Es noticia
Laporta y Bartomeu se miran el ombligo olvidándose de 'la tercera vía'
  1. Deportes
  2. Tribuna
Gemma Herrero

Tribuna

Por

Laporta y Bartomeu se miran el ombligo olvidándose de 'la tercera vía'

Laporta está buscando el cuerpo a cuerpo de su mayor oponente, Josep María Bartomeu. Pero, ojo, que ambos están tan ensimismados en su pelea que se han olvidado de que hay otros aspirantes

Foto:

No es una cuestión de dificultad, sino de atrevimiento, el hacer hoy, ahora, una previsión de lo que puede suceder en las elecciones del próximo 18 de julio a la presidencia del FC Barcelona. Laporta, tal y como se preveía, se ha convertido en el gran animador de la precampaña. "El 2-6 al Real Madrid fue uno de los gustazos de mi vida, delante de la Esperanza Aguirre, de Aznar…”, comentó ayer en Catalunya Radio. Su estrategia está clara: ir al ataque con toda la artillería y aprovechar su mayor cualidad que no es otra que buscar el cuerpo a cuerpo de su mayor oponente, Josep María Bartomeu. En términos pugilísticos, Laporta ha salido al ring en plan bravucón y haciendo gala de su excelente punch y su rápido juego de piernas, mientras que Bartomeu se ha atrincherado en una esquina, ha colocado sus puños protegiéndose el rostro en posición de defensa y ni contesta; se limita a recibir los golpes que van cayendo mientras espera a que suene la campana. ¿Será suficiente el empuje del primero para derrotar al segundo? Esa es la cuestión. Pero, ojo, que ambos están tan ensimismados en su pelea que se han olvidado de que hay otros aspirantes.

Unicef frente a Qatar. El independentismo desacomplejado ante el inmovilismo y el esfuerzo indisimulado por parte de Laporta de asociar la figura de Bartomeu a la del ‘fugado’ (todavía se desconocen las causas de la espantada) Sandro Rosell son los platos fuertes del menú en estos primeros compases. Los que fueron juntos en las elecciones del 2003 se enfrentan ahora, después de varias escaramuzas, reproches y visitas por los juzgados, por acaparar el voto del ‘soci’. Dos modelos, dos maneras de entender el club. Bartomeu se ha limitado por el momento a repetir “triplete y tridente” como un mantra y ante la fulgurante aparición de ‘Jan’ insistió una y otra vez el pasado lunes en Rac1: “No voy a entrar”. Va a remolque y la sensación general es que la campaña se le puede hacer larguísima si continua dejando que Laporta lleve la iniciativa.

“No me parece una buena idea hacer bandos”, afirmó Bartomeu en la emisora catalana. Como si los bandos, las trincheras y las zanjas no estuvieran ya bien definidas desde el 2005, cuando dimitió junto a Sandro Rosell de la Junta de Laporta. La falta de consistencia dialéctica le puede costar cara. Al fin y al cabo, cuando se vota a un presidente se elige a un líder, un jefe carismático en el que se vierte la confianza de que no solo dirigirá la entidad con honestidad, sino también con mano firme y carácter suficiente como para hacer frente a lo que venga. Ese es el punto débil de Bartomeu y Laporta lo sabe. Le falta contundencia y entre su gusto por presentarse como la cara amable y el miedo que tienen sus asesores a que meta la pata si habla demasiado, Laporta le ha comido el terreno en esta primera semana.

Los que conocen bien a Josep María Bartomeu apuntan que detrás de su perenne sonrisa y el gesto aparentemente natural de no haber roto un plato en su vida, se esconde un hábil estratega con muchas más aristas de las que deja ver. Vamos, que no es tan mosquita muerta y tiene colmillo. Por eso, avisan que esto no ha hecho más que empezar y que tiene un plan, más allá del triplete y el tridente.

Bartomeu y Laporta se están mirando tanto el ombligo que se han olvidado de la tercera vía conciliadora que representan Jordi Majó y Agustí Benedito. No se les puede descartar en el caso de que los socios estén en su mayoría hartos de escoger trinchera, mientras que Freixa, muy bien relacionado en Madrid, pero más de lo mismo en términos de ‘ismos’ (era el portavoz con Rosell, se peleó en pleno centro de la ciudad con Laporta y se mantuvo en la Junta con Bartomeu) no parece tener muchas posibilidades.Con este panorama, los debates pueden ser cruciales en la campaña. Será la única posibilidad que tengan los socios de presenciar, frente a frente, a los candidatos en un formato en el que escabullirse, como está haciendo hasta el momento Bartomeu, se penaliza.

No es una cuestión de dificultad, sino de atrevimiento, el hacer hoy, ahora, una previsión de lo que puede suceder en las elecciones del próximo 18 de julio a la presidencia del FC Barcelona. Laporta, tal y como se preveía, se ha convertido en el gran animador de la precampaña. "El 2-6 al Real Madrid fue uno de los gustazos de mi vida, delante de la Esperanza Aguirre, de Aznar…”, comentó ayer en Catalunya Radio. Su estrategia está clara: ir al ataque con toda la artillería y aprovechar su mayor cualidad que no es otra que buscar el cuerpo a cuerpo de su mayor oponente, Josep María Bartomeu. En términos pugilísticos, Laporta ha salido al ring en plan bravucón y haciendo gala de su excelente punch y su rápido juego de piernas, mientras que Bartomeu se ha atrincherado en una esquina, ha colocado sus puños protegiéndose el rostro en posición de defensa y ni contesta; se limita a recibir los golpes que van cayendo mientras espera a que suene la campana. ¿Será suficiente el empuje del primero para derrotar al segundo? Esa es la cuestión. Pero, ojo, que ambos están tan ensimismados en su pelea que se han olvidado de que hay otros aspirantes.

Josep Maria Bartomeu Joan Laporta
El redactor recomienda