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Las luces y sombras del dinero y la crisis en la F1
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Antonio Mesquida

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Las luces y sombras del dinero y la crisis en la F1

La imagen de la Fórmula 1 es la de un mundo de dinero, en el que también siempre ha habido equipos 'ricos' y equipos 'pobres'. Aunque

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Las luces y sombras del dinero y la crisis en la F1

La imagen de la Fórmula 1 es la de un mundo de dinero, en el que también siempre ha habido equipos 'ricos' y equipos 'pobres'. Aunque calificar así a un equipo con un presupuesto de 50 millones de dólares suene algo frívolo, como sería el caso de HRT que, sin embargo, no ha conseguido sobrevivir. Por el otro extremo, Ferrari alcanza los 400 millones de dólares de presupuesto.

Pero, como a todo sector económico, la crisis también llegó a la Fórmula 1, a la que ha respondido con sus propias armas. Pero lo cierto es que desde 2009 los presupuestos sufrieron una profunda transformación, tanto en reducción de volumen como en el modelo de financiación. Para hacernos una idea, si hasta 2009 la media de gastos por equipo era de 280 millones de dólares, desde entonces bajó a 180. Es decir, la media se ha reducido en unos 100 millones de dólares anuales, es decir, hablamos de un 36%.

Pero al igual que a los presupuestos, también la crisis ha afectado al modelo de financiación de los equipos. Una de las varias fuentes de recursos es la aportación de los propios socios, es decir, lo que podríamos llamar Recursos Propios. Por ejemplo, inversiones que hacen la propia compañía Red Bull o el caso de Vijay Mallya en Force India. Es aquí donde se ha notado la caída, ya que en el presente se han reducido al 45% de lo que representaba en el pasado. Es decir, los Recursos Propios han dejado de ser la fuente de financiación más importante de un equipo de Fórmula 1.

Marcha de los fabricantes y equipos pequeños

¿Y por qué el propietario de un equipo invierte menos ahora? Uno de los cambios más importantes estos últimos años fue la marcha de los fabricantes automovilísticos. En el caso de BMW o Toyota, la salida fue absoluta. Mercedes permanece, pero reduciendo notablemente su inversión. Renault se quitó de en medio, porque un equipo en propiedad no compensaba económicamente, pero se se mantiene en la Fórmula 1 como suministrador de motores.

Otra segunda causa de la caída en la aportación de los socios es la presencia de equipos con escaso potencial económico a quienes, además, sus cambios de accionariado les han mantenido también en la cuerda floja. Marussia, Caterham y HRT quedan lejos de la media de otros equipos y, de hecho, Bernie Ecclestone nunca se los ha tomado muy en serio. Por ejemplo, le pidió a Richard Branson, el magnate accionista del equipo Virgin, que ampliara su inversión en el equipo. Branson hizo totalmente lo contrario y redujo su participación en el equipo Marussia.

Crecen patrocinadores pequeños y el ‘B2B’ 

Pero junto a la sombras de la reducción en la inversión de socios y propietarios, en la Fórmula 1 se han intensificado otras luces en lo referente al patrocinio y los 'prize money', es decir, recursos que llegan vía premios y resultados

La crisis ha reducido los denominado 'tittle sponsor', empresas que aseguran una importante solvencia económica al vincular su nombre con el del equipo. Un ejemplo es el de McLaren, donde Vodafone unió su nombre al del equipo, Vodafone McLaren Mercedes. La multinacional de la comunicación Vodafone ya anunció su intención de abandonar los macro patrocinios. Empezó reduciendo su aportación en el equipo para dejar el alerón trasero para las marcas como Lucozade Maximuscle, y abandonará definitivamente al equipo a finales de 2012.

A pesar de lo anterior, y curiosamente, en estos últimos años ha aumentado el flujo de patrocinadores a la Fórmula 1, aunque con menos dinero por cada uno de ellos. Y si hay más patrocinadores de menos envergadura, también ha crecido en el B2B (business to business), modalidad en la que el patrocinador no realiza un desembolso económico, sino que lleva a cabo una entrega de producto o ejecución de un servicio a cambio de notoriedad y posibilidades de desarrollo de negocio. Un caso extremo de esta tendencia es la empresa china de paneles solares Trina SolarLotus F1 Team, a la que ayudó a cerrar una operación en Sudamérica obteniendo por ello un patrocinio de más de tres millones de dólares anuales.

Más dinero como 'price money'

En lo referente a los ‘price money’, a pesar de la crisis, la tendencia sí es más positiva. Son fondos que los equipos obtienen por su rendimiento durante la temporada, y que han aumentado nada menos que en más de un 20%. En el caso de aquellos equipos que se clasifican por debajo del décimo puesto saben que la FOM de Ecclestone les paga anualmente diez millones de dólares. Por debajo de este puesto, cada punto obtenido supone mucho más dinero.

Una forma de saber si un equipo de Fórmula 1 está gastando bien se obtiene por la ratio de coste por punto obtenido. Por ejemplo, en el año 2010 dicha ratio fue de 570.000 dólares gastados por cada punto obtenido en el caso de McLaren. Un ratio parecida tuvo Red Bull, con 610.000 dólares por punto. La ratio de la parrilla (sin contar los equipos que no obtuvieron puntos) fue para Toro Rosso, con un coste por punto de diez millones de dólares.

Qué lástima, HRT

Lástima que, en este contexto de luces y sombras, HRT haya sido el único equipo que no ha podido sobrevivir. Hay que saber adaptarse a las nuevas formas de financiación y obtención de recursos, y HRT no lo ha conseguido.

En la Fórmula 1, las claves para sobrevivir en la parrilla son desarrollar un coche competitivo que permita conseguir puntos, la capacidad de convencer a patrocinadores de las ventajas de la Fórmula 1 como escenario para desarrollar negocio en todo el mundo. Es una lástima España no haya podido ni saber mantener vivo un actor como HRT en un escenario donde la crisis, no es un obstáculo... sino un desafío. 

La imagen de la Fórmula 1 es la de un mundo de dinero, en el que también siempre ha habido equipos 'ricos' y equipos 'pobres'. Aunque calificar así a un equipo con un presupuesto de 50 millones de dólares suene algo frívolo, como sería el caso de HRT que, sin embargo, no ha conseguido sobrevivir. Por el otro extremo, Ferrari alcanza los 400 millones de dólares de presupuesto.