto precedente está a menos de un segundo.

¿Cuestión de habilidad y agallas, o ayuda extra?

Ahora bien, muchos se plantean, y especialmente el público más purista, si realmente los adelantamientos son hoy cuestión de habilidad y agallas o realmente se deben solo a la ayuda extra de un sistema específicamente diseñado para ello. Porque, ¿podríamos comparar un adelantamiento convencional como disparar a la perdiz cuando se arranca al vuelo y, otro realizado con DRS, como si aquella estuviera plantada en el suelo?

Para empezar, hay que considerar un punto en el que poca gente repara. Para hacer uso del sistema recordemos que antes has debido atacar para colocarte en posición de utilizarle, es decir, has de acercarte a menos de un segundo al coche que llevas delante, y para ello has de ir mas rápido que él, lo que exige también emplearse a fondo sin olvidar que que necesitas cuidar las gomas. No siempre es fácil. Si la situación de los neumáticos es muy diferente entre ambos coches no resulta complicado, pero cuando su estado es muy similar la historia es otra.

Adelantar lo más rápido posible

Debido al gran efecto de la carga aerodinámica en un Fórmula 1 moderno, es casi imposible seguir de cerca en curvas rápidas al coche que te precede, ya que pierdes el apoyo porque te 'roba' el flujo de aire limpio. Nadie puede imaginarse las turbulencias que crea un Fórmula 1, hay que experimentarlas cuando vas detrás. Por ejemplo, al entrar en una curva, tienes la sensación de que el coche no gira. El subviraje (la tendencia del morro a seguir recto) se convierte así en el mayor problema, por lo que no te queda mas remedio que dejar un pequeño hueco para que tu coche 'respire' aire limpio. Pero así pierdes la oportunidad de forzar y 'meter el morro'.  Además, con esa menor carga aerodinámica el coche desliza más, no pisa firme, y por ello desgastas más los neumáticos. Todo ello obliga al piloto a realizar el adelantamiento lo más rápidamente posible.

Es aquí donde ayuda el DRS. Una vez en posición, la sensación del piloto cuando acciona el DRS es notable, ya que el coche pasa de repente a tener 10 km/h mas en un espacio muy corto de tiempo, y consigues así adelantar. El DRS puede aportar espectáculo y tensión, pero también requiere de un funcionamiento muy preciso, porque imaginad que llegamos lanzados a una curva con el abierto, se desactiva y se cierra, pero no recuperamos el apoyo inmediatamente porque su funcionamiento no está bien sincronizado. Esperaríamos una adherencia que, en realidad no está ahí. El susto estaría asegurado, o pensaríamos también como Alonso el domingo, que nos hemos quedado sin gomas.

Puede que a muchos no les guste el sistema pero la enorme degradación de los neumáticos Pirelli y el DRS hacen que podamos ver carreras como las de Bahrain, repletas de luchas encarnizadas y adelantamientos.  No será ni la primera ni la última vez que una pieza aparentemente sencilla y poco costosa arruine la pprueba de un piloto. Pero también ha dado mucha vida a las carreras, aunque habrá quien le siga considerando un sucedáneo para maquillar el talento. No es lo mismo, pero la sacarina también endulza el café.

¿Vale la pena el DRS? ¿Es sencillo su funcionamiento y uso como podría parecer a simple vista? Después de las quejas de muchos aficionados y famosos pilotos del pasado por su introducción, y de la avería en el F138 el pasado fin de semana, cabe plantearse hasta qué punto la Fórmula 1 necesita un sistema como este.