Todo por la Pasta
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¿Vale la pena resucitar HRT?
Desde que se anunció que se ponía a la venta el equipo HRT F1 Team, muchos nos habremos preguntado: ¿Qué sentido tiene una escudería española de
Desde que se anunció que se ponía a la venta el equipo HRT F1 Team, muchos nos habremos preguntado: ¿Qué sentido tiene una escudería española de F1? A priori, la respuesta tendría que ser negativa porque en el presente se dan muchos factores en contra. Atravesamos por una gran crisis mundial. España es un país sin demasiada confianza en estos momentos. A nivel empresarial, los presupuestos de patrocinio están a la baja, si no desaparecidos en combate. Además, en España Fernando Alonso arrastra toda la repercusión. En el caso particular de HRT, para colmo, la experiencia del antiguo Hispania no fue precisamente buena.
Pero contestar a la pregunta que abre esta columna sería como responder si en estos tiempos tiene sentido convertirse en un emprendedor. ¿La respuesta también debería ser negativa?
Los equipos, hoy, son diferentes
Para conocer la opinión de alguien que está en primera línea, y con creciente éxito, le pregunto a Eric Boullier, Team Principal de Lotus F1 Team. Para él, un equipo de Fórmula 1 actual no tiene nada que ver lo que era hace diez años. Entonces, los fabricantes de automóviles eran los principales protagonistas. Su objetivo fundamental consistía en ganar imagen tecnológica y, a la postre, vender coches. Pero eso ha cambiado; actualmente, los equipos compiten representando a sus patrocinadores, y para ello usan su propia personalidad y la de los pilotos. Buscan una identidad que les singularice. Y su principal objetivo es construirla.
Así que, volviendo al tema de HRT, ¿es posible la viabilidad de un equipo español, que busque proyección hacia el continente sudamericano, y que también pueda ser cantera de equipo más potentes como lo fuera en su día Minardi, por ejemplo?
'Enséñame la pasta'
Hay que ser, ante todo, pragmáticos y realistas, y como decía Cuba Gooding en Jerry Maguire, “¡Enséñame la pasta!”. Como es lógico, se preguntarán de cuánto dinero estamos hablando. Pues bien, en el caso de un equipo modesto como HRT habría que poner unos 50 millones de euros por temporada para empezar.
Pero un proyecto realista requiere cinco años de desarrollo. Es decir, hablamos de 250 millones de euros. Sí, son cifras elevadas, pero quien viviera el pasado Gran Premio de Estados Unidos, quizás podría tener una noción del impacto global que ofrece la Fórmula 1.
¿Esto significa que el 'loco emprendedor' necesita tener todo ese dinero en el bolsillo? Pues no. Los presupuestos de un equipo se nutren con algo más que las aportaciones de sus socios, que pueden alcanzar el 30 %. El resto se compone del 35% que llega vía patrocinadores, un 20% de los pilotos de pago y el 15 restante llega de las cantidades que FOM (gestor de los derechos comerciales de la Fórmula 1) paga a los equipos. En el caso de HRT, supone unos 10 millones de dólares.
No se puede gestionar como una empresa convencional
Entonces, si se trata de un equipo español con esa identidad antes enunciada, ¿hay que pensar en solo presencia de patrocinadores e inversores españoles? Es evidente que no. Aquí cabe todo el mundo: desde empresas exportadoras, entidades que busquen unificar su marca globalmente, corporaciones interesadas en desarrollar negocio... El secreto es ofrecer soluciones a todos estos tipos de empresas con diferentes objetivos. Eso sí, pensando siempre en desarrollos a largo plazo.
Querer gestionar una escudería de Formula 1 de la misma forma que se dirige una compañía convencional es garantía de fracaso. En este mundo todo va increíblemente rápido, no solo los coches. El nivel de exigencia es tremendo, estás expuesto permanentemente y con la presión de tomar decisiones y responder a los desafíos a toda velocidad.
Necesidad de nuevos modelos de economía
En estos momentos, la supervivencia de HRT está en peligro. Sería una lástima que se perdiera la oportunidad después de haber logrado que un equipo español pusiera el pie en el técnicamente sofisticado y globalizado mundo de la Fórmula 1. En un país, además, que está buscando nuevos modelos de economía para salir de la crisis, ojalá la historia de HRT no se convierta en una triste metáfora de lo que está ocurriendo en España.
En este sentido, sólo podrá salir adelante si es dirigido por gente que conoce cómo funciona este enrevesado escenario y no trate de reinventar la rueda. En HRT se han cometido errores, sin duda bienintencionados. Pero en estos tiempos críticos ha llegado el momento de dejar de mirar atrás y enfocar hacia adelante el futuro, con entusiasmo y ganas. Algunos vamos a hacer todo lo posible por mantener el equipo HRT F1 Team en España y relanzarlo para que sea un espejo donde los españoles nos sentamos identificados.
Desde que se anunció que se ponía a la venta el equipo HRT F1 Team, muchos nos habremos preguntado: ¿Qué sentido tiene una escudería española de F1? A priori, la respuesta tendría que ser negativa porque en el presente se dan muchos factores en contra. Atravesamos por una gran crisis mundial. España es un país sin demasiada confianza en estos momentos. A nivel empresarial, los presupuestos de patrocinio están a la baja, si no desaparecidos en combate. Además, en España Fernando Alonso arrastra toda la repercusión. En el caso particular de HRT, para colmo, la experiencia del antiguo Hispania no fue precisamente buena.