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Andy Murray se corona entre varios de los mayores talentos de la historia del tenis
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Álvaro Rama

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Andy Murray se corona entre varios de los mayores talentos de la historia del tenis

A sus 28 años, respaldando su recién estrenado número 1 con una carrera sólida a sus espaldas para abrir una nueva época, el futuro inmediato parece escribirse en inglés

Foto: El escocés Andy Murray celebra un punto durante un partido. (REUTERS)
El escocés Andy Murray celebra un punto durante un partido. (REUTERS)

Oro / Andy Murray

El auténtico dueño del tramo final de la temporada. Andy Murray logró lo que parecía imposible, llegar a reinar en una época donde ha debido convivir con varios de los mayores talentos de siempre. Ganar un segundo Wimbledon le coloca en una posición superior a la de ganador, la del que tiene el triunfo asimilado. La consecución de la Copa de Maestros, algo sin precedente en su carrera, pasando por una segunda medalla de oro individual en los Juegos Olímpicos, algo sin precedente en el deporte, hacen que el escocés comience a endurecer de manera clara su posición en la historia del tenis. A sus 28 años, respaldando su recién estrenado número 1 con una carrera sólida a sus espaldas para abrir una nueva época, el futuro inmediato parece escribirse en inglés. Una madurez absoluta para un jugador que encarna a la perfección el juego de fuerza, contención y resistencia que en la actualidad impera en el circuito. Murray hizo suya la segunda mitad de la temporada 2016, aprovechó y acentuó la caída del intocable Djokovic y despeja un horizonte interesante. Sobre el papel, el principal candidato en los siguientes torneos.

Plata / Juan Martín del Potro

La fuerza de voluntad por encima de cualquier grieta. El argentino vuelve a ser uno de los grandes jugadores del vestuario, dejando como evidente que el ranking que figura junto a su nombre es una mera sugerencia del sistema. Colgarse una segunda medalla olímpica batiendo a Rafael Nadal y Novak Djokovic, volver a levantar un torneo tres años después o liderar a Argentina hacia el primer título de Copa Davis (remontando dos sets por primera vez en su vida), muestran la capacidad de un jugador para competir ante todos y en cualquier ambiente. Sin lugar a dudas, y tras una cadena de lesiones que hubieran hecho desistir al más optimista, Juan Martín es el claro ejemplo de que la fuerza de voluntad es más poderosa que cualquier agente externo. Un apasionado de la competición luchando por recuperar una carrera que saltó en mil pedazos. El trampolín del tandilense fue construido en 2016 y apunta de manera muy amenazante hacia 2017. El hombre que logró frenar a Roger Federer en Nueva York con apenas 21 años es ahora un hombre maduro, con el lado negro de la competición más que conocido y la liberación por saberse apto para competir. Tiene todo para lograr hitos enormes.

Bronce / Garbiñe Muguruza

Pese a una irregularidad incuestionable, la hispano-venezolana cierra un año en el que ha enseñado los dientes. Ha sabido mantenerse a base de grandes actuaciones en torneos punteros, firmando por segunda temporada seguida un lugar en la copa de maestras. Ganar un Grand Slam como Roland Garros no le garantiza una carrera de éxitos, pero prueba del nivel de amenaza que contiene entre las manos. Un año de experiencias desconocidas, de asimilación de crecimiento y de búsqueda de ambición para situar su lugar en el vestuario femenino. Con 23 años lleva más horas de vuelo a gran altura que tenistas con carreras completas. La resaca de la segunda mitad de temporada puede servir para mostrar la dificultad de la tarea. En ese sentido, 2016 parece clave para saber quién es Garbiñe Muguruza, qué tolerancia tiene de sí misma y de qué manera discurren los próximos meses en las pistas. Su papel en la Copa Federación, liderando junto a Carla Suárez al equipo español hacia el Grupo Mundial, hace su temporada un interesante proyecto de expectativas.

Hojalata / María Sharapova

La figura menos valorada de la temporada. Su suspensión al emplear sustancias incluidas en la lista de productos prohibidos, y la despreocupación ante un cambio normativo en el seno del equipo de una deportista de primera línea mundial, trazó el episodio más oscuro de su carrera profesional. La campeona de cinco grandes puede volver al circuito en 2017, pero ya arrastrará una mancha indeleble sobre su figura. Incluso durante el proceso de investigación, y haciendo ver el sentir de ciertos sectores del circuito, en el vestuario no faltaron voces críticas hacia la jugadora rusa. Uno de los grandes emblemas deportivos y económicos del deporte se vio envuelto en una polémica de altos vuelos. Con 29 años, y tras cumplir el período correspondiente al margen del circuito, queda por ver si la rusa sigue siendo una alternativa de primer orden para los mayores torneos del circuito WTA.

Tres preguntas para 2017

¿Qué será de Roger Federer? Hasta el suizo pasa por el quirófano como el resto. Una lesión de rodilla hizo frenar en seco la temporada de Federer, que atravesó el patrón deportivo más largo de su carrera profesional. El de Basilea, que abandonó en consecuencia su lugar entre los 10 primeros del circuito, afronta lleno de incógnitas una temporada 2017 en la que cumplirá 36 años. Desde hace años compite Roger por pura pasión al deporte, con una carrera de oro más que construida y un listado inabarcable de marcas a su nombre. En este contexto, después de verse apartado durante meses de la competición, resulta interesante pensar la versión que veremos del suizo en apenas unas semanas. ¿Llegará con hambre acumulada? ¿Mantendrá la mirada a los jugadores más fuertes del circuito? ¿Le queda munición para optar a otro Grand Slam? Quizá ni siquiera esas sean las preguntas adecuadas, y sí reflexionar sobre qué lleva a una leyenda a aceptar episodios alejados de la victoria cuando su punto álgido fue alcanzado ya mucho tiempo atrás. Hay que disfrutar del suizo mientras siga en activo.

¿Y de Rafael Nadal? Tras dos años sin tocar los Grand Slams y con una lesión de muñeca que condicionó su temporada 2016, el horizonte que se abre por delante para el mallorquín parece una auténtica prueba de fe. Un deportista ejemplar en términos de superación personal tiene en la recuperación física y de golpes clave una asignatura por domar. Si la derecha no respondió, hasta el punto de ajustar posiciones de servicio y cambios de dirección para forzar respuestas rivales hacia su revés, y las piernas no volaron, permitiendo la amenaza de jugadores con fuerza en la pelota recta, el balear fue incapaz de mantener una competitividad fuera de los inicios de la gira de tierra batida. En la temporada 2017, donde el español ya superará la treintena, puede tener Nadal un curso en el que terminar de definir cómo serán los años que pondrán firma al tramo final de su carrera. Pocos deportistas han demostrado el hambre ante la adversidad y los recursos para revertir situaciones como el mallorquín. Pocas veces, también, ha estado tanto tiempo buscando la solución para volver a lanzar el animal competitivo que lleva en el interior. Un futuro inmediato realmente apasionante.

¿España irá a por la Copa Davis? La capitanía de Conchita Martínez terminó de calmar las aguas en el tenis masculino español. El ascenso al Grupo Mundial trae una opción que se daba por sentada años atrás pero que fue un imposible en las últimas campañas: optar al título de Copa Davis. Algunos de los miembros más fuertes del vestuario han dejado entrever su querencia por buscar otro título en la competición. La continuidad de la capitana aragonesa en el banquillo tal vez sirva para acercar posturas. Este año, sin embargo, la necesidad de cumplir un criterio olímpico no será un factor para atraer a los mayores nombres del país. Acudir a una eliminatoria de Copa Davis será un exclusivo fin en sí mismo. Pese a la evidente necesidad de ir fogueando nuevos nombres en las series, la primera eliminatoria ante la subcampeona Croacia en terreno balcánico puede requerir de buen músculo para ser salvada. Con todos los miembros comprometidos, España sigue siendo un candidato de primera línea para el otro. Está por ver si quiere seguir siéndolo.

Oro / Andy Murray

El auténtico dueño del tramo final de la temporada. Andy Murray logró lo que parecía imposible, llegar a reinar en una época donde ha debido convivir con varios de los mayores talentos de siempre. Ganar un segundo Wimbledon le coloca en una posición superior a la de ganador, la del que tiene el triunfo asimilado. La consecución de la Copa de Maestros, algo sin precedente en su carrera, pasando por una segunda medalla de oro individual en los Juegos Olímpicos, algo sin precedente en el deporte, hacen que el escocés comience a endurecer de manera clara su posición en la historia del tenis. A sus 28 años, respaldando su recién estrenado número 1 con una carrera sólida a sus espaldas para abrir una nueva época, el futuro inmediato parece escribirse en inglés. Una madurez absoluta para un jugador que encarna a la perfección el juego de fuerza, contención y resistencia que en la actualidad impera en el circuito. Murray hizo suya la segunda mitad de la temporada 2016, aprovechó y acentuó la caída del intocable Djokovic y despeja un horizonte interesante. Sobre el papel, el principal candidato en los siguientes torneos.

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